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2017/01/31 - Bilbo, Bizkaia

(Iurreta, 1929ko azaroak 27 - Bilbo, 2017ko urtarrilak 31)

(Ekuadorren eta Venezuelan izan zuen bizitzaz eta Hego Ameriketako euskaldunekin eta euskal komunitateekin izan zituen loturez gain, aita Mikel Urresti, Karmelo Etxenagusia gotzainarekin bidaiatu zen Estatu Batuetara, orduan Bizkaiko Elizbarrutiko apezpiku laguntzaile zenari laguntzen, Idaho, Nevada eta Kalifornia estatuetako hainbat herri eta lekuetako lagunekin bilduz, bizkaitarrekin bereziki, baina euskaldunekin oro har)

(Iban Gorritik Deian argitara emandako artikulua)

El martes, 31 de enero, falleció Mikel Urresti, presbítero natural de Iurreta y delegado diocesano de Misiones durante casi dos décadas. El sacerdote vizcaino tenía 87 años de edad. Su funeral se ofició el miércoles, 1 de febrero, en la parroquia de San Miguel Arcángel de Iurreta. Urresti fue nombrado en 1982 delegado diocesano para la visita del entonces Papa Juan Pablo II a Loiola.

Mikel Urresti Esturo nació en Iurreta el 27 de noviembre de 1929 y fue ordenado presbítero en la iglesia de Santiago de Bilbao el 28 de junio de 1953. Su primer destino fue de ecónomo de Arakaldo.

El periodo comprendido entre los años 1954 y 1978, fue misionero en Los Ríos y Venezuela y pasó un periodo de estudios en Roma (Italia).

(Aita Mikel Urresti fue uno de los sacerdores vascos que estuvo en Coche, Venezuela, y que solía venir a celebrar las misas de Eusko Etxea Caracas de primer domingo de mes en San José de Tarbes)

A su regreso fue nombrado coadjutor de Santa María de Amorebieta-Etxano y, más adelante, de Santa María de Uribarri de Durango (1978-1981).

De 1981 a 2000 cumplió la labor de Delegado diocesano de Obras Misionales y Misiones Diocesanas. En 1982, en la visita que realizó el papa Juan Pablo II a Loiola, fue nombrado delegado diocesano.

De 1987 a 1990 pasó a formar parte del equipo presbiteral en San Fernando, de Bilbao y de 1991 a 1994, párroco de Arrankudiaga. Además, fue miembro del consejo de Pastoral (1991-1996) y de 1996 a 2001, miembro del Consejo de Presbiterio; en el año 1998 recibió el nombramiento de Delegado diocesano.

Quienes le conocieron le recuerdan desde ya como “un hombre entrañable” y “buena gente”. Así Feli Martín, actual delegada de Misiones, subraya que le conoció en los años ochenta, en la Delegación, donde Urresti organizaba grupos de formación.

Feli destaca que él fue una persona muy motivadora con los jóvenes, muy cercana a las familias de los misioneros y misioneras y que siempre estuvo muy pendiente de todos ellos, además, organizó “muy bien” la estructura de la Delegación Diocesana de Misiones, cuando se erigió en los años ochenta “se rodeó -dice- de un equipo de laicos y laicas que le ayudó a poner en marcha la delegación y las campañas de Obras Misionales Pontificias (OMP)”.

Resalta, así mismo, que hizo una tarea “buenísima” de la que aún hoy se reciben frutos, “se trabajó mucho a la gente” y se preocupó de todos los detalles, incluidas las finanzas para que no faltara el dinero para proyectos misioneros, promocionando siempre temas educativos y sanitarios.

GB