Vitoria-Gasteiz. El 21 de marzo de 1937 zarpó del puerto de Bermeo un barco con 450 niños refugiados con destino a la isla de Oléron, en la localidad gala de Boyardville, aunque la expedición prosiguió después hasta Burdeos.
Esa primera evacuación infantil estuvo organizada por el Gobierno Vasco encabezado por el primer lehendakari, José Antonio Agirre, según ha recordado hoy en una nota el propio Ejecutivo.
Más adelante, el 6 de mayo de 1937, salieron también hacia Francia otros 2.273 niños embarcados en el buque "Habana". Acompañados por 72 maestras, enfermeras y auxiliares, desembarcaron en La Pallice, donde fueron desinfectados y vacunados.
Para septiembre de 1937 se calcula que había 20.000 niños refugiados en Francia. De ellos, la gran mayoría eran vascos, aunque también había menores procedentes de Asturias, Santander y Madrid.
De hecho al exilio no solo se zarpaba desde los puertos de Euskadi, sino también de otros puntos de la costa cantábrica como Cantabria y Asturias, y de la mediterránea, como Barcelona.
La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha reivindicado el trabajo desarrollado en aquel momento por el Departamento de Asistencia Social del Gobierno vasco, cuya tarea "fue básica para, en un tiempo incierto, controlar, alojar y atender a cantidad de niños refugiados".
El Ejecutivo de José Antonio Agirre "fue capaz de poner en marcha una red que incluía comedores, alojamientos colectivos y servicios médicos, y que permitió llevar una existencia digna a más de 70.000 refugiados", ha destacado la consejera.