DONOSTIA - Euskal Telebista emitirá hoy en ETB-1 y ETB-2 Orain 80 urte, uno de los documentales que se han producido para conmemorar el 80º aniversario del primero Gobierno Vasco con el lehendakari Aguirre a la cabeza. Está realizado por la productora Filmak Media, dirigido por Oier Plaza y con Rocío Basterra, nieta de exiliados vascos en argentina, como protagonista. Ella habla euskera y va a contar para este periódico cómo fue el documental, cómo aprendió la lengua de sus antepasados y cuál es la relación con la tierra de sus abuelos, que eran de origen navarro.
Orain 80 urte está dentro de Retrato de lo que somos, gure izaeraren ispilu, un proyecto para recordar, socializar y dar a conocer a José Antonio Aguirre y su labor al frente del Gobierno Vasco. Con tal fin, EITB ha producido varios documentales con diferentes temáticas: cuatro de autor (Gernika, París, Berlín y Nueva York) sobre el exilio de José Antonio Aguirre, un documental sobre su actividad política con el actor Daniel Grao en el papel del primer lehendakari y un documental sobre la evolución de Euskadi en estos últimos 80 años de su historia a través de una vasco-argentina de segunda generación, Rocío Basterra.
En este último documental, Rocío Basterra se entrevista con conocidos agentes de la sociedad vasca en todos sus ámbitos: José Ángel Iribar, Kirmen Uribe, Andoni Luis Aduriz, Manu Lezertua, Arantzatzu Amezaga o Paco Etxeberria, entre otros. Este proyecto quiere mostrar la sociedad vasca 80 años después de que el lehendakari Aguirre formara el primer Gobierno Vasco.
Noticias de Gipuzkoa ha hablado con Rocío Basterra que, pasados los meses y desde Argentina, recuerda cómo se grabó este documental y lo que ha representado para ella este trabajo: “Estaba de vacaciones en Ordizia, en la casa de mi familia del corazón. Estaban buscando a una persona en toda la diáspora del mundo. Quedamos en comunicarnos vía skype y así fue; a medida que pasaban las distintas entrevistas con Oier Plaza y su equipo, ya sentía que podía estar a la altura del documental, que podría honrar el hecho de que me hayan elegido, que lo que querían reflejar también se correspondía con todo lo que admiro de esta maravillosa cultura”.
SENSATEZ Basterra señala lo importante que fue para ella hablar con las personas que desde Euskadi le mostraron la realidad como país 80 años después de aquel primer Gobierno Vasco: “El documental es muy profundo, cada uno se la jugó en sus dichos... no se guardaron nada, hablaron de lo bueno y de lo que hay que mejorar. Me gustó esa sensatez, característica que nos han transmitido los vascos”.
El reportaje se grabó en distintas localizaciones de Euskal Herria y también en Argentina: “En junio estuvimos allá, en Euskadi, y en julio acá, en mi lugar, la comarca Viedma Patagones, la capital histórica de la Patagonia y primer asentamiento europeo”. Reconoce sus intensos lazos de unión con la tierra de sus antepasados: “Teniendo dos patrias distantes a 13.000 kilómetros es necesario para mí poder ir seguido, sobre todo porque desde que soy euskaldun, decidí vivir también en euskera. Entonces, ir allá implica caminar por sus calles y observar quién habla en euskera, cuánto lo escucho y en dónde... También he ido por deporte, por el euskera, por trabajo y de vacaciones”.
Rocío Basterra, nieta de inmigrantes navarros, siempre ha vivido en la distancia una intensa relación con Euskadi: “En mi familia solo se conocían pocas palabras y algunas canciones. Y acá no había posibilidad de aprender euskera; cuando me fui a vivir a Bahía Blanca comencé a estudiar en la Unión Vasca y enseguida me propusieron entrar en un programa de HABE (Argentinan Euskaraz) para enseñar euskera. Me hice euskaldun en Argentina y al estudiar en Maizpide (barnetegi de Lazkao) y vivir en el Goierri aprendí a hablar con más velocidad. Me enamoré de esta lengua por la que voy a luchar siempre”.
Esta mujer de 36 años es una enamorada de la cultura vasca y después de dominar el euskera se ha propuesto difundirlo y por ello da clases en la Euskal Etxea de Viedma Patagones. Es precursora de actividades culturales que crean lazos entre Argentina y Euskadi. Sobre los entrevistados que salen en su reportaje destaca que “todos me dejaron algo, me hicieron ver sus valores desde la sencillez y la modestia”. En otras entrevistas ha señalado que todos ellos destacan en las disciplinas que han desarrollado y que le hicieron sentir momentos entrañables a lo largo de todas las conversaciones.
EN FAMILIA La televisión no es un medio desconocido para ella, sobre todo Euskal Telebista. En el verano de 2012, junto con el actor de Iparralde Joanes Passicot, que ejerció de guía, y la polaca Sonia Kolazcek estuvo en el programa Yes we jai recorriendo las principales fiestas de Euskal Herria. Rocío Basterra comenta cuál es su relación con el medio televisivo como espectadora: “Soy bastante crítica con la televisión, puesto que acá lo que más se consume, en mi opinión, son los formatos de reality, chimentos (espectáculos) y a mí lo que me interesa es la cultura y las actividades que dejan algo, esas que uno luego de atravesarlas ya no es el mismo”.
Relata cómo su madre, cuando ella tenía tres años, “creó un programa cultural para niños. Ello a raíz de que acá, en la Patagonia, se veían programas de Buenos Aires y estando a 1.000 kilómetros, no podíamos mandar nuestros dibujitos como todos los chicos, así surgió el programa Mi ratito: yo era el conejo de la sabiduría y llevaba a la conductora (mi mamá) una noticia curiosa de la región: la primera maestra de la Patagonia, el nombre del árbol más antiguo, etc. Mi papá filmaba, mi hermana era notera, mis primos eran multifunción, pero siempre vestidos de gauchos. Mi abuela hacía los disfraces y los tíos ayudaban en la producción. Con esos antecedentes, imposible no amar hacer televisión pero desde lo sencillo y lo familiar”, sentencia Rocío Basterra.