Por Asier Díez Mon / Bogotá, Colombia. Ha acompañado al lehendakari en todos los encuentros de carácter económico que se han celebrado en el marco del viaje oficial a Colombia. Pegado al día a día, Rafael Kutz destaca la importancia de un mercado que tiene lazos históricos con las compañías de Euskadi y que en el presente mira con interés la trayectoria de la innovación vasca.
La imagen del viaje a Colombia es la reunión de Urkullu con el presidente Santos, ¿pero se han alcanzado los objetivos económicos?
-A través del evento que organizamos el primer día con todas las instituciones dependientes del Ministerio de Economía, con el Programa de Transformación Productiva (PTP), con Procolombia y con INNpulsa, ya ha habido contacto directo entre las empresas vascas y los equipos de esos organismos públicos. Algunos ya se conocían porque organizamos periódicamente reuniones sectoriales con las agencias del Gobierno colombiano, pero algunas, por su actividad o por que han llegado recientemente, no se habían reunido con ellos y ya han tomado ese contacto.
¿La presencia del lehendakari lo ha facilitado?
-Obviamente, un viaje del lehendari hace que la delegación esté en el escaparate y gente que igual no se habría acercado o que desconocía la actividad exacta que realiza la delegación del Gobierno vasco ha tenido un conocimiento más profundo y ya ha tomado contacto, nos han llamado o nos han escrito. Eso es justo lo que se persigue, sinergias entre lo institucional, lo empresarial y toda la colectividad vasca en Colombia.
Por un lado se han abierto puertas y por otro se ha dinamizado lo que estaba en marcha.
-Exactamente y te da presencia. El lehendakari es la máxima personalidad del Gobierno vasco y que haya venido aquí genera interés de medios de comunicación, publicidad, genera presencia y también visualiza mucho el trabajo que lleva haciendo desde hace nueve años la delegación de Euskadi en Colombia.
¿Qué se espera del acuerdo de cooperación con Cundinamarca?
-A nivel de proyectos sobre todo hay un sector claro, que es el medioambiental. Y ahí hay un proyecto muy importante, que es la regeneración del río Bogotá. Un proyecto que no solo concierne a Cundinamarca, también está implicado el Gobierno de la República y la alcaldía de Bogotá. Es una reestructuración urbana, salvando las diferencias, del estilo de la de Bilbao. Hay que recuperar suelos, reurbanizar la ciudad, orientar la ciudad hacia el río porque ahora vive de espaldas. Y es un proyecto que va a generar muchísimo trabajo y donde las empresas de Euskadi tienen una posición privilegiada. Una situación que, entre otras cosas, no solo, se debe a la relación que tenemos con la gobernación de Cundinamarca desde que asumió el poder hace año y medio.
¿Qué se ha hecho en ese tiempo?
-Las empresas ya han tenido ocasión de estar con los equipos técnicos de Cundinamarca, además tenemos muy buena relación con Medio Ambiente, con lo cual las compañías vascas tienen una información muy de primera mano de cómo va a ser el proyecto. Y además el prestigio de Euskadi aquí es muy alto.
¿En ese ámbito se enmarcan los proyectos de licitación a los que pueden optar empresas vascas?
-Transciende de ese ámbito, son para el conjunto de Colombia. Este es un país con una ebullición económica muy fuerte y por coyunturas sociales o políticas hay mucho por hacer. A través del programa que tenemos firmado con Findeter -el organismo público que financia el desarrollo del país- ha habido mucho trabajo de empresas de Euskadi a nivel municipal. Es un programa de desarrollo municipal, no voy a dar nombres por si acaso, pero hay empresas que ya han sacado seis, siete, ocho contratos en estudios urbanísticos, estudios medioambientales o saneamiento de aguas. El conocimiento del país es muy importante para optar a nuevos proyectos y, además, habiéndose presentado antes tienen mucho terreno ganado.
El proceso de paz va a añadir más intensidad al crecimiento del país.
-Totalmente.
¿En que sectores hay mayores oportunidades de negocio para las empresas vascas?
-Hay uno que es obvio, que es todo el tema de infraestructuras. Hay zonas que por la situación de violencia no han podido tener un desarrollo urbano como debería ser. En el lado educativo también va a ser necesario construir colegios, a la vez que hay que implementar mallas curriculares, sistemas de educación, en zonas donde el analfabetismo es muy grande. Euskadi tiene empresas que son punteras y son líderes en este tipo de temas educativos. También hay oportunidades en bienes de equipo. Colombia tenía más de un 30% del territorio donde la presencia institucional era escasa, nula en algunos casos, pero con esta apertura del proceso de paz y con esta regeneración social, las oportunidades son multisectoriales.
¿La segunda ola de oportunidades estará más centrada en la industrialización?
-Por ejemplo, uno de los puntos clave del proceso de paz es la reinserción y dentro de la reinserción está la creación de núcleos económicos productivos que permitan mejorar a personas que por la situación vivida no han podido ejercer una actividad económica y no haya tenido una vida normal. Desde temas agrícolas, temas industriales y Euskadi es una economía que domina esos temas, tiene experiencia, y eso es algo que se valora mucho desde el Gobierno colombiano en la reconstrucción del país.
Las autoridades colombianas han destacado el prestigio industrial vasco, ¿qué papel juega el delegado en impulsar la marca Euskadi?
-Es clave el papel de toda la delegación, no solo en Colombia, y no del delegado, de todo el equipo. La figura de la delegación traslada a los gobiernos locales la imagen de un gobierno vasco comprometido con el país. Los viajes del lehendakari tienen su papel, pero la presencia estable es un día a día, un contacto permanente con las empresas, con nuestra colectividad y con la realidad del país. Mucha empresa colombiana nos consulta sobre temas de Euskadi, no solo vendemos a nuestras empresas, también la marca Euskadi para que empresas de este país o chilenas, donde también soy delegado, vayan a Euskadi a hacer negocios.
Luego está el papel de la empresa.
-Sí que es verdad que en Latinoamérica en general y en Colombia en particular hay un prestigio vasco que trasciende a la delegación. Es un prestigio ganado durante décadas. Aquí hablan siempre de la familia Echeverri, que fue la que introdujo el modelo industrial en Colombia y que en su momento fueron los más ricos del país. Trajeron la maquinaria, los procesos, la manera de trabajar industrial vasca. Hay que aprovechar ese prestigio generado antes para mantenerlo y aumentarlo. Y en ese caso, las empresas hacen un trabajo estupendo aquí y mantienen y proyectan una imagen y, cuando el Gobierno vasco vende sus empresas, es más fácil.
¿Las empresas colombianas que se acercan a la delegación buscan oportunidades en Euskadi?
-Sí y también crear uniones temporales (UTE) con empresas vascas aquí en Colombia con socios con ese perfil de I+D+i, en el que Euskadi se diferencia mucho. Quieren generar nuevos negocios, generar nuevas empresas. Y no solo en Colombia, hay veces que una empresa vasca que está en Perú y una colombiana que quiere hacer negocios en Chile suman fuerzas y trabajan a nivel continental.
La mayoría de las empresas vascas en Colombia son del sector de servicios, ¿se espera un desembarco de compañías industriales?
-Ya las hay. También hay constructoras, ingeniería (tenemos tres o cuatro de las más punteras de Euskadi que llevan años haciendo negocios...), se está diversificando y las empresas están apostando por implantarse en el país. No solo son viajes puntuales. De las 70 empresas vascas que tenemos identificadas, que puede haber alguna más, unas 50 están implantadas con filial y las otras 20 tienen un representante estable. Hay una apuesta grande por el país, que además es clave, porque en Colombia, como en otros países, la implantación también les genera confianza porque ven que hay un compromiso de estabilidad con el país. No es llegar a ver un proyecto, ganar una licitación, sacar un dinero y marcharse. Hay una apuesta por el país a medio y largo plazo.
Ha participado usted en las reuniones del lehendakari durante el viaje, ¿han sacado la conclusión de que las autoridades y las empresas de Colombia también han enfocado Euskadi como objetivo?
-Sí, se ve muy claro con el tema de la innovación, también en otros temas, como la transparencia de Gobierno. Pero sí que es verdad que el trabajo que se ha realizado durante años de la marca Euskadi, innovación, seriedad, transparencia..., es un mensaje que está calando. En la mayoría de las reuniones no ha habido que contarles lo que somos porque ya están más que informados de lo que se hace. Y es un prestigio, siendo pequeños, que está muy reconocido.