Efe / Tiflis, Georgia. El libro cuenta la historia de los 771 partidos internacionales disputados por el Dinamo Tiflis, símbolo del fútbol georgiano y campeón de la antigua Recopa de Europa en 1981.
El primero de esos partidos internacionales del Dinamo, que había alcanzado la final de Copa soviética en su primer temporada en la elite (1936), tuvo como rival precisamente al combinado vasco el 24 de julio de 1937.
"El Estado tiene planes de realizar una importante inversión en el renacimiento del fútbol georgiano. El futuro de nuestro fútbol tiene unos sólidos cimientos históricos colocados por los vascos", señaló.
Ese primer partido cayó del lado de los vascos por 0-2, con goles del legendario Isidro Lángara, autor de 17 goles en la gira, y de Mináev en propia puerta.
Ante la gran expectación causada, los georgianos se animaron a pedir al Kremlin que los vascos se quedaran en Tiflis unos días más para jugar un segundo partido el 30 de julio.
Eso sí, ésa vez el rival de la selección vasca no fue el Dinamo, sino un combinado de los mejores futbolistas de la república, lo que no impidió que los visitantes ganaran de nuevo (3-1) con dos tantos de Lángara y uno de Emilio Alonso.
"Los vascos abrieron hace 80 años para Georgia y el resto de la URSS toda la riqueza táctica del fútbol. ¡Fue una magnífica lección!", comentó a Efe por su parte Revaz Dzodzuashvili, jugador del Dinamo y de la selección georgiana.
En su opinión, "gracias a los vascos tuvo lugar la integración de los futbolistas georgianos en el mundo del fútbol a nivel mundial".
En Georgia existe una peña del Athletic de Bilbao dirigida por el empresario Lasha Dzhordzhadze, quien adelantó a Efe que se ha dirigido a la federación para que organice un partido de veteranos entre el Dinamo y el Athletic de Bilbao.
Mientras, el histórico futbolista georgiano y campeón olímpico con la URSS en 1988, Guela Ketashvili, comentó que "ya hace muchos años que es aficionado" del equipo vizcaíno.
"Los vascos son muy parecidos a los georgianos. Somos igual de abiertos y temperamentales", señaló a Efe.
Los vascos disputaron nueve partidos en la URSS, de los que ganaron siete, empataron uno y perdieron otro, ante el Spartak Moscú, pero fue en Georgia donde fueron mejor recibidos, tanto en Tiflis como en otras ciudades de la zona.
Quizás porque en su momento en la república caucásica se popularizó la teoría de que los vascos estaban ligados con los antiguos pobladores de Georgia, que en los tiempos remotos también era llamada Iberia.
La gira de la selección vasca, que fue organizada con el fin de recaudar fondos para la causa republicana, arrancó en abril de 1937 en Europa y terminó en América Latina, donde varios de los jugadores se acabarían quedando.