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Aitziber Atxutegi. Saltan las alertas en Jakin, la Agencia Vasca para la Recuperación de la Memoria: el esbozo original de la ikurriña queda destruido en un incendio en la Euskal Etxea de Nueva York durante una fiesta a la que ha sido invitado el lehendakari José Antonio Aguirre. Corre el año 1944. Si no se hace nada por remediarlo, se perderá para siempre el diseño de ese símbolo del pueblo vasco. Los agentes de la agencia deben retroceder al pasado para salvar el boceto antes de que las llamas lo devoren.

Es el punto de partida de la nueva scape room que abrirá sus puertas el próximo viernes en Bilbao de la mano de la Fundación Sabino Arana, que ha querido, a través de uno de estos populares locales, dar a conocer la historia de Euskadi. Porque los dos retos que plantea, aunque con ciertas dosis de licencias creativas para el desarrollo de la acción, están inspirados en acontecimientos reales e históricos. De hecho, aquella fiesta se celebró, en el 307 de Eckford Street, en pleno barrio de Brooklyn, y el lehendakari estuvo presente en ella; el incendio, ficticio, es la excusa para poner en marcha la misión. "El objetivo era buscar una manera distinta de dar a conocer nuestra historia. Desde la fundación organizamos seminarios, conferencias, talleres con niños, visitas guiadas... Pero queríamos buscar otra manera divertida en la que pudieran participar personas de todas las edades", explica su directora, Mireia Zarate. "Y qué mejor que jugando, a través una scape room que están tan en auge".

Si en una de las misiones los participantes viajan al Nueva York del siglo pasado, en la segunda se internarán en la Euskadi ocupada por las tropas franquistas: han de poner a salvo información confidencial oculta en la emblemática librería Verdes de Bilbao antes de que sea localizada por la policía, lo que supondría la caída de la Red Álava y la muerte de cientos de presos en el penal de El Dueso. "Eran cuatro mujeres que hacían de espías entre el Gobierno y los presos, jugándose la vida", echa la vista atrás Zarate. "De esta forma queremos también mostrar que la historia no está hecha solo por hombres y poner en valor el papel que jugaron mujeres que estas".

"Bienvenidos, aspirantes"

"Hola aspirantes, bienvenidos a la agencia Jakin", da la bienvenida una de las instructoras de la agencia después de que se hayan vestido con el chaleco multiusos y les hayan entregado las tablets con las que podrán escanear, conocer la misión a completar y utilizar como intercomunicador con la central. "Como ya sabéis, utilizamos tecnología de última generación para enviar a nuestros jakinzales a lo largo del espacio-tiempo, con el objetivo de recuperar objetos de gran interés para preservar nuestro pasado y nuestro futuro". En las vitrinas se muestran algunos de ellos, desde los bustos de Sabino Arana esculpidos por Jorge Oteiza a antiguas máquinas de escribir, sombreros cloché, prismáticos o gramófonos del siglo pasado, todas ellas piezas originales del archivo de la fundación.

Las diferentes estancias, por su parte, se han recreado con facsímiles y reproducciones de otros objetos que también atesora la fundación. A partir de ese momento, comienza el juego: los agentes, como en cualquier otra scape room, deberán localizar contraseñas, descifrar runas, ordenar objetos y encontrar las pistas que les permitan ir avanzando en la misión, todo ello bajo la presión de las llamas que ascienden por la ventana o las voces de la policía que intenta desarticular la red de espías.

La propuesta está dirigida a personas de todas las edades, a partir de los 16 años, y se podrá jugar tanto en euskera como en castellano. A partir del próximo viernes, y con un precio por grupo de entre 2 y 6 participantes de 90 euros, habrá turnos los jueves y viernes por la tarde, y sábados y domingos durante todo el día. Cada pase tendrá una duración aproximada de una hora y mañana jueves se abrirá una página web para poder realizar las reservas.