Danilo Albín. Estar cerca de la Policía no siempre es sinónimo de seguridad. Así lo han comprobado en la Euskal Etxea de Madrid, situada muy cerca del Congreso y de una comisaría. A pesar de encontrarse en una de las zonas con más policías por metro cuadrado de la capital española, el centro vasco fue atacado esta semana hasta en tres ocasiones por militantes ultraderechistas: primero hubo pintadas, luego una concentración y posteriormente otra “visita” de un grupo más reducido y más violento, que lanzó amenazas. Todo en menos de 24 horas y sin que hubiese ningún tipo de intervención policial.
“La Euskal Etxea no es precisamente una casa nacionalista. En el bar he llegado a ver hasta a Albert Rivera tomando una cerveza”, comenta a Público uno de los socios que el pasado jueves vio en primera persona a los ultraderechistas que se concentraron fuera de la Casa Vasca de Madrid en torno a las 19.00. A esa hora estaba prevista la presentación de una iniciativa a favor del acercamiento de los presos vascos, lo que sirvió de excusa a un grupo de militantes de extrema derecha para acercarse hasta ese edificio.
“Primero vinieron unos cuarenta y estuvieron un rato coreando sus consignas. Luego se marcharon y a los cinco minutos aparecieron unos diez. Ahí ya empezaron a gritarnos otras cosas: ‘hijos de puta’, ‘os vamos a cortar el cuello’ o ‘sé dónde vives’”, relata a este periódico una de las personas que presenció el ataque.
Los encargados de lanzar las amenazas no se identificaron con ningún grupo concreto de extrema derecha, mientras que las pintadas que habían sido realizadas la noche anterior llevaban la firma de las Juventudes de La Falange. Uno de los ultras que aplaudió el ataque desde las redes sociales fue Pedro Pablo Peña, vinculado a la formación nazi Alianza Nacional. A través de su cuenta de Twitter, Peña –quien se presenta como “nacionalista y hitleriano”- reclamó que la “concentración patriota” fuera de la Euskal Etxea “sirva de ensayo”. “Ni un solo acto pro-etarra en nuestras ciudades. No se puede dar voz al discurso histórico, ideológico y político de ETA o de cualquier separatismo”, escribió.
“Te esperas cosas peores”
Nada de esto sorprende a Eduardo González, portavoz de la organización vasca Sare Antifaxista (Red Antifascista). “Esto viene desde muy atrás: en Madrid ha habido charlas sobre presos que llegaron a recibir amenazas de bomba”, subraya. González –cuyo grupo se encarga de denunciar a diario las actividades de la extrema derecha- advierte que las cosas se han puesto bastante más duras al calor de la situación en Catalunya. “En Madrid te esperas cosas peores. Les están dando una manga ancha impresionante”, afirmó.
Por su parte, el presidente de la Euskal Etxea de Madrid, Julio Elejalde, indicó a Público que está valorando la posibilidad de presentar una denuncia por lo ocurrido el pasado jueves, aunque declinó realizar más comentarios.