César García. Fuensanta de Martos ha hecho efectivo su hermanamiento con la localidad vizcaína de Abadiño. El pleno del Ayuntamiento fuensanteño aprobó el pasado 28 de abril esta iniciativa con la que se estrechan los lazos con este municipio vasco en el viven muchas personas oriundas de Fuensanta. Hasta esta población emigraron en los años 50 del siglo XX en busca de un empleo en las fábricas metalúrgicas.
La alcaldesa, Paqui Molina, ha encabezado una delegación que ha visitado Abadiño a lo largo del pasado fin de semana. Molina explica que "fue un acto muy entrañable". Además, ha confesado sentirse enmocionada "como la mayoría de los asistentes porque han sido momentos muy intensos".
Durante la estancia en Abadiño se proyectaron imágenes del pasado y del presente de las localidades y hubo demostraciones de bailes y costumbres populares, degustaciones gastronómicas y visitas a varios puntos de esta comarca vasca como Durango o Miravalles, donde también residen muchos fuensanteños.
La regidora ha explicado que muchos de los vecinos que emigraron a tierras vascas han confesado que "para ellos era una satisfacción que la alcadesa del pueblo donde nacieron y el alcalde del pueblo donde se han ganado la vida se hayan puesto de acuerdo para hacer un hermanamiento de este tipo".
El propio alcalde de Abadiño, José Luis Navarro tiene raíces fuensanteñas y han firmado un acuerdo para que la población vasca devuelva la visita. Será en septiembre cuando los abadiñarras visiten Fuensanta de Martos con motivo de la feria del municipio.
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