Eva Fraile Rodríguez. No es su primera novela, pero sí es la primera vez que escribe dentro de este género, queriendo seguir la estela de otras grandes novelas policíacas como El guardián invisible. Sin embargo, Gerard no escribió Hotz pensando en la pluma de Dolores Redondo, sino en autores como Fitzgerald o Hemingway. Veamos, pues, de qué trata esta novela.
-Bienvenido, Gerard. Un placer charlar contigo. Hotz no es tu primera novela, ¿verdad? La preceden otras obras como Hades. La Era del Infierno o El arpa mágica. ¿En qué se diferencian las unas con las otras?
-Hola, Eva. La primera novela que escribí fue El arpa mágica. Las tres son muy diferentes entre sí. El arpa mágica es una metáfora de cómo la educación que recibimos acaba por destruir nuestra capacidad de fantasear y perseguir contra corriente sueños en apariencia imposibles. Hades. La Era del Infierno es una novela de fantasía o ciencia ficción, en la cual un hombre viaja supuestamente a la escala temporal geológica conocida como Eón Hádico. Trata de la superación del ser humano en un medio hostil. En cuanto a Hotz, es una novela de investigación policíaca.
-Hotz está inspirada en un hecho real acontecido en Orozko, Bizkaia, aunque sabemos que sigue su propio hilo argumental independiente a dicho suceso. ¿Qué te llamó la atención de aquella noticia para escribir posteriormente tu novela?
-El crimen de Orozko fue un suceso brutal y, la verdad, es que no me apetecía nada escribir sobre algo así, donde una persona muere salvajemente apaleada mientras se la humilla. Una forma de paliar ese rechazo y huir de la realidad fue crearle una familia virtual al protagonista de la novela, el comisario Jon Lizardi. Si elegí este suceso fue por seguir el rebufo de la novela de Dolores Redondo El guardián invisible, que transcurría también en parte en un río, si no recuerdo mal.
-Si tuvieses que colocar tu novela Hotz al lado de otras dos obras en una estantería. ¿Cuáles serían y por qué?
-La colocaría entre El gran Gatsby de Scott Fitzgerald, y de París era una fiesta de Hemingway. Cuando escribía Hotz lo hacía pensando en cómo habían sido redactadas estas dos novelas.
-La obra parece mezclar mitología y crímenes. ¿Puedes hablarnos un poco sobre esto?
-En realidad, no hay nada mitológico. Son los testigos los que creen ver a un ser monstruoso. La policía no les da ningún crédito, en este sentido. Durante la novela, las víctimas ven también a su asesino y lo que ven es un ser monstruoso. Pero desde el principio voy dando pistas de que no hay ningún ser raro por ahí, que va matando gente. Hotz, en euskera, significa frío, y creo que el título encaja muy bien con lo que sucede en la novela. Podría haberla titulado Sorrow, como el dibujo de la cubierta, y también le habría venido bien. Pero quería darle un aire de aquí.
-En una ocasión comentaste que te gusta más escribir relatos que escribir novelas. ¿Crees que a partir de Hotz podrían salir más relatos?
-Seguro. En cuanto acabe de escribir la novela que tengo entre manos, me pongo a ello.