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Kepa Oliden. Como señala Zabala Agirre, muchas de las obras de Goyanarte gozaron de numerosas ediciones y reediciones, siendo traducidas varias de ellas a otras lenguas. Probablemente entre todas las más conocidas fuesen 'Campos de hierro' (1951), 'El ventisquero' (1956), 'Tres mujeres' (1956), 'Kilómetro 25' (1959). Pero la que mayor popularidad le dio sin duda fue la novela 'Lago Argentino', editada por primera vez en 1955. Esta obra estaba basada en experiencias personales vividas por el escritor en su viaje a la Patagonia, un periplo de 25 días a caballo por el extremo norte de la Tierra de Fuego. Todavía hoy día 'Lago argentino' es considerada como una de las grandes obras en torno a ese territorio y es frecuente su mención dentro de la literatura de viajes, afirma Zabala.

Además de escritor, Goyanarte fue un activo agente cultural y se involucró en el mundo editorial en 1951, primero de la mano de Victoria Ocampo en la Editorial Sur y después fundando su propio sello en 1956. La Editorial Goyanarte, de talante abiertamente liberal, desarrolló su labor en dos facetas: la edición de un ambicioso catálogo de libros y la revista cultural 'Ficción', por cuyas páginas desfilaron firmas tan reputadas como Borges, Sábado, Benedetti, Roa Bastos...

Pero la literatura fue solo una de las varias facetas que cultivó Juan Goyanarte en su fecunda e interesante biografía.

Alumno de Arano

Velez de Mendizabal detalla que Juan Goyanarte Resusta era el quinto hijo de la segunda esposa del elorrioarra Valentín Goyanarte. Casado a los 44 años con la oñatiarra Catalina Resusta, el matrimonio se afincó en Vitoria, pero la esposa falleció en el parto de su tercer hijo. Valentín contrajo entonces matrimonio con la hermana de la difunta, Micaela, nacida en Mondragón, 24 años más joven que su marido, y se establecieron en la calle Iturriotz de este municipio. Quinto hijo de la segunda madre, Juan nació cuando su padre contaba 61 años y acababa de dejar la alcaldía de la villa.

Juan cursó sus primeros estudios con el famoso maestro Arano en las Escuelas Viteri, pero a los 7 años fue internado en el College Superieur de Salies de Bearn (Francia), donde permanecería durante 8 años.

Aquella experiencia no le debió dejar buen recuerdo pues como afirma Zabala Agirre, Goyanarte «mantendría un cierto hermetismo en torno a todo lo que se refería a su infancia y juventud. A tenor de sus escritos parece como si hubiese nacido en Argentina siendo ya una persona adulta».

Juan Goyanarte orientó su vida hacia la carrera de las armas e ingresó en 1916 en la Academia Militar de Vitoria. Pero lo hizo «con bastante desgana», confesaría más tarde, y al cabo de 2 años partía para Argentina. Allí se emplea como trabajador comercial en la zona interior de Argentina. En esas fechas también se inicia en su pasión por viajar, visitando Brasil y Paraguay.

En 1920 se ve obligado a regresar para realizar el servicio militar, que accede a cumplir al objeto de poder conservar la nacionalidad española. Es destinado a la guerra de Marruecos pero el fallecimiento de su padre hace recaer sobre él una herencia que le permite eludir el servicio militar pagando a otro recluta para que se aliste de su parte, una práctica habitual por entonces.

En 1924 regresa a Argentina y se establece en la localidad de Goyena, cerca de Bahía Blanca, donde «se lanzó a una nueva aventura, esta vez como estanciero». Zabala Arregi relata que Goyanarte alquiló en 1925 una finca de unas mil hectáreas donde desarrollaría numerosas actividades agropecuarias.

Al parecer los negocios no se le dieron mal: «pronto pudo comprar nuevos terrenos y, en 1930, crear una central para la compra-venta de cereales. En 1932, gracias a una exitosa operación de venta de cereales, pudo ampliar nuevamente la hacienda. El desarrollo positivo de sus negocios posibilitó que Goyanarte pudiese abordar otro importante campo de actuación, el de la acción cultural e intelectual».

Persona de crácter reservado y biografía confusa

Zabala Arregi describe a su biografiado Juan Goyanarte como una persona de carácter reservado, del que «no es fácil hallar fotografías publicadas». Liga su autoexilio argentino «a sus demonios familiares más que otro tipo de cuestión». En cualquier caso, los datos del periodo de las guerras civil y mundial son confusos. Se dice que actuó como corresponsal de guerra durante la guerra civil, en el bando republicano. De 1938 a 1939 viajó por Europa y Asia. Durante la guerra mundial parece que pudo estar en la URSS donde tuvo oportunidad de conocer el realismo socialista. Ya en los años cuarenta, de nuevo tenemos constancia de su presencia en América: Paraguay, Estados Unidos, Brasil...