Iratxe Astui. El Museo Euskal Herria de Gernika ha puesto el interés en la obra de Arturo Acebal Idígoras para emprender un nuevo viaje expositivo que narra la historia de los artistas vascos que llevaron la esencia de su cultura a tierras tan distantes como Argentina. Con esta muestra, que se podrá visitar hasta el 24 de noviembre, el centro cultural no solo celebra el legado artístico del creador bilbaíno, nacido en el país sudamericano, sino que también subraya «la importancia de la diáspora vasca en la preservación y difusión de nuestra identidad cultural», apuntó ayer, durante la presentación de la exhibición, la diputada de Euskera, Cultura y Deportes Leixuri Arrizabalaga.
A través de las pinturas, dibujos, cerámicas, bronces y documentos originales de Acebal, la colección compuesta por 56 obras guía a los visitantes por una travesía «emocionante», que entrelaza paisajes, costumbres y rostros de dos culturas profundamente conectadas: las de Euskadi y Argentina. «Esta unión creativa nos recuerda que las fronteras geográficas no pueden separar la esencia de un pueblo y su legado cultural», subrayó también Arrizabalaga.
De madre guipuzcoana y padre cántabro, Arturo Acebal (1912-1977) nació en la ciudad argentina de Tres Algarrobos, «aunque siempre se consideró artista vasco porque la mayor parte de su vida la desarrolló en Bilbao», matizó ayer su hija María José, que también estuvo presente en la sala de exposiciones del Museo Euskal Herria de Gernika, junto a Mariasun, su prima y sobrina del autor.
De figura «estilizada y elegante», quienes conocieron a Arturo le describen como una persona «introvertida, innovadora y con un mundo lleno de arte e inquietudes». Dibujante, pintor, escultor y ceramista, «quizás no sea muy conocido, pero fue muy significativa su labor en los momentos más negros del exilio y la posguerra», describe por su parte Xabier Sáenz, gran conocedor de la vida y obra del autor.
La exposición reúne también en una vitrina documentos «inéditos» del polifacético artista en el exilio «como cartas dirigidas a la familia desde el exilio, catálogos, folletos, carnets y recibos, que ofrecen un vistazo íntimo de su vida», matizó la directora del Museo Euskal Herria de Gernika, Leixuri Arrizabalaga.
Catálogo y conferencias
La exposición 'Arturo Acebal Idígoras. Euskadi Argentina' se completa con una acuarela, nueve dibujos y una docena de piezas de cerámica y bronce «porque mi padre comenzó con la escultura», destacó su hija, María José. «Le gustaba experimentar con las cocciones del barro en alto y bajo fuegos para probar diferentes brillos, colores y resistencias del material», explicó. «Los bronces, en concreto, los realizó por antes de fallecer», recuerda su familia.
La muestra cuenta también con un catálogo, dividido en cinco apartados, que describe precisamente el trabajo y la experiencia de Acebal en diferentes medios y temáticas «como rincones, paisajes, retratos, bodegones y su labor como forjador de formas en bronce». Por otra parte, los historiadores de arte Mikel Lertxundi y Xabier Sáenz de Gorbea se han encargado de contextualizar su obra con breves textos.
El Museo Euskal Herria de Gernika ha organizado un programa paralelo a la muestra 'Arturo Acebal Idígoras. Euskadi Argentina' con el fin de «invitar al público a reflexionar sobre la influencia que el exilio tuvo en quienes lo sufrieron y enseñar cómo vivió el destierro este colectivo, entre los que también se encuentra el artista bermeano, Néstor Basterretxea».
Las propuesta se han programado para el día 12 de julio, con el coloquio en euskera 'Ondarea berbetan', así como para el 12 de septiembre, que tendrá lugar la charla 'Basterretxea en el exilio'.
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