En una iniciativa inédita, de carácter más institucional que artístico, vascos y descendientes de éstos de nuestra ciudad y de toda la región, se reunirán el próximo viernes para darle vida al primer encuentro de bailarines y exbailarines del Centro Vasco Euzko Etxea de Villa María.
El evento tiene por objeto homenajear a referentes de la colectividad euskalduna de Villa María y su área de influencia. Una de las zonas del país donde esta corriente de inmigrantes tuvo mayor raigambre, sobre todo con la llegada de miles de ellos durante la primera mitad del siglo XX.
Justamente, en aquellas fechas fue cuando se fundó la euskal etxea local (“casa vasca” en euskera, el idioma pirenaico), más precisamente el 29 de septiembre del año 1946. Desde entonces, y en más de 70 años de historia (73, para ser precisos), fueron centenares de “dantzaris” (en castellano, bailarines), los que pasaron por la entidad de calle Lisandro de la Torre.
Al principio, a través de actuaciones improvisadas, que se desarrollaban fundamentalmente en fiestas y convites, donde integrantes de la comunidad fogueaban una de las marcas identitarias por excelencia de Euskadi: las danzas. Bailes típicos interpretados con mucho rigor y orgullo, como bien aseguran los especialistas en la materia.
Es el caso, por ejemplo, del aurresku, una danza que aun hoy sirve como homenaje, y que se desenvuelve al ritmo del txistu (flauta tradicional) y el tamboril. Instrumentos que, junto con el acordeón, son la base de la música vasca.
Ayer y hoy
Eran citas donde incluso se hablaba el euskera, se jugaba al mus (juego de cartas nacido en el País Vasco) y se comían y bebían productos típicos de aquel Estado no reconocido oficialmente (ubicado entre España y Francia), como los célebres pintxos (platos en miniatura servidos sobre pequeños panes, con pescados y carnes de vaca y cerdo como protagonistas) y el patxaran (una bebida alcohólica dulce, elaborada con endrinas silvestres en los caseríos de la montaña).
Luego, aquellas presentaciones improvisadas fueron evolucionando hasta devenir en el año 1972 en la formación de la academia de baile Jai Alai, que actualmente funciona con clases gratuitas para tres grupos etarios distintos: txikis (niños), gazteak (jóvenes) y helduak (mayores). Varios de los emblemas de esa agrupación (que representaron a la colectividad en diversos puntos de la provincia, el país e incluso el extranjero), dirán presente en el encuentro del próximo viernes.
“Sabemos que será un encuentro maravilloso. Estamos muy emocionados y contentos de poder realizarlo. Era algo que nos debíamos desde hace tiempo, que nos debíamos como colectividad. Como siempre, nos sentiremos abrazando nuestras raíces, con el fervor y el amor acostumbrados. Hay entre las distintas generaciones una gran expectativa, con la idea no solo de reconocer a los socios y compartir, sino también en construir de cara al futuro”, comentaron los organizadores del evento.
“Queremos que sepan que los bailes vascos forman parte de la identidad de nuestra región. Es parte de nuestra historia como villamarienses y como cordobeses. Porque la idiosincrasia vasca lo es”, agregaron.
Homenajes
Vale destacar que el encuentro es organizado por la Comisión Directiva del Centro Vasco de Villa María conjuntamente con la Comisión de Damas “Emakumeak”, y que comenzará a las 21.30 del viernes, en el Salón Zuberoa de la euskal etxea local.
Asimismo, hay que subrayar que durante la oportunidad se entregará un recordatorio y distinción especial al dantzari Gabriel Valentín Gortari, socio y dantzari destacado por sus labores artísticas en la ciudad de Córdoba y otros puntos del país.
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