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Francisco de Paula García Martín. Curiosidad y pasión son los ingredientes de las investigaciones de Estíbaliz Ruiz de Azúa sobre la Congregación de San Ignaciode Madrid desde la segunda mitad del siglo XIX hasta los principios del XX, realizadas por la Doctora en Historia durante cuatro largos años de trabajo sobre todas las fuentes disponibles y que han ido aclarando, dato a dato, el completísimo relato de su devenir en unas décadas cruciales y perfectamente ocultas por el olvido. Era el gran periodo pendiente de revelación del dilatado trayecto de esta institución vasca, que desde hace ya más de tres siglos planta sus reales en la Corte promoviendo el socorro mutuo y la misericordia o, como hoy define su misión, las acciones solidarias con un claro enfoque a los mayores y a las personas marginadas de diversos colectivos.

Un desempeño, el de la Congregación de San Ignacio sita en la calle Echegaray y con su templo ubicado a la vuelta de la manzana, en la calle del Príncipe (conocido como “de los vascos” en el barrio de las Letras de Madrid), que se puso de manifiesto en la presentación de la obra resultante de la intensa labor de Ruiz de Azúa: el libro puesto de largo el 7 de junio en Euskal-Etxea, el hogar vasco de la ciudad.

Tanto el lugar escogido como los ponentes para la presentación de “La Congregación de San Ignacio: el asociacionismo vasco en Madrid en el umbral del siglo XX” visualizaban el contexto de la relación entre las agrupaciones vascas, las históricas y otras más recientes, que siguen poniendo de manifiesto el interés de muy numerosos oriundos del País por mantener sus vínculos, estrechando lazos entre sí y con todos quienes se acercan a conocer su cultura, carácter y personalidad en el Madrid de ayer y de hoy.

La muy cercana diáspora

El evento reflejó el clima familiar y comprometido de las instituciones vascas de Madrid, con los rostros bien conocidos de sus representantes arropando a Estíbaliz Ruiz de Azúa en un salón de actos abarrotado de amigos y personalidades del mundo académico, profesional y cultural que no quisieron perderse la presentación del libro.

Allí estaba Gorka Alvarez Aramburu presidiendo la presentación en nombre del Gobierno Vasco, que ha editado la obra en la colección Uranzadi de su Biblioteca sobre cultura y diáspora. Director para la Comunidad Vasca en el Exterior del Gobierno Vasco y durante años partícipe de la comunidad vasca madrileña, Gorka recordaba que “los vascos y vascas desde época muy temprana hemos sabido salir al exterior, y Madrid ha sido siempre foco de una importante colectividad relevante tanto en términos cuantitativos como cualitativos”. “Un minucioso trabajo realizado desde el rigor de una vida dedicada a la historia y a la investigación”, recordaba más adelante, dejando también constancia de su vinculación con la Congregación de San Ignacio “de la que Estíbaliz es congregante, y yo también”. Y concluía sus palabras afirmando su “placer de poder presidir este acto en la casa que durante años fue mía también y hablar de nuestra Congregación”.

La autora quiso subrayar por su parte los aspectos técnicos del trabajo, con el recordatorio de las razones del empeño, el despliegue de fuentes de información utilizadas o el acercamiento emocionado a tantas historias concretas, personales, familiares y sociales, que se ponen de manifiesto a lo largo de las 320 páginas de la obra resultante. Un trabajo realizado por Estíbaliz Ruiz de Azúa “desde la curiosidad y una pasión controlada por el oficio de objetividad del historiador pero que, confieso, ha sido el motor emocional de cuatro años de investigaciones y redacción” Y terminaba recordando su propio compromiso de congregante al haber tratado con sus esfuerzos de “cumplir el artículo 52 de los estatutos de nuestra Congregación de San Ignacio, que nos recuerda la obligación de difundir y ‘dar esplendor’ -dicho en bellas palabaras del XVIII- a nuestros fines y misión como congregantes”.

En su turno de palabra repasaba a continuación Íñigo López de Uralde, Delegado en Corte de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País -de la que Estíbaliz Ruiz de Azúa también forma parte, y muy activa-, el dilatado avatar de las sociedades y agrupaciones vascas en Madrid. Su intervención (descargar Pdf aquí) constituía un extractado y completo relato de las catorce instituciones operativas en Madrid -algunas con siglos de presencia, como la propia Congregación o la Bascongada-, a las que se siguen añadiendo nuevas iniciativas hasta el día de hoy.

José Manuel Cajigas, Presidente de la Real Congregación de Naturales y Originarios de las Tres Provincias Vascongadas, más conocida como la Congregación de San Ignacio por haber sido puesta desde su origen bajo la advocación de San Ignacio de Loyola y objeto del estudio del libro, agradecía después la fortuna de contar con “una historiadora como Estíbaliz como congregante, capaz de volcar su enorme capacidad profesional en su trabajo sobre una pequeña comunidad de 400 personas como es actualmente la nuestra”. Y se refería además a la importancia de sentir la “comunidad como grupo humano que tiene conciencia de sí mismo y sentido de pertenencia y de identidad”, como lo demuestra el hecho de mantenerse la pujanza de la institución en números similares a los existentes durante el periodo objeto del estudio, hace 150 años.

La erudita participación de la Catedrática de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), María Victoria López-Cordóncerraría el turno de las intervenciones. López-Cordón quiso relatar el contexto de la Congregación de San Ignacio desde su origen para, en la descripción del trabajo de Estábaliz Ruiz de Azúa, acentuar su muy relevante aportación “a la historia viva de Madrid, pues las vidas e historias de los vascos de esta comunidad concreta constituyen un magnífico reflejo del Madrid de su tiempo”. Al tratarse de un enfoque de la historia con fuerte vertiente social, señalaba la Catedrática que “el Madrid en el que está ubicada la Congregación es coprotagonista del estudio: puede decirse que el libro de Estíbaliz es una pieza más dentro del estilo de la literatura realista de época”.