Leonardo Silva. Las mejores bodegas salteñas de buen vino tannat realizaron una degustación de sus tintos atendidas por sus propios dueños, lo que demostraba estar a la altura de la relevancia de los invitados. Es así que la sede de la colectividad vasca en nuestra ciudad se vio desbordada por personas interesadas en escuchar las ideas que Ander de la Fuente Arana tenía para proponernos a los salteños. Con él hablamos tras su larga y fundamentada exposición.
– ¿Cómo llega a este proyecto de resignificación del pasaje fluvial de Salto?
– Estábamos en la ciudad de Melo, allá por el año 2014 o 2015 se ponen con contacto con nosotros la gente de Saltoko. Le acoto que nosotros ya llevábamos algún tiempo trabajando en Uruguay de la mano de la Comisión de Patrimonio de la Nación y de la arquitecta Magela Terzano (integrante de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación). En principio identificamos que podía ser un proyecto interesante, pero sin conocerlo en toda su dimensión. Nos comprometimos a venir a Salto a conocerlo, y para venir no queríamos hacerlo con las manos vacías, por eso elaboramos previamente un estudio en la distancia, a mil kilómetros, con todos los errores que eso pueda traer, de lo que se podría analizar desde nuestro punto de vista, e incluso plantear una propuesta en este entorno. A partir de ahí, llegamos acá, vemos la realidad que había y se nos multiplicaron las expectativas por diez, es muchísimo más interesante de lo que pensábamos en un principio.
– Lo vimos realizar una exposición bastante apasionada y comprometida con este proyecto…
– Me atrapó, lo confieso, porque es un elemento del patrimonio industrial de primer orden. En realidad, yo tenía una idea equivocada como técnico de que era una bodega más bien artesanal y que tenía unas estructuras bastantes sencillas, pero nada más lejos de la realidad. Es posible que tengamos incluso estructuras que permanecen de algún tipo de vagoneta de evacuación de los residuos y algún tipo de sistema de elevación de la uva que eran muy complejos, propio de una industria más que de una bodega en uso.
– No solo habla de la bodega Harriague, también vimos que estaría incluida en el proyecto los astilleros.
– En lo que podamos y en lo que nos dejen sí, pero como decía aquel proverbio chino “para recorrer mil kilómetros hay que dar un paso”, y hay que ser muy humildes en ese primer paso y tratar primero de dar una primera aproximación, y si tiene la aceptación social, política, cultural y comercial suficiente, seguir adelante, si no, corregirlo.
– ¿Se trata de un aporte de la cultura vasca para rescatar la herencia vasca que se encuentra en nuestras tierras?
– No, es un aporte de la Cátedra UNESCO a través de un contacto que circunstancialmente ha sido la Casa Vasca, porque nosotros también somos de allá, pero que no está mirando a la colectividad vasca, lo que está mirando son proyectos con interés social y cultural en sentido amplio. Acabamos de volver de Perú, de la zona de Cuzco, con la cual no nos une absolutamente ninguna ligazón cultural o de raíz vasca, y sin embargo allí tenemos planteados una serie de proyectos de recuperación, precisamente, de ese orgullo de pertenencia que nos sirve para construir los proyectos de mejora de la realidad social.
– Le preguntaba porque el contacto se dio por la gente de Saltoko, entonces pensé particularmente en el patrimonio, la memoria y la herencia vasca en esta zona del país…
– Si claro, el contacto tiene que ver evidentemente con el hecho de que seamos vascos, pues ellos vinieron a nosotros por el hecho de que fuéramos de allá, y efectivamente hablamos el mismo idioma y conocemos la cultura bien. Pero eso no quiere decir que esto sea un patrimonio de los vascos, ni mucho menos. Es un patrimonio de Salto, y como tal debe ser tratado, no como un patrimonio vasco.
– De todas formas, los vascos hicieron su aporte en la historia de Salto.
– Por supuesto que sí, y eso es lo que nosotros nos hace sentir orgullosos de investigar y conocer. Y en la parte que nos toca podemos sentirnos muy contentos de ir localizando esas huellas de los vascos acá, pero desde ya que no es nuestro único objetivo.
– ¿Cómo definiría lo que es la esencia del ser vasco? Le pregunto porque llegó a nuestro país una película muy divertida que nos daba una aproximación (“Ocho apellidos vascos”), pero uno no logra discernir dónde está la caricatura y dónde se habla en serio.
– La película es un poco como los chistes que se hacen de los estereotipos de cada nación, no pasa de ser una broma divertida. Pero el carácter de los vascos pues es como el carácter de cualquier otro pueblo que esté asociado a una cultura que tiene muy interiorizada. Una cultura que incluye un idioma y una serie de tradiciones que se han mantenido en el tiempo y que lo más importante es que se ha modernizado y se han puesto al día. Entonces, ser vasco hoy en día es tener una mentalidad amplia, internacional, abierta, pero a la vez se trabaja mucho en mantener las raíces de las que venimos. Y bueno, como se dice a veces, medio en serio, medio en broma, es un aldeano global no un ciudadano del mundo.
– ¿Cómo es recorrer América y en ese trayecto encontrarse con vascos que se vinieron a vivir a nuestro continente hace muchos años y que hacen un gran esfuerzo por mantener sus tradiciones?
– Pues que la verdad es como sentirse en casa en cualquier lugar y tener la oportunidad a la vez de conocer otras culturas muy diferentes. Porque claro, lo que aquí podemos encontrar es ese cariño de lo propio pero a la vez también aprender de lo ajeno, de lo distante. Y bueno, como se dice en Euzkera (habla en vasco e inmediatamente traduce) “ponte la boina y ve por el mundo”.
– Volviendo al tema que lo trae por Salto, ¿cuándo comenzaría a concretarse este proyecto que vino a presentar?
– Este proyecto tiene que concretarse ya en una propuesta para el Gobierno Vasco, que no sabemos si se va a aprobar o no, pero que esperemos se pueda aprobar, y que tiene que estar materializado para el mes de mayo.
– ¿En un proyecto concreto?
– Si, en un proyecto concreto.
– Por lo que pudimos apreciar de su exposición esta noche tiene bastante avanzado el estudio del proyecto.
– Están avanzados los conceptos, los enfoques y demás, pero eso es solamente una propuesta que se somete al criterio de lo que luego podrán opinar acá por parte de la gente que tiene que participar en este proyecto.
– Esta es su primera visita a Salto, ¿cómo lo vio?
– Pues a mí me ha sorprendido muy gratamente porque Salto es una ciudad turística al exterior, en el buen sentido de la palabra turística, está muy promocionada. Cuando uno consulta en internet o en distintos medios, puede oír hablar de Salto y de sus excelencias, pero luego vivirlo es algo muy diferente. Esto es muchísimo más rico, tiene muchas más aportaciones culturales que lo que nos puedan vender al exterior, y tiene muchísimo patrimonio en todos los sentidos, aparte de una gente absolutamente abierta.