Juanma Velasco/Berlín. Su actividad en el día a día es constante. Tiene un amplio calendario de eventos con presentaciones de libros -desde hace años traducen al alemán obras en euskera-, conciertos y obras de teatro. Además, entre jueves y sábado se organizan distintos turnos para ofrecer clases de euskera y bailes vascos. La agenda de los dos próximos días debería estrechar lazos con el Athletic. Es muy posible que el club rojiblanco aproveche la visita para mantener algún encuentro con los responsables de la asociación que en 2014 fue galardonada con el premio ENE de Eusko Ikaskuntza.
El día de Gernika
La Casa Vasca de Berlín tuvo como uno de sus principales artífices a Fritz Teppich, un berlinés que con 17 años cruzó fronteras para luchar en el 36 junto a las tropas que hacían frente a Franco. Enlazó la guerra civil con la resistencia en la Segunda Guerra Mundial y tras haber combatido en distintos enclaves y pasar una temporada en la cárcel regresó a Alemania con la contienda finalizada.
Nunca rompió el vínculo con Euskadi y en 1996 impulsó un viaje a Gernika. Constanze Lindeman, cofundadora de la asociación, fue a una oficina de Iberia para interesarse por la posibilidad de organizar un tour para un grupo y al otro lado del mostrador se encontró con Ainhoa Añorga, vasca de nacimiento y en Berlín por cuestiones laborales. Ainhoa, guipuzcoana de cuna, es ahora la presidenta de la Euskal Etxea.
La relación de la Euskal Etxea de Berlín y Gernika no ha cesado en ningún momento, proponiendo actos de reconciliación y exposiciones. Cada 26 de abril no fallan al respetuoso recuerdo a las víctimas del bombardeo que se organiza en la Plaza Gernika, en el distrito de Zehlendorf.