Fresno, EEUU. Tras dos años en los que la pandemia se llevó por delante la temporada anual de picnics vascos de EEUU, parece que este año las aguas vuelven a su cauce. El pasado sábado la Euskal Etxea de Fresno llevó a cabo en Caruthers el primer picni de la temporada. Poco después de las 10:30 se inició la misa oficiada por aita Antton Egiguren y se dio el pistoletazo de salida a la jornada festiva en el amplio pabellón cedido por el orondriztarra Tony Campos y su empresa de almendras y frutos secos, en plena zona de pantaciones agrícolas.
Le siguió una comida tipo barbacoa y hacia las dos una parada o desfile con los músicos, klika, dantzaris y demás músicos y artistas intervinientes en el programa de la tarde. Los miembros de la klika llegaron de diferentes rincones californianos y hasta de Utah. Participaron Jean Flesher, Javier Lesaca, Jean Pierre Etchechury, Dominique Camou, Christian Camou, Jean-Pierre Etcheverry, Jean-Pierre Dalia, Gabriel Dalia, Michelle Iturriria, Jean-Baptiste Bidegaray, Johnny Etchamendy, Marianna Etchamendy y Pampi Etchechury.
Regalo a Manuela Etchechury
A destacar el gran trabajo de las y los dantzaris de Fresno, comandados por la acordeonista y dantzari Manuela Etchechury. Junto a ella bailaron Gabriel Etcheverry, Emelia & Eva Martinez, Claire Baradat, Juliana Ayerza, Robynn (Calzacorta) Huber, Michaela Betbeder, Madalynn Calzacorta, Emma Esteve Manley, Casey Campos, Elena Campos, Angelina Echeverria, Dominique Etchechury, Pampi Etchechuri, Berklet Hayes, Elisa (Calzacorta) Huber, Kim Calzacorta, Berkely, Devonne Etcheverry, Frances Echeverria, Trip Echeverria y Cole Calzacorta.
Precisamente los dantzaris de Fresno hicieron entrega de un regalo a su directora y acordeonista Manuela Etchechury, un cajón o atril de madera, con un lauburu grabado. Manuela lo agradeció señalando que "estar involucrada con la danza vasca ha sido parte de mi vida desde que tenía 5 años". "Aita, ama y mi hermano son estupendos dantzaris, al igual que mi marido Jean Pierre y mis hijos Dominique y Pampi. Nos encanta celebrar nuestra cultura a través del baile, la música y la comida. Es muy gratificante enseñar a bailar y ver a estos niños y adultos divertirse en la pista de baile. Tengo la suerte de que Dominique y Pampi hayan podido aprender y mantener las tradiciones. El regalo de este hermoso atril que he recibido del grupo de baile me ha alegrado especialmente. Todos mis bailarines lo firmaron por dentro". "Gracias de todo corazón", finaliza.
El baile público o romería corrió a media tarde a cargo de la banda vasca norteamericana Amerikanuak, que lidera Jean Flesher. Junto a él, acordeón y voz, la formación estuvo compuesta por Michelle Iturriria, trompeta y voz, y Jean-Pierre Etchechury a la batería. Ofrecieron música tradicional bailable vasco-norteamericana hasta poco antes de las diez de la noche.
Los Camou y los Etchechury
A lo largo de la jornada se veía al público contento de poder volver a saludar y reunirse con quienes no veían desde antes de la pandemia. Entre los músicos y artistas, un placer, por ejemplo, ver a los makilaris Dominique y Christian Camou, padre e hijo --el hijo, diecisiete años-- evolucionando con la klika cada cual con su makila, manteniendo y asegurando la tradición y buena reputación makilari de que su familia goza en California.
Para finalizar, queremos mencionar especialmente a la familia Etchechury, a Jean-Pierre y Manuela, californianos que llevan toda su vida viviendo intensamente y contribuyendo con su esfuerzo a la perpetuación de la cultura vasca que heredaron de sus mayores. Lo hacen junto a sus dos hijos, Dominique y Pampi. El sábado, como tantas veces antes, se podía ver a los Etchechury lo mismo en la organización, que como músicos, dantzaris, miembros de la klika, tocando para el grupo de baile, para el público en la romería... O al día siguiente, en el Santa Fe, el restaurante vasco que regentan, sirviendo el tradicional desayuno o brunch vasco.