euskalkultura.eus

Buenos Aires, Argentina. A diferencia de lo que sucede en el hemisferio norte, donde en esta época —inicios de verano— asoma ya el calor, en numerosos puntos del cono sur —que inicia su invierno— el frio invita a reunirse en torno a las hogueras. En la más larga de las noches de invierno, pero también en su víspera e incluso a lo largo de los días siguientes, euskal etxeas de la zona, junto a otras muchas en el mundo, han celebrado la noche de San Juan con danzas, cenas y encuentros al calor de las fogatas.

Las primeras celebraciones tuvieron lugar la misma víspera de San Juan, el viernes 23. Si bien se trata de una tradición común a diferentes culturas, en Argentina fueron muchas las fogatas y actividades desarrolladas auspiciadas por los centros vascos, en una senda de recuperación tras los años de la pandemia. Algunas de las euskal etxeas convocantes han hecho llegar a EuskalKultura.eus el eco de sus encuentros. He aquí una panorámica, con algunas de esas citas:

El Centro Ibaiko Izarra de Concordia, se unió a la festividad en una cita que contó en su parte culinaria con pintxos de chorizo a la sidra, Tras bailar en torno a la gran fogata, llegó el momento de la quema del muñeco, que simbolizó “todo lo que deseamos dejar atrás”. En Unión Vasca de Bahía Blanca, se dieron cita al atardecer para compartir un chocolate caliente, encender la fogata y bailar hasta la hora de la cena, unas deliciosas alubias, para combatir las bajas temperaturas. Más hacia el sur, los amigos de Haraneko Euskal Etxea de Trelew no dudaron de que “El solsticio de invierno nos trae una noche mágica” y convocaron a cantar, compartir la cena a la canasta, encender la hoguera y brindar en torno a ella.

Preparación de la fogata en Las Flores por el Centro Vasco Loretako Euskaldunak (imagen Las Flores TV)

Ya el sábado 24, en Cañuelas, el Denak Bat encendió su fogata, brindó una exhibición de danzas vascas y ofreció guiso de lentejas. El Gure Etxea tandilense convoco a la Plaza de las Carretas, donde encendió su hoguera y compartió el chocolate caliente y los bailes. En Trenque Lauquen, el Centro Vasco Euskal Sustraiak realizó una caravana que partió desde el Palacio Municipal y concluyó con la quema del muñeco para “deshacerse de lo viejo y dar paso a la nuevo”, repartir golosinas y chocolate caliente. En la Patagonia, los joaldunak se lucieron en la fogata organizada por Aberri Etxea de Viedma, que sirvió cordero al txilindron en una cena amenizada por el Coro Abestu Beti. En Comodoro Rivadavia, la centenaria Asociación Euskal Echea participó al atardecer de las hogueras organizadas por las colectividades ibéricas y a la noche invitó a una romería en su sede social.

Hoguera y quema de los muñecos del Centro Vasco Beti Aurrera de Chivilcoy (foto Beti Aurrera)

El domingo 25, en Azul, el Centro Vasco Gure Txokoa dijo presente en la celebración organizada por la Municipalidad local, en el evento realizado en el Barrio Güemes. Los festejos en Argentina se sucedieron hasta ayer miércoles 28, en que, tras la suspensión por mal tiempo, el Centro Itxaropen de Saladillo pudo finalmente encender su hoguera, celebrar y pedirle al fuego sus buenos deseos para lo que resta del año.

En Montevideo (Uruguay), el viernes 23 los asistentes a la fogata organizada por Haize Hegoa contribuyeron llevando leños, ramas y maderas, y también escritos con los acontecimientos tristes y malos, que arrojaron al fuego. La noche siguiente, Eusko Indarra, el grupo de danza de la euskal etxea montevideana, participó con una muestra de su arte en el festejo organizado por el grupo de baile Xuntos, de la colectividad gallega. Una de las últimas convocatorias tuvo lugar en Chile, de la mano de Euzko Etxea de Viña del Mar y Valparaíso, que el 1 de julio celebró su Noche de San Juan con danzas vascas, empanada y candola.

Y una imagen final, la de la fogata del Centro Vasco Itxaropen de Saladillo: