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Ha sido el encuentro número 23, organizado por la Asociación Simón Bolívar que encabeza la incombustible Amaya Zenarutzabeitia, La mayoría de ellos en Galdakao, punto de encuentro anual de vascos que han residido en el país caribeño, otros nacidos allá y que hoy residen acá, parientes y descendientes de todos ellos e incluso otros de visita estos días por Euskadi. El objetivo, conservar lazos y mantener el sentimiento, la historia y el orgullo de pertenecer a la comunidad vasco-venezolana y a la Diáspora, y transmitirlo a los más jóvenes. Gorka Alvarez, director para la Comunidad Vasca en el Exterior, impuso una insignia al más veterano, Felipe Serna, de 86 años.

Galdakao, Bizkaia. Un año más Galdakao se convirtió el pasado 21 de abril en punto de encuentro vasco-venezolano en Euskadi. Tres y hasta cuatro generaciones de personas vinculadas a la diáspora vasco-venezolan se dieron cita en el restaurante Dog&Foc galdakaoztarra --regentado a la sazón por propietarios venezolanos-- y degustaron delicias de la cocina del país caribeño en un ambiente de hermandad, en el que no faltaron historias de la rica presencia vasca en Venezuela y otras relacionadas por la difícil situación de carencia que atraviesa hoy la república bolivariana.

El día se inició, para quienes así lo quisieron, con una misa en recuerdo a los integrantes fallecidos de la comunidad,celebrada en la iglesia de Santa María, abajo en Galdakao.

Le siguió, ya en el exterior del restaurante, un aperitivo con corros y encuentros entre personas que, en muchas ocasiones, no se habían visto desde la edición del pasado año de esta misma jornada. Este año la asistencia fue algo inferior a la del pasado año, en que superó el centenar de personas.

Como cada año, se rindió un pequeño homenaje a la persona de mayor edad, que en esta ocasión recayó en Felipe Serna, que a sus 86 años no se pierde ninguna edición del encuentro. Le impuso una insignia con un ekilore Gorka Alvarez Aranburu, director para la Comunidad Vasca en el Exterior del Gobierno Vasco.

Faltan solo dos años para que el encuentro anual llegue a su edición 25 y ya hay quien comenta de organizar una edición especial, en la que se reconozca además la importante labor de reunir y cohesionar a la comunidad vasco-venezolana en Euskadi que lleva a cabo Amaya Zenarutzabeitia al organizar cada año este encuentro y servir de enlace y de fuente de difusión de noticias en torno a la colectividad. No cabe duda de esta médico vasco-venezolana residente en Galdakao se merece un sonoro eskerrik asko.