diáspora y cultura vasca
22/09/2010
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Donostia-San Sebastián. 'La ultima vez que pisé tierras vascas estaba recién operado de la rodilla y estaba en tratamiento de rehabilitación, y lo único que podía hacer era andar en bici. Fue ahí cuando decidí salir de Hondarribia a Leitza en bici para visitar a mis primos', recuerda el mendocino Javi Salvarredi.
Siguiendo la vía verde del Plazaola, de Andoain a Leitza, Salvarredi descubrió la naturaleza de Euskal Herrai y se prometió que cuando regresara recorrería el país en bici. En julio pasado, tres años después, volvió para visitar a su hermana, que vive en Bilbao, y cumplió su promesa.
'Tracé un recorrido tentativo por lugares donde habían amigos y parientes y así fui armando las etapas', recuerda. 'Ha sido una experiencia maravillosa, he disfrutado mucho del encanto geográfico del lugar, de la diversidad con la que viven... Que en 5 km pases por 6 pueblos y que de repente todo lo de color verde pase a a ser todo amarillo no es común verlo por mis pagos mendocinos'.
Vista imponente
Gran parte del recorrido discurre por carreteras secundarias de poco tráfico, 'vías verdes' (antiguos recorridos ferroviarios en desuso adaptados para el cicloturismo) y, dentro de las ciudades, por los 'bidegorri' o carriles-bici. 'Es algo que recomiendo hacer, creo que es algo que se sale un poco de lo común para los que estamos dentro de la Diáspora', comenta.
El recorrido ha sido a ratos tranquilo y a ratos exigente: 'Yo soy de la idea de que cuando las cosas cuestan, el resultado se disfruta mucho más. La accidentada geografía demanda mucho trabajo para coronar los puertos... pero también te asegura una vista imponente de lo que has dejado atrás y de lo que viene por delante', concluye Salvarredi.
A continuación, el propio Salvarredi comparte con los lectores de EuskalKultura.com su DIARIO DE VIAJE:
1ª etapa: HONDARRIBIA - LEITZA (71 km)
Etapa muy dura para ser el primer día. Pasando por Oiartzun, Astigarraga y Hernani emprendí el ascenso a Goizueta… pero la subida no terminó hasta Basakabi; luego, en picada a Leitza, donde me esperaban para comer mis primos.
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2ª etapa: LEITZA - IRUÑA (48 km)
Tranquilo, lo disfruté mucho ya que los primeros 14 km los hice con mi primo, que me acompañó en su bici. Fuimos por la vía verde del Plazaola pasando por el túnel de Uitzi (supuestamente no se puede pasar… 'sabe a jabón pero es queso' reza la leyenda, ja, ja). Llegamos a Lekunberri (pueblo donde termina la vía verde) y mi primo regresó a su hogar. Yo seguí hacia mi destino final. En esta zona ya se empieza a notar el cambio entre la zona vasca bien verde y la zona vasca un poco más amarilla. Llegué a Iruña y me junté con el primo de unos amigos de la euskal etxea de Mendoza que nos visitó hace unos años.
3ª etapa: IRUÑA - LIZARRA (52 km)
Al principio muy duro, mucho calor y con un puerto alto y muy largo (pasando junto al “Cabezón de Etxauri”). Pero al final lo disfruté con un camino muy tranquilo, pasando por Muez, Arizala y llegué a Lizarra donde justo estaban celebrando una fiesta medieval muy atractiva.
4ª etapa: LIZARRA - LANTZIEGO (56 km)
Más calor que la etapa anterior, pero los primeros 30 km por una vía verde muy buena hasta Santa Cruz de Campezo. Al final, cruzar la Sierra de Cantabria con un puerto duro hasta Lapoblación. Antes de coronar el puerto, el camino me llevó al pié de varios generadores eólico (molinos de viento). Luego bajé a Lantziego, donde me junté con unos amigos que hace unos años viajaron a Mendoza.
5ª etapa: LANTZIEGO - ZEGAMA (91 km)
Sin duda, la etapa más dura... Con mucha adrenalina, puse a prueba mi estado físico y si era verdad eso de que tenía algo de sangre vasca. Salí a las 8:30 de la mañana de Lantziego con dirección a Maeztu atravesando el Parque Natural de Izki y luego por los montes de Iturrieta. La idea era hacer noche en Agurain y al otro día cruzar a Zegama por la fantástica e imponente Sierra de Aizkorri.
Terminé de comer en Agurain a eso de las 3 de la tarde y noté que me quedaban energías, por lo que empecé a pedalear en dirección a Zalduondo y luego hacia la montaña por un camino muy empinado. En un momento, el camino se terminó y ya no se podía pedalear más. Me colgué la bici en el hombro y empecé a trepar.
[En pleno ascenso en busca del túnel de San Adrián, bajo una lluvia incesante y un camino muy difícil para el pedaleo (foto J.Salvarredi)]
En un momento estaba adentro de una nube, llovía como nunca… Se me hicieron las 6 de la tarde, no se veía a más de 10 metros, y como no conocía el lugar no sabía para dónde ir. De repente, una calzada medieval me llevó hacia el túnel de San Adrián y logré descender en una travesía pura y exclusiva de mountain bike. Luego del largo descenso, con mucha agua llegué a Zegama a eso de las 20 hs., me junté con los parientes que tengo en el pueblo, con los que compartí una buena cena, patxaran en un bar y a la cama a descansar.
[Bajando al túnel de San Adrián por la Calzada Medieval, en medio de una nube (foto J.Salvarredi)]
Mañana, segunda parte del viaje, con más fotos.
Qué alegría da, leer el relato de un joven por la tierra de nuestros ancestros. Gracias! Esperamos más
María Teresa Vallet, 08/03/2011 13:41
Me ha gustado lo que has escrito, que tanto es para tí como para nosotros los que no tenemos la suerte de seguir siendo jóvenes y poder hacer esos recorridos con las energías que tu tienes. Sigue escribiendo que nos has dejado con la intriga de saber como te ha ido en tus otras escalas por el país de nuestros ancestros, tan castigado por el vecino que no nombraré, pero que es responsable de la diáspora que ha llevado nuestra sangre valiente hasta los mas remotos confines del globo. Gora Euskadi!
Salvador Oria, 22/09/2010 19:33
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