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EUSKALKULTURA.COM. El mismo hombre puede resultar diferente visto desde perspectivas, puntos de vista y tiempo cronológico diferente. Para algunos, la historia de Manuel Ignacio Santa Cruz Loidi se resume en que fue un guerrillero carlista ultraconservador que se alzó contra un gobierno liberal. Otros lo sitúan como un guerrillero vasco que se batió contra la abolición de los fueros que impuso un gobierno español. Hoy, desde Colombia, la Fundación 'Manuel Ignacio Santa Cruz Loydi' reivindica su faceta de hombre de Iglesia y su compromiso con los más desfavorecidos.

La Fundación colombiana 'Manuel Ignacio Santa Cruz Loydi' es una entidad sin animo de lucro que 'orienta su labor a reivindicar, honrar y exaltar la memoria' del sacerdote vasco homónimo que falleció 'el 10 de Agosto de 1926 en el corregimiento de San Ignacio, Municipio de Buesaco en el Departamento de Nariño, república de Colombia-Sur América donde es venerado como un Santo por su vida ejemplar, su humildad, su apostolado, y su liderazgo en apoyo a los más necesitados tanto espiritual como económicamente', según explica la propia entidad.

En predicamento de la Fundación, el Padre Manuel 'merece el reconocimiento del mundo entero por su amor a Dios y a los pobres de San Ignacio. Es emocionante para cualquier persona conocer la vida de este ser humano que dedicó una gran parte de su vida a luchar por causas justas'.

Una obra explica su vida y aporte

El libro 'Don Manuel, el temible cura guerrillero', obra de Isidoro Medina y publicado por la Fundación Santa Cruz, constituye uno de los pasos más importantes que la entidad ha dado hasta la fecha en su tarea de reivindicación del nombre y la labor del sacerdote conocido en el País Vasco como 'Cura Santa Cruz' y en Colombia como 'Cura Loydi'.

En su libro, Isidoro Medina contrapone 'aquel terrible guerrillero español, aquel hombre vasco comandante del ejército real del Norte de España, conservador, carlista' con el humilde cura que en Colombia 'rechazó el nombramiento de comandante del ejército conservador del Sur, realizado por el Obispo de la guerra, enemigo de los liberales y hoy Santo, Fray Ezequiel Moreno y Díaz, durante la guerra de los Mil Días' y que en esta parte americana de su vida 'logró esconderse en el departamento de Nariño durante 34 años, se presentó y vivió en un humilde pueblo llamado San Ignacio y fue ese pueblo el que, para gloria de ellos, vivió esta historia fascinante de religión, justicia, política y vida', en palabras de Medina.

En la obra, el autor recoge escritos críticos que descalifican a Santa Cruz y argumenta contra opiniones formuladas en ese sentido por escritores como Pío Baroja, Azorín, Lekuona, Unamuno y Ortega y Gasset, destacando la vida colombiana del cura, del que afirma 'aprendió a amar, a servir y a entregarse sin límites'.

Bosquejo de su vida

No es posible hablar del siglo XIX en el País Vasco sin hablar de las guerras carlistas y del cura Santa Cruz. Ordenado en el Seminario de Vitoria-Gasteiz, Santa Cruz se hizo cargo en 1866 de la parroquia de Hernialde, en Gipuzkoa, y se convertiría posteriormente en uno de los guerrilleros carlistas más activos. Apresado, huido y retornado en diferentes ocasiones, su nombre se hizo muy conocido, asociado en ocasiones a episodios de gran crueldad. En un momento dado, fue incluso despojado de toda graduación militar por el propio pretendiente carlista.

El elduaindarra abandonó en 1874 el País Vasco para, tras pasar por un convento francés y Londres, embarcar para América, donde pasó sus últimos años, primeramente en Jamaica --15 años-- y más tarde en Colombia, donde moriría en 1926. Su perfil como guerrillero que combatió al gobierno español que abolió los fueros perduró durante mucho tiempo en Euskal Herria y autores como Orixe (en 'Santa Kruz Apaiza', 1929) o, más recientemente, Junes Casenave (en la pastoral 'Santa Kruz güdülari') han dedicado obras a su figura.

Debido a su carácter rebelde de guerrillero y conspirador reaccionario y a su cruel resolución en episodios en los que no dejó contrario alguno con vida, la iconografía española no le ha tratado nada bien; la vasca mejor, no por la constatación de su extrema dureza como guerrillero, aunque sí por su vertiente de firme defensor de la singularidad foral vasca.

[Cuenta el cura Plácido Mújica, autor de un voluminoso diccionario vasco, que viajaba en 1929 a través de los Andes Colombianos desde la ciudad de Pasto cuando sus ojos se fijaron en un trozo de papel ya viejo y descolorido que había debajo de un tronco. 'Lo recogí por curiosidad', escribe, 'y, al leer su título, Argia, quedé como fulminado por una emoción indescriptible' (Argia es una publicación en lengua vasca). Y continúa: 'Por aquellos vericuetos de la selva andina solía pasar dos veces por semana el célebre guerrillero Cura Santa Cruz. Muchas veces me hice esta pregunta: ¿Sería el Cura Santa Cruz el vasco que dejó caer en aquellos remotos parajes el trozo de Argia? Bien pudiera ser, pues el guerrillero (ingresado en la compañía de Jesús a sus 82 años) solía pasar todos los sábados por aquel camino para ir al pueblo de San Ignacio y lo repasaba el domingo de vuelta a la capital. Años más tarde me enteré que efectivamente le enviaban desde Bilbao el semanario Argia'. Aquel hecho, junto a motivaciones anteriores, animaron a aita Plácido Mujika a la elaboración de su conocido diccionario]

Enlaces relacionados

Página web de la Fundación Manuel Ignacio Santa Cruz Loydi
www.donmanuel.org

Fotografías del cura Santa Cruz en esa página web
Galería de imágenes

Reseña del libro en Tiempo, Colombia
Primer sacerdote guerrillero que llegó a Colombia

Libro sobre Santa Cruz de Gaëtan Bernoville
La cruz sangrienta. Historia del cura Santa Cruz

Página web de Elduain, donde nació Santa Cruz
www.elduain.com