diáspora y cultura vasca
11/09/2008
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Montevideo, Uruguay. Compitiendo contra una noche fría y lluviosa y, más que nada, contra una noche de fútbol --jugaba Uruguay contra Colombia por las Eliminatorias para el Mundial del 2010-- los temores que podían albergar los miembros del Centro Haize Hegoa, organizadores del acto, se disiparon ante una concurrencia calificada por ellos mismos de "fantástica, con unas expectativas de los asistentes que resultaron plenamente colmadas".
Instrumentos como la txalaparta, alboka, txistu, ttun-ttun, burruna y trikitixa, que no se escuchan con facilidad por estas tierras, despertaron la curiosidad y admiración del público. Al mismo tiempo, un músico como Beltran, cuya tarea y vocación es rescatar instrumentos vascos antiguos y refrescarlos dotándolos de nuevas composiciones, no podía permanecer indiferente ante instrumentos locales como el candombe, traido a estas tierras por esclavos africanos y que forma parte hoy de la cultura popular uruguaya, por el que se interesó el instrumentista euskaldun.
[Buena parte del grupo durante su actuación en Montevideo (reportaje fotográfico Lucía y Edurne)]
[Juan Mari Beltran con el ttun-ttun en un momento del concierto]
Transmitir y compartir
El concierto logró formar en la sala un ambiente cómplice y entregado, didáctico y cercano en el que Beltran, con su forma natural de dirigirse al público, explicando y compartiendo sus vastos conocimientos sobre instrumentos y música popular captó de inmediato la atención y se ganó a los presentes. 'Juan Mari Beltrán tiene esa forma natural de llegar a la gente, con humildad y sencillez, ofreciendo siempre una palabra de aliento y de enseñanza', ha explicado a EuskalKultura.com el presidente de Haize Hegoa, Enrique Poittevin. 'El poco tiempo que estuvo en la capital uruguaya, fue suficiente para descubrir a una persona cultivada dentro de la música, a la vez que apasionada por aprender más. Lo que sabe lo transmite y lo comparte'.
[En otro momento de la actuación, Aitor tocando la burruna]
[Vista general del concierto, con la sala a rebosar de público y varios asistentes que se animaron a bailar en las primeras filas. Los organizadores de Haize Hegoa se han mostrado muy satisfechos con la respuesta de la sociedad montevideana]
Los vasco-uruguayos no sólo pudieron escuchar estos instrumentos tradicionales, sino que vivieron en primera persona la experiencia de crear una txalaparta. 'A modo de mostrar sus cualidades de profesor y luthier, baste decir que para hacer su presentación en sala, debió construir una txalaparta… Ni bien bajó del avión, fuimos a la barraca de madera, a los efectos de conseguir las tablas adecuadas para tal fin. Sorteadas las miradas curiosas de otros clientes que azorados observaban a un señor golpeando maderos con unos “palos”, se consiguieron los tablones', explica Poittevin. A continuación, en los salones de Haize Hegoa, Beltran trabajó con las tablas hasta conseguir afinarlas y obtener los sonidos deseados, en una exhibición que dejó 'atónitos' a los socios de la entidad euskaltzale. En Haize Hegoa aseguran que ésta será una visita 'díficil de olvidar'.
[En la imagen superior los integrantes del grupo de Juan Mari Beltran junto a varios de los asistentes al concierto]
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