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Elko, EEUU. Este año el festival vasco de Elko, Nevada, ha superado marcas, gracias posiblemente al retorno de una de las actividades preferidas del público: el encierro. El evento, que marcó el comienzo de las fiestas, tuvo lugar en el recinto ferial, donde aquellas personas lo suficientemente valientes --¿o arriesgadas?-- tuvieron la oportunidad de correr delante de cinco toros. El ganadero Dennis Borba se encargó de transportar los animales desde California hasta Nevada. Los participantes firmaban un descargo de responsabilidad y pasaban un control de alcoholemia antes de saltar al recinto. Los más jóvenes, de edades comprendidas entre los 8 y 14 años, disfrutaron de su propio 'encierro' el sábado por la tarde, al correr delante de un gran rebaño de ovejas.

Como cada año, el día central del programa fue el sábado. Hubo quienes madrugaron para tomar parte en la carrera de 5 kilómetros que dio comienzo a las 6 de la mañana. Otros empezaron el día acomodándose a lo largo de las calles de Elko para disfrutar del desfile algo más tarde, a las 10. El Grand Marshall de este año fue Nicholas Beitia, un joven de Elko que se unió al cuerpo de los Marines estadounidense al salir del instituto y que ha servido tanto en Irak como en Afganistán. Nicholas es hijo de Fred Beitia, presidente del Elko Basque Club. También participaron en el desfile los dantzaris locales del Elko Arinak, así como Triskalariak, el grupo de Salt Lake City, llegado desde la vecina Utah.

Tras el desfile por las calles de la ciudad, la gente se dirigió hacia el recinto ferial, para disfrutar de una gran variedad de actividades que se llevaron a cabo desde las doce del mediodía hasta las seis de la tarde, entre ellas actuaciones de baile, concurso de perros pastor, competiciones de deporte rural, encierro infantil y partidos de pelota. La tradicional verbena, que dio comienzo a las 9 de la noche en el propio recinto ferial, puso el broche final a un día lleno de animación.

Los partidos de pelota se reanudaron el domingo por la mañana, antes del concurso de pan de pastores y la misa, que se celebró en el parque municipal a las 11. Las fiestas finalizaron con un picnic y barbacoa, preparada por miembros del centro vasco local, entre ellos Ramon Zugazaga, propietario del restaurante vasco Biltoki. El menú incluía carne y guisado de cordero, alubias, pan, paella, ensalada y postre.

Con las exhibiciones de baile y los concursos de jota e irrintzis del domingo por la tarde se dio por finalizado el festival hasta el próximo año.