Un nuevo libro recoge las claves de la obra y el pensamiento del escultor Jorge Oteiza; Su autor, el crítico Edorta Kortadi, califica el trabajo como de alta divulgación (en El Diario Vasco)

Teresa Flaño/Donostia-San Sebastián. El crítico de arte Edorta Kortadi se ha adentrado en la figura del escultor oriotarra Jorge Oteiza (1908-2003) en 'Oteiza, un genio proteico, un artista poliédrico', que pretende ser «un libro de claves, con un lenguaje accesible, alejado de las grandes tesis para eruditos». Según el autor «se trata de una obra de síntesis de la vida-obra, interseccionadas y presentadas de forma sistemática y diacrónica, a fin de entender mejor la vida de Oteiza, uno de los mejores escultores racionalistas internacionales del siglo XX y lo más parecido a la Bauhaus alemana que hemos tenido aquí».

También señaló que la pretensión era «mostrar la verdadera dimensión del artista, no sólo en su obra, sino en su pensamiento y en su faceta más humana» y huir de «esa imagen de cascarrabias que se le ha querido poner porque realmente era una persona muy cálida y pacífica, que se emocionaba fácilmente, y que sólo se volvía agresivo con los tontos. Era un genio proteico, que decía una cosa y luego la contraria y se quedaba tan fresco como una lechuga».

Kortadi explicó ayer, en la presentación de su trabajo, que se debe reivindicar la figura del escultor porque «a pesar de que ahora está siendo presentado como un precursor del minimalismo, es poco conocido en Europa y es ahora cuando empieza a tener un nombre en Estados Unidos ante la exposición que se va a instalar en Nueva York y que se puede ver en el Reina Sofía».

En primer lugar, el crítico ha querido situar al artista en sus inicios porque «la obra de Oteiza surge en el País Vasco, en la década de los años 30, en el contexto del pensamiento de Aitzol, al que se opone como también los jóvenes vanguardistas --Lekuona, Balenciaga, Cabanas, Aizpúrua--, que creen en un arte vasco, abierto a lo universal, pero con raíces en lo popular y en lo cercano como el cromlech, el menhir, el frontón o la lengua... Un arte vasco no sólo en su iconografía sino en sus propias estructuras internas y en sus formas».

Alta divulgación

El ensayo, que según su autor ha sido realizado con crítica, rigor y claridad, «no es un libro denso, pero tampoco sencillo. Es un libro sintético, sistemático, crítico, audaz, escrito con el corazón, y como de una tirada, teniendo en cuenta todo lo escrito hasta ahora. No es una tesis doctoral. Es un libro de alta divulgación donde las cosas más profundas y complejas están escritas para cualquier persona con ganas de conocer algo más de nuestra cultura. Trata de acercar un poco más la vida y la obra de uno de los pensadores y artistas más significativos y relevantes del País Vasco y de Europa del siglo XX».

Kortadi, que es profesor de Arte de la Universidad de Deusto-San Sebastián, ha dividido su estudio en quince capítulos, intentando aportar detalles que hasta ahora no habían sido tratados en extensión. El primero de los apartados está dedicado a sus orígenes y la infancia del artista. «He incluido referencias a sus padres, cosa inédita hasta ahora en cualquiera de los trabajos realizados sobre la vida de Jorge Oteiza». Otro capítulo recoge la juventud y la toma de postura intelectual, social y política. Fue en 1929, tras abandonar sus estudios de Medicina, cuando comenzó a dedicarse a la escultura. Kortadi señala que «entonces sufrió una crisis religiosa que le aproximó al socialismo y al vasquismo. Decía que había que mezclarlos como en una coctelera».

Su marcha a América, --«parece que intuyó la Guerra Civil»-- y el inicio del encontrismo en el año 35,casi a la par que el movimiento dadaista, significó el reencuentro con la naturaleza, «tan en boga en estos momentos, donde primaban los cuatro elementos presocráticos: agua, aire, fuego y tierra».

El crítico de arte comentaba ayer que «en el libro se muestra una etapa poco conocida como fue su vuelta de América. Vivió en Bilbao y hacía máscaras para muertos, además de retratos para la burguesía». Respecto a este último aspecto, Kortadi se congratuló de que «ahora se recupere esa faceta más figurativa como lo está haciendo Pedro Manterola. Generalmente nos olvidamos del rigor geométrico de Oteiza cuando tiene obras como el retrato que hizo de su mujer que tienen una clara influencia picassiana».

En Oteiza, un genio proteico, un artista poliédrico, Kortadi también incide en La ley de cambios, poco tratado habitualmente. Son dos ponencias escritas a mediados de los 60, donde abordó el arte como un conjunto de fenómenos interrelacionados con el artista como individuo».

En el libro se recuperan también algunas entrevistas publicadas en prensa y una extensa bibliografía sobre la obra de Oteiza.

LOS DATOS

Título: Oteiza, un genio proteico, un artista poliédrico.

Autor: Edorta Kortadi.

Texto: Ensayo que realiza una lectura de la vida-obra de Jorge Oteiza para entender el pensamiento del escultor.

Editorial: Erein.

Páginas: 120.

(publicado el 29-04-2005 en El Diario Vasco)

euskalkultura.eus

Noticias

Un nuevo libro recoge las claves de la obra y el pensamiento del escultor Jorge Oteiza; Su autor, el crítico Edorta Kortadi, califica el trabajo como de alta divulgación (en El Diario Vasco)

Las más leídas

Últimos comentarios