Tres libros rescatan del olvido la aportación de las mujeres a la vida social y asistencial de Pamplona; son fruto del Convenio entre Consistorio y UPNA (en Diario de Noticias)

Lola Canasés/Iruña-Pamplona. 'Mujeres que la historia no nombró', 'La dependencia obligada' y 'De profesión cuidadora' son los títulos de tres nuevos libros editados por el Ayuntamiento de Pamplona dentro de la colección Mujeres de la Historia cuyo objetivo es destacar el papel de las féminas en la historia y en la vida de Pamplona, en particular. Las tres publicaciones fueron presentadas ayer por sus autoras, Mª Juncal Campo Guinea, Sagrario Anaut, Ana Urmeneta y Camino Oslé a las que acompañó la alcaldesa, Yolanda Barcina. Coincidieron en la necesidad de rescatar de la memoria histórica la valiosa aportación de las mujeres, en la mayoría de las ocasiones no reconocida o tapada, y abogaron por un futuro mejor y menos discriminatorio.

Las autoras están vinculadas a la Universidad Pública de Navarra (UPNA), centro académico con el que el Ayuntamiento firmó un acuerdo de colaboración para dar forma al objetivo que recoge el I Plan de Igualdad de Oportunidades de desarrollar actividades dirigidas 'a reivindicar el papel de las mujeres en la vida y en la historia local fomentando el conocimiento de aquellas figuras femeninas que hayan sido relevantes, difundiendo estudios y publicaciones orientados a la recuperación de la memoria histórica de las mujeres'.

Los trabajos, en los que se han implicado más personas como las que respondieron a entrevistas, las que aportaron sus experiencias profesionales o realizaron estudios e investigaciones referidas a los contenidos de los libros, fueron entregados en diciembre de 2002 pero han visto ahora la luz. Las autoras presentaron en rueda de prensa el contenido de las publicaciones. Así, en Mujeres que la historia no nombró , Mª Juncal Campo, con una serie 'colabores heterogéneos', como ella misma explicó, ofrece la recopilación de una treintena de biografías de mujeres pamplonesas o relacionadas con la ciudad que 'por su personalidad, espíritu de vanguardia, actividades, logros destacaron y destacan afortunadamente en distintos ámbitos de la vida y de la historia'.

Destacó que la aportación de las mujeres 'ha sido en muchos casos igual a las de los hombres pero en condiciones más adversas'. Dijo que el libro se refiere a algunas de las mujeres que se han dedicado a la cultura, a la ciencia, al compromiso político o al servicio, labores las desempeñaron 'excluidas de una educación igual y expuestas a la infravaloración, al desconocimiento e incluso al despojo de su aportación intelectual'. Lamentó que hayan quedado pocos testimonios pero aseguró que 'por suerte se percibe su influjo benéfico en las generaciones que se han sucedido hasta nosotros'.

Escritoras como Carmen Navaz. Carmen Baroja, Capitolina Bustince, Francisca Sarasate, Mª Jesús Fernández de Arcaya; médicas como Antonina Aldave; músicas como felisa Munarriz, Emiliana Zubeldia, Isabel Hualde (quien por cierto compuso la letra del Riau-riau); políticas como Ángeles Ibañez, Aurora Gómez, Dora serrano, Hermanas Uriz, Lola Baleztena o Isabel López de Baquedano, son algunas de las mujeres que recopila el libro.

Cuidadas y cuidadoras

En La dependencia obligada (La trampa de la protección en la vida cotidiana de las mujeres de Pamplona en el siglo XX), obra de Sagrario Anaut en la que también han participado Gemma Piérola y Esther San Martín, se realiza un análisis del papel de la mujer como objeto de atención y cuidado y en el reverso de esta perspectiva, recogido en la tercera publicación. De profesión, cuidadora, se plantea la función de la mujer como cuidadora. Sagrario Anaut destacó las aportaciones orales y la búsqueda de documentación en archivos para la realización del trabajo. Explicó que con el primer libro han intentado dar voz e imagen a muchas mujeres de una ciudad que 'además es mayoritariamente femenina' con datos demográficos y laborales y testimonios de mujeres que ponen de manifiesto su vulnerabilidad hacia ciertas cuestiones claves como la dependencia, la violencia o pérdida de salud en una serie de escenarios como la casa, la calle, la escuela y los lugares de ocio.

De profesión cuidadora , según explicaron Ana Urmeneta y Camino Oslé, hace un recorrido de la progresiva profesionalización de los cuidados sanitarios y sociales adscritos a las mujeres. Desde la dedicación voluntaria y gratuita asignada a las ordenes religiosas hasta la profesionalización en la atención de enfermos y la labor de las trabajadoras sociales. Destacaron la labor que han desempeñado las religiosas --Hermanas de la Caridad, Hospitalarias, Adoratrices, Oblatas, Villa Teresita...-- y que pese a la profesionalización de actividades como la enfermería y el trabajo social, estas tareas las siguen desempeñando mayoritariamente mujeres. ¿Por qué los hombres no eligen este tipo de profesiones? preguntó Ana Urmeneta.

(publicado el 14-10-2005 en Diario de Noticias de Navarra)

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