El centro de interpretación Parc de L’aventure Basque en Amérique, situado al norte de Quebec, celebrará Halloween mañana 1 de noviembre. Será su primera fiesta tras un “muy buen verano”, según Mélanie Paquet, directora del museo, explica a EuskalKultura.com. Además de la celebración del Día de Todos los Santos, también organizarán el cuarto ‘Carnaval pistoneige’, en febrero, y visitas guiadas para estudiantes a lo largo del curso.
Trois-Pistoles, Quebec. Mañana 1 de noviembre, el Parc de L’aventure Basque dará la bienvenida a niños y a adultos disfrazados, para celebrar el Día de Todos los Santos. El centro de interpretación se convertirá en un museo encantado con terroríficos cuentacuentos, comida, bebida y mil sorpresas más, tsegún han anunciado sus organizadores. Esperan un centenar de visitantes, como en anteriores ediciones.
El próximo evento que ya han publicitado es el Carnaval pistoneige y será en febrero. Esta fiesta, que poco a poco va ganando adeptos, soplará cuatro velas el próximo año y ofrecerá a los visitantes música en directo, vídeos, deportes, juegos y maquillaje para los más pequeños.
Junto a estas dos fechas ya marcadas en su calendario, el centro organiza, durante el año, una fiesta para Navidad, a la que suelen acudir unas 70 personas; conciertos y música en directo; campañas solidarias; presentaciones de libros; clases; actividades gastronómicas; e, incluso, tres ligas de pala –para mujeres, hombres y niños− una vez han inaugurado el curso oficial, el 15 de junio. En época estival también festejan el Día Nacional de Quebec (24 de junio), llevan a cabo el festival vasco (31 de julio, 1-2 de agosto) y el Mes de las Actividades Arqueológicas (en agosto). A lo largo del año también reciben la visita de estudiantes de los colegios de la zona, ya que cuentan con programas especiales para niños de 8 a 12 años y de 12 a 15.
Sin embargo, la mayor parte de las visitas les llega en verando. Especialmente en los dos últimos, en los que el atractivo principal ha sido la nueva exposición sobre la vida y el trabajo de los balleneros vascos en el siglo XVI. Este ha sido un “muy buen verano”, indica Paquet. “Hemos tenido alrededor de 1.500 visitas (solo en el museo; en el restaurante del exterior han servido unas 5.000 comidas), cifra similar a la del año pasado, pero tres veces más que hace dos veranos. La exposición está siendo exitosa”.
De hecho, el museo recibió un premio en junio por el trabajo realizado, algo que les proporciona fuerzas para seguir trabajando: “Nos gustaría colaborar con otras instituciones, como Euskaldunak de Quebec o NABO”, finaliza la directora.