diáspora y cultura vasca
14/02/2014
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Sabrina Otegi/Buenos Aires, Argentina. Hace ya un par de años que el cineasta euskaldun Josu Martínez está abocado a seguir los rastros de la película Sor Lekua y cómo no, de su creador, el general André Madré. Los esfuerzos, sin embargo, no han dado al día de hoy los frutos esperados y tras una intensa búsqueda Martínez cuenta con varias pistas pero no con muchas certezas. En cualquier caso, el misterio sobre si aún existe una copia con sonido original está planteado y hacerlo público –desde EuskalKultura.com ponemos nuestro grano de arena– seguramente ayudará a que quizás rastreando en la memoria y en las videotecas, aparezca este material, que se convertiría, sin duda, en valioso patrimonio cultural vasco.
Mientras tanto, la copia encontrada no es de menos valor y posiblemente sea presentada en la Diáspora, tal como anhelaba el propio director. Si bien por ahora es sólo una posibilidad, Martínez no descarta que a futuro se pueda hacer una nueva gira por América del Sur y por Estados Unidos. Sobre esto y otros detalles del estado de la investigación conversa el joven euskaldun con nuestro boletín.
-¿Cómo comenzó tu búsqueda de Sor Lekua?
La búsqueda comenzó en el marco del proyecto de doctorado que estoy realizando en la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea. En un comienzo, el tema de investigación iba a ser el cine vasco documental; pero mientras avanzaba en esta línea, encontré que hay muchos trabajos que, desgraciadamente y por distintas razones, no han llegado a nuestra época. A modo de ejemplo puedo citar el film Euzkadi, que fue quemado por los fascistas al entrar a Donostia en 1936. Euzkadi era un trabajo de Teodoro Hernandorena, del año 1933. De la misma manera, di con los datos de esta otra obra, Sor Lekua, una película en euskera, sobre los siete territorios vascos y obra de André Madré.
Aunque había muy pocos datos al respecto, continué investigando. En este proceso encontré algunos artículos que no aparecen mencionados en los libros y eso me llamó mucho la atención. Estos artículos que no aparecen en las bibliografías son artículos en euskera, por lo que se puede conjeturar que los historiadores no pensaron que también debían reparar en la prensa en euskera. Y ese fue otro motivo para seguir adelante.
-¿Así fue que empezaste a seguir los rastros de la película?
Si… estos proyectos suelen ser largos, pero finalmente y a fuerza de buscar, en Navidad de 2012 encontré, en París, a la viuda de André Madré, director de la obra. Ella nos dijo que tenía la película en su casa y así partimos a París, con un grupo de la Universidad. Fue un paso muy importante para el proyecto, en el que incluso el rector se involucró. En ese contexto se firmó un acuerdo entre la Universidad y Madame Madré, para que la película pasara a manos de la Universidad. Pero al llegar a Euskal Herria y examinar el material descubrimos que a la cinta le faltaba el sonido. Tras barajar varias hipótesis –quizás el sonido se borró o quizás imagen y sonido estaban separados…– llegamos a la conclusión de que debía de haber, en algún lugar, una copia completa. Sobre todo, teniendo en cuenta que según los expertos, no era para nada común en aquella época, menos en un pueblo pequeño, que se proyectara imagen y sonido de manera separa.
Sor Lekua se estrenó en Hazparne, Lapurdi [pueblo natal de Madré], en el año 1956. Luego se hicieron otras presentaciones, siempre con la presencia del propio Madré quien llevaba él mismo la película. Evidentemente era algo muy personal para él. Según los datos que tenemos también se proyectó en la euskal etxea de París, en Dakar, cuando Madré estuvo allí como general, y en el Basque Club de San Francisco. André Madré era un militar francés, aviador, y un gran euskaltzale… no hay más que ver que hizo su película en euskera. Según sus propias palabras, hizo este documental para los vascos de la Diáspora ya que él, por su trabajo [general del ejército francés], había pasado gran parte de su vida fuera de Euskal Herria y sabía bien qué era la nostalgia. Como él mismo expresó, hizo una película que pudiera aliviar ese sentimiento.
-Ese dato te animó a seguir el rastro de la película con el audio original en la Diáspora...
Eso y otra pista más. En algunos diarios del año 1963, año en el que André Madré se jubiló, leímos que Madré vendría a América del Sur y que “en diferentes capitales será recibido por las colonias vascas, numerosas en este continente”, dice textualmente –en francés– uno de los periódicos. Esto nos hizo pensar que seguramente habría venido a presentar la película… La película la había hechos unos años antes para los vascos de la Diáspora… era lo más lógico suponer que habría venido a presentarla. Siguiendo esta hipótesis, si hubiera proyectado la película acá, era muy probable también que hubiera una copia –con sonido– por acá, en algún lugar. Y por eso he venido. Y por eso a Argentina, porque si su idea era reunirse con la diáspora vasca, lo esperable es que haya venido a Argentina, donde se encuentra la mayor cantidad de euskal etxeas.
-¿Por dónde comenzaste y qué has encontrado acá?
En Argentina comencé por el Centro Vasco Francés, ya que me pareció muy lógico que él hubiera llegado allí. Pero consulté las actas y me entrevisté con gente de aquella época y no encontré datos. Entonces, comencé a moverme por otros centros grandes de Argentina, también siguiendo la idea de que era más probable que llegara a un centro de una ciudad grande más que a uno de un pueblo pequeño; así, estuve en el Laurak Bat de Buenos Aires, en Rosario, y en Bahía Blanca. También fui a Santiago de Chile e iba a viajar a Montevideo, pero allí el profesor Irigoyen Artetxe ya tenía un informe sobre el material existente y no había datos sobre Sor Lekua… Con otros centros me contacté vía mail… pero sin suerte. Quiero aprovechar, no obstante este punto para agradecer al Profesor Oscar Álvarez Gila, quien me ayudó para establecer los contactos y eso me facilitó mucho la tarea. Lo mismo para el profesor argentino César Arrondo.
-¿Hay posibilidad de que haya algún rastro fuera del ámbito de las euskal etxeas?
Sí, y también me he movido en esa dirección. De hecho hace dos semanas hablé nuevamente por teléfono con la viuda de Madré, y ella me volvió a decir que sí, que Madré hizo ese viaje a América del Sur. Pero también agregó que había otra razón para ese viaje. Aparentemente un familiar de Madré habría sido un religioso muy importante en el siglo XIX; era euskaldun y según lo que me ha dicho Madame Madré, su marido venía a un homenaje que le hacían a esta persona. Es un dato muy impreciso pero aun así he intentado rastrearlo y el único personaje que se me ocurre es Saint Michael Garikoitz, Mikel Garikoitz. Casualmente en 1963 se celebró el centenario de su muerte, y quizás vino a esa ceremonia. No creo que fueran familiares, pero sí es cierto que Mikel Garikoitz, santo bajonavarro nacido en Ibarre, en vistas de la cantidad de euskaldunes que venían aquí desde Iparralde, fundó la Orden de los Padres Bayoneses. Con el objetivo de evangelizar a los euskaldunes de aquí fundó varios colegios, como el Colegio San José de Buenos Aires. También fundó colegios en La Plata y Rosario y luego en Uruguay, Brasil y Paraguay. Así cobraría más sentido la mención en los diarios del viaje de Madré a ‘América del Sur’. Siguiendo este dato consulté también los archivos de los Padres Bayoneses pero tampoco en esta línea hubo suerte. No encontré nada sobre la visita del autor de Sor Lekua.
-¿Cuáles son ahora los siguientes pasos en la investigación?
Llegado a este punto, debo decir que aquel viaje constituye toda una gran incógnita. Casi se podría decir que Madré no pasó por aquí, porque de lo contrario debería haber algún dato, por más pequeño que fuera. Por otro lado, tanto la viuda de Madré como la prensa afirman que vino. Lo que definitivamente no se puede afirmar es que haya traído la película. Quizás haya sido un viaje privado, sin otro motivo. Cuando vuelva a Euskal Herria seguiré la pista de este familiar religioso y tiraré del hilo con la gente de San Francisco, Estados Unidos, donde el film se proyectó. Pero si no aparece nada daré por concluida la búsqueda. Este tipo de proyectos es así… quizás la copia con sonido se haya perdido… Sabemos que existió, y que el audio era en euskera, pero no podemos afirmar que siga existiendo.
En cualquier caso, disponemos de la copia que hemos recuperado en París y tenemos la idea de darla a conocer en la Diáspora. Según se estableció con Madame Madré en el acuerdo firmado, la Universidad hará propio el objetivo original que tenía la película, es decir, que a cambio de recibir la copia la Universidad se compromete a difundirla en la Diáspora. De esta manera, y después de diciembre –cuando finalice la tesis– sería muy lindo poder realizar esa gira por América del Sur y Estados Unidos y proyectar el film. Seguimos sin saber con seguridad si por ejemplo aquí, en Argentina, se proyectó; de modo que, sabiendo que ése era el anhelo de su director,y aunque sesenta años más tarde, procuraremos traerla. La película es hermosa, está muy bien hecha y seguramente será muy bien recibida por los vascos de aquí. Sería muy emocionante poder hacerlo. Cuando la proyectamos en Hazparne, al ser la copia muda, lo hicimos con música en vivo, especialmente dispuesta para la función por el compositor Joserra Senperena. La ejecutó un cuarteto de violonchelo, violín, flauta y txistu. No sé si se podrá realizar de la misma manera aquí, pero en todo caso será algo similar. Sería muy lindo, y si las euskal etxeas de aquí están interesadas, !por qué no hacerlo!
-Puedes ver imágenes del documental, en este enlace de EITB
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