Llavallol, Argentina. 350 niños y niñas de hasta 12 años de euskal etxeas argentinas y del Colegio Euskal Echea se reencontraron el pasado sábado en el 23°Encuentro de Txikis, organizado por FEVA en Llavallol. Muchos de ellos se desplazaron cientos de kilómetros para poder compartir tan solo un día, desde la mañana hasta el atardecer, de juegos, bailes e intercambio con sus pares de otros lares. La jornada contó con el acompañamiento indispensable de 150 adultos y adolescentes, que oficiaron de coordinadores, monitores, ayudantes y hasta cocineros.
La mañana transcurrió a puro juego: pase de pelota, carrera de embolsados, rompecabezas gigantes, carreras con peso, cinchada, carrera de obstáculos y muchos otros. Al mediodía llegó la Korrika. Desde FEVA, Gabriela Mendia explica que “Para cada encuentro se planifica una actividad en la que puedan participar conjuntamente todas las delegaciones con algo que prepararon previamente. Esta vez, fue una Korrika, con 15 postas, un recorrido que pasó por las siete provincias, las siete capitales y llegó a Argentina”.
Por la tarde, se impuso la euskal dantza. Los txikis bailaron Sorgindantza, Orpo punta, Ipurdidantza, Kaskarot, Jorraidantza, Zapia y Alelum, Brujas y Borobila y el ya clásico ‘Gora behera’, una coreografía aeróbica que cierra el encuentro, en la que se integran txikis, adolescentes y adultos.
“La expectativa que teníamos se vio cumplida con creces. Teníamos algunas dudas de lo que podría suceder después de dos años de no encontrarnos, sobre todo en el caso de los txikis, que fueron los que más se resintieron con la no presencialidad. Pero al ver la cantidad de grupos que vino, y las ganas con que vinieron, la verdad es que estamos felices”, reseña a Euskalkultura.eus Arantxa Anitua, presidenta de FEVA.