Ander Egiluz Beramendi. Gracias a la fluida relación que el propio Esnal mantiene con Christian Sida-Valenzuela, director del festival, y tras conseguir el apoyo del Instituto Etxepare, además de las historias de la traviesa abuela, el VLAFF exhibirá siete cortometrajes vascos: ‘A political story’, ‘Cólera’, ‘Hotzanak, for your own safety’, ‘Democracia’, ‘Minerita’, ‘Una hora, un paso’ y ‘Zela Trovke’.
-Después de tres años, ¡la abuela sigue celebrando el Año Nuevo!
-(Ríe) Sí, nada más estrenar la película es normal andar de festival en festival, promocionándola, y así anduve yo también. Ahora, de tanto en cuanto, me siguen contactando desde festivales más pequeños. Es algo bueno, indicativo de que la película gusta.
-‘¡Feliz Año Nuevo, abuela!’ ha sido mostrada en más de 20 festivales de todo el mundo. ¿En qué reside su éxito?
-Yo creo que la película sorprende al espectador porque toma una dirección que no te esperas, y eso se queda grabado en la memoria. Además, es como un cóctel: tiene algo de comedia negra, de comedia blanca, de thriller, de drama… Resulta bastante explosiva para quien no sabe qué va a ver.
-Disfrutar del éxito de tu trabajo debe ser un placer pero, ¿puede también llegar a cansar? Necesitarás tiempo para los nuevos proyectos…
-Creo que siempre es ilusionante. Ocurre también que, una vez terminada la película, casi siempre te olvidas un poco de ella. El primer año, con la promoción y todo eso, la paseas por los festivales, pero luego te olvidas de ella y, a veces, tienes que mirar hacia atrás para recordar lo que querías expresar.
-También eres miembro del jurado en el VLAFF.
-Conocí al director del festival, Christian Sida-Valenzuela, hace unos años y me dijo que le gustaría pasar la película en el festival. Y como en este tipo de festivales pequeños todo está conectado y yo iba a estar aquí, pues me ofrecieron ser miembro del jurado. Lo cierto es que tengo ganas, porque me ha tocado la sección de Nuevos Directores y me apetece ver qué andan haciendo los jóvenes.
-Echando una ojeada al programa te encuentras con la sección ‘Let’s talk in Basque’ (Hablemos en euskera).
-Resulta ilusionante y creo que ventanas así son importantes para nosotros, aunque en este caso se podría decir que yo mismo impulse esa sección. Christian me dijo que quería proyectar la película, pero que no podía porque se trata de un festival de cine latinoamericano. Así que le realicé una selección de películas vascas y se lo tomó muy en serio hasta crear esta sección. Después acudí al Instituto Etxepare y les hablé de que era una buena oportunidad para dar a conocer nuestro cine y nos ayudaron.
-Vancouver es la sede del Zazpiak Bat British Columbia Basque Club. ¿Tienes relación con la diáspora vasca?
-Hasta la fecha no he estado en contacto con la Diáspora, pero siempre he pensado que las euskal etxeak podrían ser una buena puerta de entrada para las películas vascas en el extranjero. Ahora estoy trabajando en un proyecto llamado ‘Dantza’ (Danza), yo también he sido dantzari, y los grupos de danza vascos siempre han tenido mucho contacto con la Diáspora. Las euskal etxeak son una buena puerta de acceso para nuestros trabajos, me gustaría tener más relación con ellas. Además, hoy en día, el cine vasco dispone de algunas películas potentes que puede mostrar y creo que podrían echar un cable importante en su promoción.
-Para terminar, ¿qué tres películas vascas recomendarías a los vascos de la diáspora?
-‘80 egunean’ (En 80 días), ‘Ander’ y el documental ‘Bertsolari’.
(*) La película ‘¡Feliz Año Nuevo, abuela!’ será proyectada en The Cinematheque (1131, Howe Street) de Vancouver este sábado, 6 de septiembre, a las 19:00 de la tarde.