'Txetx' Etcheverry, portavoz de los Artesanos de la Paz:
«Si la manifestación de París logra escenificar un País Vasco diverso, pero con una voz en política penitenciaria, se crearán condiciones para avanzar»
Jorge Sáinz / Donostia-San Sebastián. Fue quien anunció públicamente la fecha del desarme de ETA y ahora es el principal portavoz del colectivo Artesanos de la Paz, organizador de la manifestación del sábado en París por los presos. Jean-Noël Etcheverry, 'Txetx', (Donibane Garazi, 1964) está ya en la capital gala preparando una cita que podría reunir a entre cinco y diez mil personas y que confía en que sea un punto de inflexión. El ecologista y sindicalista de Iparralde hace votos para que Francia sea autónoma de España a la hora de adoptar decisiones penitenciarias.
-¿Creen que Francia puede hacer nuevos gestos hacia los presos tras la marcha de París? ¿Por qué?
-Hay un contexto favorable al cambio por factores como el voto unánime del Consejo de París; el apoyo de un centenar de personalidades como la exministra Taubira, o Hâmon y Mélenchon, candidatos a las presidenciales; o la adhesión de mil electos en Iparralde de todas las sensibilidades, algo extraordinario, que representan a la inmensa mayoría de la población. El Gobierno francés empieza a ver que es una demanda ultramayoritaria, incluso en su partido En Marche! Y es importante que se abriera oficialmente un espacio de diálogo entre el Ministerio de Justicia y los miembros de la sociedad civil del País Vasco y los Artesanos de la Paz. También hay jueces franceses que han tomado decisiones positivas argumentándolas en el nuevo contexto de una ETA desarmada. Si la manifestación logra escenificar un País Vasco diverso que habla con una misma voz, permitirá condiciones positivas para avanzar.
-¿El principal objetivo es acercar a los presos cerca de Euskadi?
-Nuestra reivindicación es el fin del régimen de excepción que padecen los presos y sus familiares. No solo el acercamiento y el reagrupamiento. También la libertad de los presos enfermos, el acceso normal a las libertades condicionales y beneficios, que los condenados por ETA tengan los mismos derechos que el resto de presos, en definitiva. Pero si estamos en una lógica de distensión hay que resolver la dispersión antes de que un nuevo drama cierre la página de esperanza abierta el 8 de abril con el desarme. Soluciones técnicas hay. En Mont-de-Marsan, por ejemplo, hay más de 50 plazas libres, cerca del número total de presos vascos en Francia.
-¿Esperan que pueda haber un primer gesto rápido por el Gobierno francés tras la marcha del sábado?
-Ya hubo una primera señal importante con la supresión del estatus DPS (peligrosidad) a siete presos. ¿Qué ocurrirá con el acercamiento?, no queremos decir nada por razones de confidencialidad y para no crear falsas expectativas. Se comunicarán las cosas cuando estén hechas.
-Históricamente, el Gobierno francés ha sido leal a España, que insiste en mantener la dispersión.
-Hay que destacar que a principios de año Francia modificó su configuración territorial (creando la comunidad de Iparralde), y luego salió muy bien lo del desarme. Son precedentes importantes. El Estado francés es muy capaz de decidir por sí mismo lo que tiene que hacer en sus cárceles, sobre todo ahora que ETA es una organización desarmada. Lo que se haga con los presos no puede estar en función del contexto español. Quiero creer que el Gobierno francés va a decidir por sí mismo lo que conviene hacer porque tiene la posibilidad de ayudar a la distensión. Las próximas semanas y meses nos los van a mostrar. El Estado francés va a escuchar a España pero también a las voces de su propio Estado, donde en el País Vasco de Francia la gran mayoría de parlamentarios y alcaldes de todas las sensibilidades se han pronunciado a favor de otra política penitenciaria, y sería raro que solo escuchara al Gobierno español. Espero que la política penitenciaria francesa se haga en función de lo que pasa en el Estado francés.
«Queremos el fin de la excepcionalidad y que se trate a los presos de ETA como al resto»
«Francia escuchará a España, pero espero que atienda a las voces de su propio Estado»
-¿Que España mantenga la dispersión impide abordar el problema en su conjunto, dado que acoge al grueso de los presos?
-Cada paso adelante lleva en sí mismo un cambio de situación que nos pone en condiciones nuevas. Ahora estamos intentando hacer un paso que tendrá impacto a otros niveles, como ocurrió con el desarme. Un cambio de política penitenciaria en el Estado francés crearía un nuevo contexto, nuevas condiciones y estaríamos en otra situación.
Desmovilización de ETA
-¿Cómo influiría en la cuestión penitenciaria que ETA se desmovilizara y desapareciera?
-Sería un nuevo cambio de situación que tendrá su impacto en el contexto global, pero lo urgente es eliminar el régimen de excepción a los presos, y eso no tiene nada que ver con si ETA desaparece o no. Y si ETA desapareciera, habría que hablar de temas mucho más importantes a nivel de presos. Pero las peticiones públicas a otro actor para hacer algo suelen ser más contraproducentes que facilitadoras.
-¿Qué importancia tiene el papel del presidente de Iparralde, Jean René Etchegaray, a la hora de crear confianzas con París?
-Es importante que Iparralde se pueda apoyar en un 'lehendakari' que responde a sus intereses de una paz global e irreversible.
-¿El hecho de que ETA no atentara en el País Vasco francés ha favorecido acuerdos transversales más difíciles de fraguar en la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra?
-Me resulta difícil opinar sobre cómo deben avanzar en Hegoalde. Pero si queremos que la violencia sea cosa del pasado, hay que alimentar las esperanzas, no las desesperanzas.
-¿De cara a la manifestación, han tenido apoyo del Gobierno Vasco?
-No solemos comentar nuestras relaciones con otros actores, aunque sí espero y llamo a todos a apoyar el trabajo que se está haciendo ahora
-¿Que el foco en España esté puesto en Cataluña, perjudica a los presos o puede facilitar el trabajo?
-No sé, aunque Cataluña demuestra a dónde lleva la intransigencia del Gobierno español. En Francia, aunque muchos sean contrarios a la independencia, ven que no tiene ningún sentido del diálogo y esto va a tener consecuencias en la comprensión que puedan tener algunos aquí de la manera en que el Gobierno del PP gestiona también el caso vasco.
(publicado el 7-12-2017 en El Diario Vasco)