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Más de seis mil personas han asistido los pasados 23, 24 y 25 de agosto a las actividades que bajo la denominación Basque American Festival y bajo los auspicios del Basque Cultural Center y el Basque Club de San Francisco se han desarrollado en la ciudad californiana de South San Francisco.<br><br>

El programa de tres días incluía la Convención Anual de NABO (North American Basque Organizations) en el que se reeligió presidente de este organismo al bajonavarro de San Francisco Pierro Etcharren, así como a los vicepresidentes Mary Gaztambide, representante de Salt Lake City (Utah), y a Bob Echeverria, de Elko (Nevada).<br><br>

La Convención de NABO contó con la presencia de la consejera de Cultura del Gobierno Vasco Miren Azkarate, que asistió aceptando la invitación cursada por Etcharren, presidente de NABO, en la visita que éste giro a Vitoria-Gasteiz el pasado junio, acompañado por John Ysursa, responsable de Cultura dentro de NABO, y de Martin Goikoetxea, responsable de Euskara. En el transcurso de la Convención, Azkarate, junto al técnico de HABE Kinku Zinkunegi, presentaron ante los delegados asistentes la nueva versión de Hezinet, método para aprender euskera a través del ordenador, en este caso en su versión adaptada a usuarios de habla inglesa. Son ya media docena los centros vascos norteamericanos que comenzarán en breve a hacer uso del mismo.<br><br>

El pistoletazo de salida a la parte festiva del encuentro vasco californiano se produjo el viernes por la noche con la celebración en el South San Francisco Convention Center de un magno festival en el que también intervinieron autoridades locales. Durante el fin de semana, tres ikurrinas coparon las tres astas del Ayuntamiento, cuyo alcalde en funciones coinauguró el evento; también las tres astas del Palacio de Congresos lucieron sendas banderas de Estados Unidos, California y Euskal Herria.<br><br>

Artistas y grupos vascos de cuatro estados, así como invitados procedentes de Euskal Herria actuaron con números breves en el festival, y en actuaciones más extensas en el transcurso del fin de semana, en este caso en los diversos tablados habilitados en las campas del Orange Park de South San Francisco. Entre los grupos norteamericanos se hallaban, además del Zazpiak Bat de San Francisco, los grupos de baile de Los Baños y Chino, en California; Zenbat Gara, Reno Zazpiak Bat y Elko Irrintzi, de Nevada; Triskalariak de Salt Lake City, Utah; y Oinkari, de Boise, Idaho. Junto a ellos actuaron los bertsolaris norteamericanos Johnny Curutchet, Jesús Arriada y Gexan Alfaro, de San Francisco; y Martin Goikoetexea, de Rock Springs, Wyoming; y las corales Bihotzetik de Boise y Elgarrekin de San Francisco.<br><br>

La representación artística europea corrió a cargo del grupo de dantzaris de Ezkiula, en Xiberoa, y del también xiberotarra Mixel Etxekopar, que encandiló a los asistentes en cada una de sus actuaciones. También los hermanos bajonavarros Saldubehere, llegados desde Aldude, y el grupo Ketxo, ya en las verbenas publicas del sabado y el domingo --celebradas ambas en el salon principal de la cercana Euskal Etxea-- reunieron a numeroso publico, que participó bailando y en algun caso coreando sus piezas tanto modernas como tradicionales.<br><br>

El momento sin duda más emotivo del fin de semana fue la entrega de los recién instaurados premios Bizi Emankorra al trabajo desarrollado a través de toda una vida a dos destacadas personalidades vasconorteamericanas: el boisetarra Al Erquiaga y el xiberotarra de San Francisco Martxel Tillous.<br><br>

El domingo, último día de programa, los actos comenzaron con una misa al aire libre en el Orange Park, a la que, pese al intenso frio y gélido viento reinantes, asistieron alrededor de ochocientas personas. Fue una misa llena de color, presidida por el calor y la participación entusiasta de numerosos dantzaris, bertsolaris, la klika y la coral Elgarrekin de San Francisco y el grupo Besta Berri de Chino, entre otros. Ptotagonista especial fue el obispo de Baiona, monseñor Moleres, que, acompañado por los vicarios generales Andre Saint Esteben y Joseph Camino, y el vascoamericano Martxel Tillous, ofició la ceremonia, después de la cual tuvo lugar una típica comida de barbacoa vascoamericana. Durante todo el fin de semana, stands y puestos dedicados a diversos aspectos de la vida y la cultura vascoamericana permanecieron abiertos para disfrute del numeroso publico asistente.