Santa Ana Villa Mercedesera

Exito de la visita urdiña a Argentina ImprimirEnviar Publicidad ORDIZIA. DV. Aunque peripecias y anécdotas, de todo tipo, no han faltado, como no podía ser de otra manera, la conclusión generalizada de la expedición ordiziarra a Argentina es que se ha tratado de una experiencia tan emotiva como satisfactoria y entrañable. Algo más de una semana por el país austral, que se ha seguido desde el txoko, casi en tiempo real, gracias a las posibilidades que brinda internet. Ima Goiburu, directora de la coral Santa Ana, señala que el concierto que ofrecieron el primer día en Buenos Aires, quizá fue el más emotivo «porque media docena de los expedicionarios , expone, tenían a familiares entre el público. Fueron momentos muy especiales». Muchos de los asistentes, explica, «conocían en parte las canciones porque las habían oído cantar a sus abuelos a sus padres. No sé, añade, si por ser el primero que dimos o por el reencuentro familiar, o por ambas cosas a la vez, pero fue algo muy especial». Un concierto que ofrecimos en la iglesia San Juan Bautista de la ciudad porteña, relata, que abrimos con el Agur Jaunak, acompañados por los txistularis, actuación que se prolongó durante dos horas. Una puesta en escena que, a su vez, nos sirvió de piedra de toque y referencia ya que nos pareció un poco excesiva en cuanto a su duración lo que nos llevó a acortarla un poco, cara a las siguientes actuaciones. El público disfrutó una barbaridad, apunta, «sobre todo con las canciones de siempre, las que se cantan en las sociedades». Además se mostró muy interesado por el txistu. Tras el concierto cena en la euskal etxea; Euskalzaleak y fenomenal ambiente festivo, kalejiras, y papel destacado para Pepe Arzelus con su acordeón. Sin tiempo más que para una cabezada, rumbo a Mendoza. Nos sorprendió, reseña Ima Goiburu, el recibimiento en el aeropuerto; televisión y prensa local. En nuestra busca, dos miembros de la Euskal Etxea, de los que uno preguntaba si entre los urdiñas había algún Ormazabal. Y allí aparece el páter. Segunda cuestión concatenada y paridad en la respuesta, ¿dónde hundes tus raíces?; los dos en Zegama. Y broche de oro ; ¿como te llamas?, los dos Javier. A partir de ese momento, sonríe la directora de la Coral, coloquialmente, durante la estancia en Mendoza, trato de tío y sobrino entre los Ormazabal. Nos sorprendió Mendoza por su belleza, destaca Ima Goiburu. Está situada en una zona agreste, en las estribaciones de la precordillera andina, pero la labor de los lugareños, que han construido un sensacional sistema de regadío ha convertido aquella zona en un vergel. De nuevo gran concierto, y consiguiente visita a la Euskal Etxea, con reedición de una fenomenal fiesta, y actuación estelar de Antxon Imaz, que encandiló al personal. De allí a Villa Mercedes, razón de nuestra visita, apostilla la directora de Santa Ana, a donde nos dirigimos en cuatro microbuses, de los que uno se quedó en el camino. «Nos lo tomamos con mucho humor», recuerda. 'Grandes personalidades' Al fin llegamos y la capacidad de acogida y la manera en que lo hicieron fue sorprendente. Todo era muy formal y organizado. Nos llevaron a un hotel soberbio. Como si fuéramos grandes personalidades, indica. Nos acogió el grupo local «Las 100 guitarras», instrumento que no falta en las casas mercedianas. Respondimos con la interpretación de la canción «La calle angosta», himno de la localidad, que previamente nos habían pedido preparásemos. Villa Mercedes no es una localidad turística como Mendoza explica Ima Goiburu. El recorrido que hicimos andando, ataviados para la ocasión, y acompañados del txistu desde el hotel hasta el Ayuntamiento, donde nos aguardaban para la recepción oficial, no pasó inadvertido. A la cabeza de la delegación urdiña, Alejandra Iturrioz y Jesús Mari Lariz, junto al presidente de la Euskal Etxea local. En la segunda parada que hicimos, que era un colegio, detalla, «nos aguardaban todos los alumnos en el patio, más el rector y la directora. Nos dieron la bienvenida y nos obsequiaron, y respondimos organizando una kalejira. Se lo pasaron bomba». Y de nuevo una de esas circunstancias que te vuelven a poner la carne de gallina. La directora del centro aludió a su familia de Ordizia, que no era otra que Eli, la pediatra. En la municipalidad, indica Ima Goiburu, mucho protocolo y un acto en el que Alejandra estuvo estupenda. Les dijo que cuando recibió la invitación entendió que no se podía negar a apoyar y empujar a una Euskal Etxea que nacía para guardar y llevar adelante nuestra cultura. Xabier Lekuona y Erika Juárez bailaron el aurresku de honor y Alejandra, Jesús Mari y Don Javier recibieron la acreditación como huéspedes de honor. El concierto que ofrecimos en la localidad anfitriona fue apoteósico. Un teatro abarrotado y gente que no pudo entrar. Como broche final cantamos, tema obligado; «La calle angosta» y les terminamos de encandilar. Fue el delirio, la apoteosis, y el el público dedicó a los urdiñas una gran ovación, puesto en pie. En Villa Mercedes, la delegación ordiziarra cumplió con otro compromiso. La entrega de la imagen de la Virgen de Aranzazu, que fue bendecida en una misa, que en principio iba a ser concelebrada por Javier Ormazabal pero que a petición del párroco de la localidad, el ordiziarra presidió la eucaristía. Ceremonia en la que se leyó una cariñosa misiva adjuntada por la comunidad fransciscana del santuario guipuzcoano. La legación urdiña apadrinó, a su vez, la plantación del retoño del árbol de Gernika, que ostenta un lugar preminente en el parque existente junto al consistorio de Villa Mercedes. Y como era obligado, concluye Ima Goiburu, «nos fuimos a conocer la calle Angosta, donde estuvimos en el boliche más antiguo y típico de la ciudad, en el que escuchamos tangos desgarradores, y donde Antxon Imaz y su armónica, durante hora y media, dejaron patitiesos a la concurrencia. Asumimos una responsabilidad, finaliza y creo que hemos hecho un buen trabajo y dado una mejor imagen, en todos los sentidos». La expedición ordiziarra reeditará este concierto el próximo 17 de diciembre, acompañado por varias melodías navideñas.

(publicado el 16-11-2006 en El Diario Vasco)

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