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Sabrina Otegui/Buenos Aires, Argentina. Se trata de la primera visita de Ordorika a la Argentina, el país con más vascos de toda la Diáspora, y al preguntarle qué piensa acerca de "nosotros", anticipa que no tiene una única opinión sobre la Diáspora: "Todo otro mundo se muestra y a mí me emociona mucho encontrar euskaldunes fuera de Euskal Herria. He tenido la oportunidad de conocer gente muy buena. Hoy mismo, después del concierto --se refiere al concierto que ofreció en el Centro Cultural ‘Plaza Defensa’ de la ciudad de Buenos Aires-- se me ha acercado un vasco que vive a 50 kilómetros de aquí, que al enterarse de que cantaba vino a verme. Es un señor mayor que de joven vino a vivir a Argentina y que es de Oñati, de mi barrio, vivía al lado de mi calle. Son cosas que te hacen pensar... No tengo una sola opinión sobre lo que la Diáspora significa, creo que fortalece la idea que tenemos sobre lo vasco".

"Allá, en Euskal Herria, muchas veces y en muchas situaciones se percibe una suerte de contradicción, de modo que el llegar hasta acá y ver este movimiento te fortalece. Para mí ésta es una de las mejores cosas que tiene la música, me refiero al poder venir hasta aquí, actuar en estas condiciones, como sucedió hoy, con la gente muy atenta, no sé, creo que he recibido mucho más de lo que esperaba”. Pudiera parecer embelesado y quizás esté aún aturdido, bajo el efecto del cambio horario --recién llegó Ordorika de Europa--, pero queda claro que la opinión del oñatiarra no se atora en el romanticismo: “Ya sé, por otro lado, que en la Diáspora hay mucha gente que se queda sólo en los símbolos",  "pero eso siempre ha sido así”, apostilla.

-¿Cómo surgió el proyecto que te trajo a Argentina y Uruguay?

Durante años he tenido la idea de venir. De hecho, el guitarrista que me acompaña, Dani Pérez, con quien trabajo desde hace seis o siete años, es de Buenos Aires y muchas veces hemos hablado de venir. Yo estaba al tanto de que muchos artistas venían a través de ayudas que daba el Gobierno Vasco, pero nunca he sabido cómo hacerlo por esa vía. Ahora, la Editorial Pamiela tuvo la iniciativa de presentar el libro 'Siete poetas vascos' en la Feria del Libro de Buenos Aires, junto al libro ('Vascos') de Xamar y era una linda idea. Tengo varias canciones con letras tanto de Bernardo Atxaga como de Joseba Sarrionandia, y también una con letra de Luigi Anselmi, poetas cuyas obras aparecen en el libro. De modo que este proyecto permitió que se pudiera concretar un viejo sueño. Por otro lado, en nuestro universo, Argentina, Buenos Aires, son lugares que están siempre presentes. También en el universo de la música, sobre todo con el tango. Quizás acá se haya convertido en un hecho meramente turístico, pero yo lo sigo de cerca, por eso tenía cierta sensación de proximidad. Además, venir hasta aquí con Dani Pérez, cantar acá con él, que es argentino, resulta algo muy curioso.

-Le pedimos su opinión de recién llegado sobre Argentina.

He estado poco tiempo y no puedo asegurar gran cosa, pero como primera impresión me parece percibir mucho pesimismo, al menos entre la gente mayor con la que he hablado, por la situación que vive en el país. Creo, aunque por supuesto no tengo ninguna prueba, que mucha gente vive bien, quiero decir, que en esta sociedad con dinero se puede vivir bien y por otro lado, que como en tantos otros lugares del mundo, la clase media tiende a desaparecer y que la sociedad va camino a convertirse en una sociedad polarizada. Me ha parecido ver grandes contrastes en la ciudad, una construcción muy linda y al lado un edificio de muy buena arquitectura pero sin los cuidados necesarios. No puedo decir más, apenas acabo de llegar.