Publicado por el Centro Estudios Vascos de Reno, 'Basques in the US' recopila información biográfica de miles de vascos que emigraron en los siglos XIX y XX. A punto de publicar su segunda edición, su autor, Koldo San Sebastián, y editor, Daniel Montero, opinan sobre la red como fuente y elemento difusor. "Es una vía potentísima de divulgación, se recibe muchísima información, datos, correcciones, fotos,...”, indica San Sebastián. Montero, que publica un blog al que ha vertido algunas de las biografías que reúne la obra, resalta el éxito de esos posts y anima a la gante a contribuir, sorprendido por el eco logrado.
Reno, EE.UU. Domingo Txomin Malasechevarria tuvo una vida dura y una muerte horrenda: le aplicaron la pena capital el 13 de noviembre de 1952, en la prisión estatal cercana a Carson City (Nevada). Nació en 1892, en el caserio Erreka de Gizaburuaga, en Bizkaia, y en 1912 decidió hacer las Américas. Pero la dura y solitaria vida del pastor le desestabilizó mentalmente y ese fue el comienzo de su declive. El pasado mes de marzo, el Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada Reno publicó un post en su blog sobre la vida de Malasechevarria tomado del libro Basques in the US y, en pocos días, fue compartido en Facebook y otras redes sociales por un gran número de internautas. “El éxito del post nos sorprendió, y valoramos de forma muy positiva el feed-back”, señala Montero.
Tras la trágica historia de este pastor, el CBS ha publicado otro par de historias y pasajes –ciertamente más alegres– que también han tenido una buena acogida entre los internautas. Ahora que están ultimando el segundo libro –que incluirá más de 30.000 referencias bibliográficas de vascos en todo el territorio estadounidense–, autor y editor conversan sobre la importancia de Internet a la hora de atraer nuevos lectores y colaboraciones a los textos de historia.
“Desde el principio pensamos en Basques in the US como en un proyecto que va más allá que un libro”, dice Montero. “Queríamos contar historias de la gente de la calle, no solo de la gente de renombre, y además desde otro ángulo. Por eso mismo creamos una página web específicamente para este trabajo. Todo el proyecto tiene un lado online”. Koldo San Sebastián apunta que “las redes son una vía potentísima de divulgación. A través de esas redes, para un traba jo como Basques in the US se recibe muchísima información, nuevos datos, correcciones, fotos...”.
En este sentido, el editor subraya que “queremos animar a la gente a colaborar, y lo están haciendo poco a poco. Hemos recibido historias que no aparecen en el libro y también información adicional sobre algunas biografías”. Además del blog mencionado, que alimenta Montero, San Sebastián comenta que en este momento mantiene "diferentes foros en Facebook con el fin de recibir información”.
“Nadie sabe qué va a ocurrir después de publicar un libro como este”, dice Montero. “Y no nos pasa solo a nosotros, también les ocurre a las grandes editoriales”. En este caso hay mucha gente que dispone de información, que han sido ellos mismos o sus familiares protagonistas de las historias recogidas y que pueden aportar datos, precisiones, fotografías o material muchas veces inédito.
Es por ello que el Centro de Estudios Vascos está intentando hacer participes del trabajo a los lectores.