Baiona, Lapurdi. Han pasado 62 años desde que el benedictino aldudarra Adrien Gachuiteguy publicara en 1955 Les Basques dans l’ouest américain (Los vascos en el Oeste americano). El autor, que cuenta hoy 92 años, reside en la Abadía benedictina labortana de Belloc (Beloke en euskera), un lugar con profundas conexiones con la diáspora y la emigración, concretamente, por ejemplo, con Oklahoma y de ahí California, en Estados Unidos, o en Victoria, en la argentina provincia de Entre Ríos. Son ambos lugares que acogieron a varias generaciones de curas y frailes vascos. y aún de monjas, que vivieron en sus carnes el hecho de la emigración, conectada en algún momento, en el caso de Oklahoma, con la coetánea de los pastores vascos al Oeste, o en el caso de Entre Ríos, en Victoria, tratándose de una localidad argentina cuya patrona es la Vírgen de Arantzazu, en esta ciudad fundada en el siglo XIX por el oiartzuarra Joaquín Salvador Ezpeleta, a la que comenzaron a incorporarse a lo largo del siglo XX varias oleadas de clérigos vascos.
Como muchos en su entorno, Adrien Gachiteguy nació y creció condicionado por el hecho migratorio: Su propio padre había vivido durante 18 años en el Oeste americano. De hecho, Aldude y su valle, son una de esas comarcas en Euskal Herria que cuenta con más naturales y descendientes en la Diáspora que en su propio lugar de origen. Adrien Gachiteguy viajó a EEUU y se dedicó entre mayo y diciembre de 1951 a recorrer los lugares de la emigración vasca, incidiendo particularmente en la de Iparralde y la Navarra de ambos lados del Pirineo.
Documentando la emigración vasca
El libro de Gachiteguy se adentra y recoge testimonio del mundo vasco de Estados Unidos, de esa geografía que fue en su momento de lugares de emigración, pero que hoy lo es de colectividades vascas, asentadas y enraizadas en cada uno de esos lugares, dando pie al hecho vasco-americano, a la realidad actual de comunidades y ciudadanos estadounidenses que no renuncian y más bien reclaman su adscripción vasca, cultivándola y trabajando muchos de ellos y ellas por transmitirles a hijos y nietos el sentimiento y un mayor o menor conocimiento de la cultura. De hecho, Gachiteguy reflejó en su libro la historia de los padres y abuelos de quienes hoy conforman y dirigen la diáspora vasca norteamericana. A aquella misma época corresponden grabaciones realizadas por el mutiloarra (Gipuzkoa) aita Patxi Aldasoro, que fuera en los 50 capellán de los vascos de Idaho; Otro de esos capellanes, aita Santos Rekalde, realizaría en los 68-69 entrevistas a vascos de Idaho y escribiría la novela "Deunor, Euskal artzaiak Ipar-Ameriketan", publicada en 1973 en Kulixka Sorta. Ya en 1994, Joseba Etxarri publicaba "Euskaldunen Amerika, Bidaia bat Estatu Batuetan zehar", un trabajo que algunos califican como la renovación, cuarenta años más tarde, del libro de Gachiteguy. Unos y otros documentan y dan testimonio de la presencia vasca en EEUU.
La cuestión es que, 62 años más tarde, la editorial Iru Errege de Baiona, que dirige Patrick Delprat, ha realizado una segunda edición de este clásico, hace años agotado. “Les Basques dans l’ouest américain” se publicó el pasado mes de diciembre, consta de 200 páginas y se vende al precio de 15 euros.
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