Los Toldos, Argentina. El proyecto ‘La Vasca’ nació hace un año, cuando Yanina Luberriaga vio la posibilidad de retomar su vida laboral desde su casa, cerca de sus dos pequeñas hijas. Durante todo un año la sala de elaboración fue su propia cocina, allí donde una vez terminada la preparación y envasado de los productos, la familia se reunía para compartir las experiencias del día.
Yanina relata a EuskalKultura.com que en el seno familiar, surgieron las primeras mermeladas, licores y chutneys con los que el emprendimiento se ganó su espacio en la ciudad. En cuanto a las mermeladas, están las clásicas, “con perfecto balance entre dulzura y acidez”, describe su autora; la Línea B.C. (bajas calorías), que contiene 70% fruta 30% azúcar; y las Light, apta para diabéticos. Además de los dulces, ‘La Vasca’ produce licores de limón (lemoncello) y de naranja (narancello); y también chutney de manzana, de frambuesa y de frutillas con pasas para acompañar carnes.
A estos productos. que ya están en el mercado. próximamente se sumarán el dulce de leche artesanal y una línea de mermeladas ‘100% fruta, 0% azúcar agregado’. “Este tipo de mermelada se endulza con mosto de uvas para evitar el azúcar, cuyo uso excesivo ha dañado la salud de varias generaciones. No es apta para diabéticos, pero entra en la categoría de bajas calorías 100% fruta”, explica la especialista.
Para esta ampliación de su oferta, ‘La Vasca’ ya cuenta con una nueva sala de elaboración. Si bien sigue siendo un trabajo casero y artesanal, la nueva sala cuenta con capacidad para 1200 frascos por mes, cantidad a la que estima llegar el próximo año.
Raíces vascas de ‘La Vasca’
Si bien ‘La Vasca’ surge por una necesidad de Yanina de volver a la actividad laboral, no es casualidad que sea en el rubro de los alimentos y menos aún, la elección del nombre. De hecho su padre, Juan Luberriaga, es nieto de Manuel Luberriaga, oriundo del caserío Ipharra en Ezpeleta, Lapurdi. En palabras de Yanina, “mi papá, Juan Luberriaga, es maestro quesero, humildemente… de los mejores. Yo siempre tuve participación en la actividad. Con él además de quesos, elaborábamos dulce de leche artesanal. Viví en el campo, prácticamente, toda la vida. A los 11 años fui a un colegio de hermanas Siervas de San José donde estuve pupila y volvía a casa los fines de semana. A los 17 seguí los estudios en otra ciudad, pero siempre añorando la raíz.”
“Y cuando hablo de raíces, hablo del campo pero también de las raíces vascas. Hay cosas que nuestros padres nos transmiten de una manera muy fuerte. Mi papá me enseñó y heredé de él principalmente dos grandes cosas: el amor por el trabajo artesanal y el apodo de ‘La Vasca’, cosa que me enorgullece muchísimo. Actualmente mis hijas y yo somos socias del Centro Vasco Guillermo Larregui de Chacabuco, del cual mi papá es vicepresidente. Yo trato de participar cuando hay tabernas y celebraciones. Es algo que disfrutamos en familia”.
‘La Vasca’ está ubicada en Los Toldos, provincia de Buenos Aires, y desde allí provee a la ciudad y alrededores. También tiene página web y cuenta de Facebook (La Vasca), donde se pueden hacer pedidos (desde la empresa evaluarán las posibilidades de envío). “Tengo 36 años, un gran orgullo y apego por mi familia y sus tradiciones. Y tengo la certeza que ‘trabajo + familia + valores’ dan la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos”, concluye Yanina.