Sabrina Otegui / Buenos Aires, Argentina. El Lectorado de Euskera y Cultura Vasca de la ciudad La Plata, que se desarrolla en el marco del acuerdo firmado por el Instituto Etxepare y la Universidad Nacional de La Plata, lleva diez años proporcionando la posibilidad de aprender euskera y cultura de Euskal Herria en un ámbito académico.
Desde junio, y tras haber tomado el testigo al lector anterior, Dani Oiarbide, la nueva profesora a cargo del dictado de las clases es Ane Arandia Morgaetxebarria. Ane es oriunda de Getxo, aunque desde muy pequeña vive en el pueblo también vizcaíno de Arrankudiaga. Hizo su carrera de grado en Estudios Vascos, en Vitoria-Gasteiz, y posteriormente un master en Filología y Lingüística. Ya radicada en La Plata y a poco de comenzar con el programa del segundo semestre en el Lectorado, EuskalKultura.com conversó con la joven docente.
-¿Con qué objetivos te postulaste para venir a Argentina?
Cuando vi la convocatoria del Instituto Etxepare no lo dudé y me apunté. Quería conocer la diáspora vasca desde adentro, desde cerca… conocer de qué manera se vive ese sentimiento o curiosidad hacia la cultura vasca a tantos kilómetros… y, enseñando euskera, realizar mi pequeño aporte…
-¿Qué sabías de la diáspora vasca de Argentina?
Hace tres años tuve la posibilidad de venir a Argentina, a participar del proyecto “Hurbildu” organizado por el Centro Vasco de Bahía Blanca. Allí conocí la Diáspora. La experiencia me asombró y emocionó mucho. A pesar de la distancia se puede percibir un sentimiento tan vivo… Los vascos durante siglos y por distintas razones tuvimos que dejar nuestra tierra e ir a vivir a tierras lejanas; y es emocionante ver que nuestra cultura ha perdurado, que se han hecho grandes esfuerzos por mantenerla. No hay palabras para explicarlo. A partir de esa experiencia comencé a recibir información sobre la diáspora gracias a mis amigos de Bahía y también gracias a las redes.
-¿Qué encontraste aquí antes y ahora?
Por un lado me sorprende la presencia que tiene la cultura vasca en Argentina. Tan lejos de casa y a veces parece que estamos en Euskal Herria. Por otro lado, desde que llegué no deja de asombrarme la forma en que fui recibida. Mucha gente me ha ofrecido ayuda y estoy muy agradecida. En este sentido debo decir que Dani Oiarbide me orientó mucho en cuanto a la dinámica de las clases así como también con consejos para la vida de todos los días acá en La Plata.
-¿Cuál es la actual situación del Lectorado y cuáles los planes para el resto del año?
Este año las clases comenzaron el 7 de junio y en total hay unos 30 alumnos. El objetivo de este año en continuar con la difusión del euskera y la cultura vasca. En las clases se trabajará sobre todo la lengua pero siempre haciendo referencia a la cultura. La comparación entre las dos culturas surge todo el tiempo, así como también la mención a los aspectos más importantes de la cultura vasca.
En cuanto a la organización de los cursos, hasta ahora ha habido tres y en agosto se abrirá uno nuevo, un curso inicial. Los horarios están distribuidos de esta manera: primer nivel, martes de 16 a 18hs; nivel intermedio, jueves de 17 a 19hs; y el nivel avanzado, viernes de 18:30 a 20:30hs. Los horarios del grupo inicial se darán a conocer en agosto.
-¿Hasta cuándo te quedarás?
Por el momento, hasta diciembre. El cargo es por tres años, pero se renueva cada año. Por eso más adelante lo decidiré, cuando sea el momento de renovarlo. Yo estoy muy a gusto, muy cómoda, pero es muy pronto para pensar ya en la decisión.
-La Plata es sede del Centro Vasco Euzko Etxea, ¿estás en contacto con la institución?
Cuando llegué a La Plata el primer lugar que conocí fue el Centro Vasco. Organizaron un asado para despedir a Dani Oiarbide, que ya se volvía a Euskal Herria, y darme la bienvenida. Desde entonces he ido permanentemente a la Euskal Etxea, sobre todo a los festejos, al Concurso de Paellas, San Fermín… pero también tengo el objetivo de poder realizar actividades que tengan que ver con el euskera. El pasado 8 de julio organizamos un Mintzodromo en el que participaron alumnos del Centro y del Lectorado. Ya soy socia y me gustaría tener una relación linda y productiva con la Euskal Etxea.