Necochea, Argentina. Cinco años pasaron ya desde aquel marzo de 2009 en el que Xabier Zubillaga cortaba las cintas para dejar inaugurada la Ikastola de Necochea y su primer ciclo lectivo con la mirada puesta en ofrecer a la sociedad necochense educación de calidad en la que los alumnos recibieran asimismo un barniz en cultura vasca, en este localidad costera argentina que cuenta con una importante euskal etxea y en la que, al igual que otras muchas en el país, una significativa proporción de su población es de origen vasco.
Durante estos años directivos, profesores y colaboradores realizaron un gran trabajo para que el proyecto se consolidara y de 32 alumnos que comenzaron en 2009, hoy en día la escuela cuenta con casi 160. Pero el crecimiento desde la fundación hasta hoy no se reduce a cifras de alumnado. Recordemos que, entre otros logros, cuatro alumnos de la escuela obtuvieron en 2010, y en el marco de los festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo, el Premio Nacional de Arte Plástico Literario.
[En la actualidad, la Ikastola cuenta con unos 160 alumnos (fotoEE)]
Con el anhelo de fortalecer los lazos existentes y sobre todo de generar conexiones nuevas entre la comunidad necochense –más allá de su origen– con Euskal Herria y la cultura vasca, los alumnos pudieron aprender y avanzar en el conocimientos de materias como las danzas vascas y el euskera, y contar con el apoyo de profesores e invitados procedentes del País Vasco que pasaron por la institución. Así, en el año 2011 la entidad firmó un convenio con la Ikastola Olabide, de Vitoria-Gasteiz, fruto del cual el profesor donostiarra Ibon Portularrume impartió clases en la Ikastola bonaerense durante tres meses. Fruto de este enlace también, alumnos de ambos establecimientos educativos intercambiaron correspondencia y postales navideñas.
En 2012 los alumnos argentinos recibieron la vista de la tripulación del velero Pakea Bizkaia y filmaron un saludo para el Nafarroa Oinez, a pedido de la Ikastola navarra San Fermín.
[Alumnos de la Ikastola recibiendo a fines de 2012 a la tripulación del Pakea Bizkaia en su camino hacia la Antártida (fotoEE)]
Durante este último año, y siempre bregando por la difusión de la cultura vasca a toda la comunidad, la Ikastola firmó dos convenios de colaboración: uno con el centro vasco Euzko Etxea de Necochea, por medio del cual la profesora de euskera y directiva del centro Maite Bilbao brinda clases de cultura vasca en la escuela; El segundo fue firmado con la Universidad de Mondragón, en el País Vasco, y posibilitó que tres alumnas de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación –HUHEZI– de esta universidad realizaran sus prácticas docentes en la Ikastola. Cabe destacar, además, que otra docente formada en la misma casa de estudios, Uxue Etxebeste, de Alkiza, también dictó clases en la Ikastola, en este caso de manera independiente.
Fin del ciclo Zubillaga
Con el egreso de la primera promoción de alumnos de primaria, llega también el fin de la gestión de Xabier Zubillaga en la Ikastola de Necochea. Tal como explica el propio ideador del proyecto: “Considero que mi sueño de conformar un espacio educativo para la difusión de la cultura vasca ya ha sido cumplido; de cara al futuro, deseo que la relación del centro vasco local con la escuela garantice la continuidad de la difusión de la cultura vasca en este ámbito”. Zubillaga afirmó que “seguiré colaborando, si quienes permanecen así lo desean, en la concreción de convenios o acciones como las que hemos podido concretar en estos años, y que sirvieron para acercar a ambos países”.
[Imagen de la Ikastola de Necochea (fotoEE)]
“Mi próximo sueño es colaborar en forma desinteresada para que, allí donde no haya proyectos como éste, las instituciones vascas, conjuntamente con los centros vascos, establezcan vínculos con algún establecimiento educativo y difundan la cultura vasca a través del uso de material especialmente elaborado para ello en el País Vasco; de profesores de baile o de euskera en virtud de la correspondiente colaboración con euskal etxeas; mediante estancias temporales o participación de docentes especializados en temas de la diáspora; o pasantías, como la que pudimos concretar entre octubre y diciembre por medio de la Universidad de Mondragón, en un momento, además, de falta de salida laboral actual en el País Vasco, contribuyendo además a generar un espacio de enriquecimiento cultural mutuo. Para las escuelas que pudieran firmar el convenio sería la oportunidad de abrir una puerta a Europa”, explica el emprendedor vasco-argentino.
“Con respecto a este último punto, considero que si bien es un proyecto que seguramente puede mejorarse, creo que la experiencia obtenida es muy válida para impulsarlo. Yo lo he presentado ya a las instituciones vascas pero no obtuve respuesta. De todas formas, no pierdo las esperanzas ya que no se requiere de recursos, salvo para la elaboración del material. De hecho la Ikastola de Necochea pudo ponerse en marcha, y sigue creciendo, con muchos sacrificios, sin ningún tipo de ayuda. Lo que sí es necesario es una voluntad concreta que parecería lógica, por la oportunidad que puede representar -en tiempos de crisis- para los maestros vascos sin trabajo. Ojalá que se pueda reforzar y poner en marcha esta iniciativa en otros lugares, y vaya tomando forma con el aporte de todos”, concluye Zubillaga.