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Tiene solo 22 años pero ha coordinado el Udaleku para niños y niñas vasco-argentinos que recién finalizó en la ciudad de Chascomús. Ser vasca supone para Paula Berasain “valores, cimientos, grupo, identidad, un segundo hogar, amigos, futuro”.

Joseba Etxarri. Sus bisabuelos llegaron en la década de 1930 desde la comarca de Pamplona hasta Chascomús, partido en la provincia de Buenos Aires en el que buena parte de la colectividad vasca procede de la Alta y Baja Navarra, incluida la familia Alfonsín-Barrenechea de quien fuera presidente de la República, cuya esposa provenía del caserío Etxebeltza de Erratzu, en Baztan. Zingirako Euskaldunak es el nombre de la euskal etxea de Chascomús, a la que pertenece Paula Berasain, que este año tomó el relevo a María Laura Eguren en la coordinación de Udaleku 2016, una importante actividad que trabaja la cantera y el porvenir vasco a través de quienes hoy son niños y en apenas unos pocos años estarán llamados a dirigir y coordinar euskal etxeak o a ser ciudadanos argentinos que cultivan o apoyan desde cualquiera que sea su lugar o posición su cultura y el hecho diaspórico vasco.

Tú misma participaste hace apenas seis años como niña en el primer Udaleku de Chascomús. Hoy, con solo 22, te vemos coordinando la actividad.

-Así ha sido, no olvides que esta es una labor de equipo, que  nos involucra a todos. En 2014, por motivos económicos, no la pudimos llevar a cabo. Este año hemos rejuvenecido el equipo y nos hemos repartido bien el trabajo, con Anita Etchepare y Celeste Bona a cargo de los juegos; Catalina Arraras, Lucía Marruedo y Federico Redín, de los monitores; Sebastián Errecart, Graciela Basterra y Graciela Laborde, del grupo de cocina; y María Laura Eguren y Maitena Etchepare de la administración y otras tareas. Hemos tenido la suerte de contar con el monitor donostiarra Eneko Lizarra, que ya participó en el primer Udaleku, que se las arregló para estar aquí y ayudarnos.

¿Cuál es ese problema económico que mencionas?

-Un grave problema que nos aqueja es que en Argentina las distancias son grandes y a las euskal etxeas distantes en kilómetros les resulta muy costoso enviar a sus niños a Udaleku. Eso se agrava si son más de uno hermanos que desean participar. Los padres no pueden asumir ese costo y habría que subsidiar eso de alguna manera. También es cierto que tenemos que convencer a algunas euskal etxeak de que merece apostar por los jóvenes de esa edad. Los resultados están ahí: el último día nadie se quiere ir a casa y todos desean repetir el año próximo.

¿Cómo empezaste a relacionarte con lo vasco?

-Chascomús es una ciudad en la que lo vasco tiene peso y la colectividad vasca será seguramente la más conocida y activa. Fundó su primera euskal etxea en 1952, pero con anterioridad contó con otras entidades fundadas por vascos o con un buen número de vascos que han contribuido notablemente al desarrollo de la zona. En el terreno deportivo, el Club de Pelota, con frontón y un imponente edificio de estilo vasco nos acompaña desde al menos 1925. A ese entorno llegaron mis bisabuelos, aunque a decir verdad en mi familia ese componente estuvo en letargo, hasta que empecé yo, con 12 o 13 años, como dantzari en la euskal etxea. Empecé porque varias amigas se habían incorporado para practicar danzas y yo también me animé. A partir de ahí me fui involucrando más y me propusieron que asumiera más responsabilidades, fui monitora, directora de dantzaris y este año coordinadora de Udaleku, aunque el estar ahora estudiando en la Facultad de Ciencias Médicas de La Plata me limita mi dedicación.

Balance de Udaleku 2016...

-Se ha desarrollado con éxito del 5 al 9 de enero en Chascomús, con 22 participantes de Cañuelas, Maipú y Chascomús. El hecho de haber iniciado su organización con algún retraso y el no contar con ninguna subvención --durante algunos años contamos con el apoyo de la Diputación Foral de Gipuzkoa, que hoy en día ha cesado-- ha ocasionado que el número de participantes haya sido modesto, pero quienes han participado nos han transmitido un nítido mensaje positivo que nos refuerza en nuestra determinación por seguir. Tenemos bien claro que se trata de una actividad importante, aunque la organicemos a pulmón. En su momento María Laura Eguren se la propuso a FEVA, pero sin respuesta, por lo que la hemos interiorizado como actividad propia con la que deseamos seguir y mejorar cada año. Cara al año que viene, tenemos planes para comenzar ya este próximo mes de junio preparando la edición de enero de 2017, reuniéndonos con directores en fechas previas a la Semana Vasca de Necochea y haciéndonos presentes en la red con un blog, a través del cual mantendremos al día y nos comunicaremos con todas las personas interesadas.

¿Por qué es importante Udaleku?

-Es la única actividad común que existe en Argentina para niños y jóvenes en ese rango de edad, entre 12 y 16 años. Supone no solo una actividad divertida, sino al mismo tiempo una actividad en la que los participantes se afirman de manera lúdica en su vinculación a la cultura vasca y a lo vasco. Se divierten y hacen amigos en otras euskal etxeas, aprenden canciones, nociones de cultura, gastronomía, deportes, danzas... Son nuestra cantera. Nos gusta el modelo de Hator Hona de Necochea y quisiéramos tener relación directa con niños y jóvenes de Euskal Herria, que vinieran monitores... y quizás en algún momento capacitarnos allá. Udalekuchascomus@hotmail.com es mi dirección de email y estaré encantada de recibir comentarios y propuestas.