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General Roca, Argentina. Un esperado encuentro tuvo lugar en la ciudad de General Roca, provincia de Rio Negro, el sábado 29 de junio. Unos sesenta integrantes de las comunidades vascas de Neuquén, Cipolletti, Río Colorado, Villa La Angostura, Macachín (prov. de La Pampa) y de la ciudad anfitriona compartieron una jornada con el fin de estrechar y fortalecer lazos. La excusa fue celebrar el día de San Pedro y San Pablo, o bien encender una tardía fogata de San Juan. En definitiva, lo importante era juntarse, conocerse, compartir experiencias, y renovar energías para continuar con la labor de difusión de la cultura de Euskal Herria. Así lo hicieron y el evento resultó un gran éxito.

Fue un día de estrechar vínculos entre vascos/as de Neuquén, Cipolletti, Villa La Angostura, Río Colorado, Macachín y General Roca, "de celebrar juntos nuestra cultura y nuestro compromiso con ella"

El encuentro comenzó a las 5 de la tarde y pese al frío reinante rápidamente entraron en calor gracias a la profesora de danzas y artífice del encuentro, Maite Aranzabal, quien puso a bailar a todos y todas, a consumados dantzaris y también a quienes, sin conocer los pasos más básicos, se incorporaron con gusto a la ronda, dispuestos/as a pasárselo bien y a aprender practicando. Fue un verdadero taller de dantzas, en el que recorrieron la Esku dantza, Txulalai, Carnavales, Zazpi jauziak y Txapeloaz.

Al anochecer, encendieron la fogata y con el fuego llegaron las canciones, en la voz de la irakasle de euskera de Cipolletti Gabriela Allaria, y también las bilbainadas, al ritmo de la guitarra de Ramón Aranzabal. Hubo quienes, como marca el ritual, escribieron en papeles lo malo, y quienes armaron muñecos para la quema, y nuevamente bailaron, esta vez en torno al fuego, hasta que llegó la hora de compartir los chorizos. A elección, porque los hubo a la sidra, preparados por Mabel Hidalgo y la estudiante de chef Macarena Linares, o a la parrilla, cocinados por Iñaki Aranzabal, Matías Linares y Tomás Urzainqui.

 
Fogata, danzas y canciones en el encuentro patagónico organizado por Gure Etxea de General Roca

Tras la cena y las anécdotas, la charla prosiguió en torno a cuestiones tales como la posibilidad de sumar esfuerzos para desarrollar conjuntamente proyectos. “Fue una jornada espectacular, en la que estrechamos mucho los vínculos, una noche fría que, al calor de la fogata y del encuentro, resultó fantástica”, relata a EuskalKultura.eus Pedro Mario Arana Urionabarrenechea, de Baskos de la Confluencia. Por su parte, la referente de la agrupación local Maite Aranzabal resume “Por la cantidad de personas fue necesario alquilar un salón, muy sencillo pero que nos permitió compartir la alegría de encontrarnos, conocernos, bailar, canturrear, quemar todo lo malo para que venga todo lo bueno, realizar una sokatira y hasta escuchar un arpa”, concluye.