Chascomús, Argentina. Con la llegada del calor de los últimos días de noviembre, en las euskal etxeas del cono sur comienza a percibirse el ambiente de fin de curso. Las clases de euskera entran en receso, y los distintos grupos que desarrollan sus actividades realizan también sus balances y actos de cierre de ciclo. Una de las primeras ha sido Zingirako Euskaldunak, de Chascomús, que el pasado sábado 25 de noviembre al atardecer realizó en la calle Franklin, frente a su sede social y ante numeroso público, su muestra de danzas de fin de año, a cargo del grupo “Eusko Hazia”. El festival concluyó con una cena de platos típicos, elaborada y servida por el grupo de gastronomía de la institución, en un salón colmado de socios y amigos.
Aurresku de Laura Bigatti, ovación a los/as dantzaris de 'Eusko Hazia', así como a Catalina Martínez, que parte en breve a Euskadi, representando a Chascomús en Gaztemundu 2023
El lehendakari Gustavo Armendariz inauguró la fiesta con palabras de agradecimiento a todos y todas quienes participan de la vida del Centro y, seguidamente, tras el aurresku, a cargo de Laura Bigatti, las diferentes formaciones de “Eusko Hazia” presentaron sus bailes. Dirigidos por Lucía Marruedo y Celeste Bona, txikis, medianos y grandes, cada grupo a su turno, fueron despertando aplausos entre los asistentes.
Recibió asimismo una fuerte ovación Catalina Martínez, quien en pocos días partirá rumbo a Euskal Herria, representando a Zingirako Euskaldunak en Gaztemundu 2023. Y la emoción acompañó especialmente el momento en que se produjo el traspaso de la makila. La nueva alcaldesa, Susana Gramajo, integrante de la Comisión Directiva, gran colaboradora y madre y abuela de dantzaris, fue homenajeada con un aurresku a cargo de su hijo, Juan Arraras.
Mantener el sentido de pertenencia
Preguntado por un balance del año y un comentario sobre su presidencia, el lehendakari Gustavo Armendariz explica que “Desde mi llegada al Centro Vasco, hace unos ocho años, me propuse mantener el sentido de pertenencia, que las actividades que realizamos fueran reconocidas por la ciudad y hacer conocer lo que se hizo a lo largo de la historia”, cuenta a EuskalKultura.eus. Esto precisamente lo llevó a investigar la historia de la Euskal Etxea, el proceso de inmigración vasca en Chascomús, así como el origen de su familia. “Estoy muy orgulloso y trataré de ofrecer lo mejor de mi persona para que nuestro Centro Vasco ocupe el lugar que merece”, concluye.