'Odio Colorado': el recuerdo de la soledad de los pastores vascos grabado en álamos del Oeste se está perdiendo
04/03/2008
Imagen un grabado en un álamo del San Juan National Forest (foto Colorado Historical Society Office of Archaeology and Historic Preservation)
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La huella dejada por pastores vascos --más tarde también por peruanos y mexicanos-- en los bosques de Colorado, EEUU, a modo de grabados en la corteza de los álamos, se va perdiendo gradualmente. La razón en muchos casos no es otra que la edad de los propios árboles, aunque recientemente las plagas también han atacado estos testimonios vivos de la soledad y la dureza de la vida de los pastores en las montañas del Oeste. El diario Denver Post se hacía ayer eco de ello en un artículo firmado por Jason Blevins.Los comentarios dejados por los pastores en la corteza de los árboles en lugares como el San Juan National Forest hace más de un siglo no dejan lugar a dudas. 'Ni por un millón de dólares volvería aquí el año que viene' o 'Odio Colorado' son testimonio de la dura vida de aquellos pastores que trabajaron en la zona solos con su rebaño durante los largos meses de invierno. 'Se sentían totalmente aislados y los árboles eran sus confidentes', explica al diario Denver Post Joxe Mallea-Olaetxe, del Center for Basque Studies de la Universidad de Nevada, Reno. Mallea ha estudiado estos grabados durante más de dos décadas. 'Era una especie de terapia para ellos, porque después de escribir se sentían un poco mejor', declara a Jason Blevins.
Hace casi 150 años una oleada de inmigrantes vascos llegó a California, donde se hicieron cargo de rebaños de ovejas, que guardaban durante el invierno, para vender a los mineros en primavera. Desde California, se extendieron hacia el este, llegando a Arizona, Nuevo México, Wyoming y Colorado y muchos de ellos dejaron su huella en los álamos, en forma de estos grabados a los que los investigadores llaman hoy arborglifos.
Notas, recuerdos y fanfarronadas eróticas
Los dibujos realizados en las cortezas de los árboles hablan del duro aislamiento de estos hombres, alejados de la familia y el hogar. Muchos de ellos son simplemente nombres y fechas, o notas útiles avisando a los compañeros de la cercanía de un manantial o algún peligro. Pero también hay recuerdos a amores lejanos, dibujos de mosquitos, caballos, serpientes o fanfarronas descripciones de visitas a un burdel cercano.
Angie Krall, arqueóloga del Medicine Bow-Routt National Forest, espera poder reunir material para 'un libro erótico de los álamos', destacando la prevalencia de bocetos subidos de tono en este bosque. 'Hay algunos que son directamente obscenos, pero en su mayoría creo que son una expresión articulada de soledad', explica.
El 75% ya ha desaparecido
La asociación educativa San Juan Mountains Association estudió los arborgrifos en las cañadas de ganado de la zona en 2001 y de nuevo en 2003, gracias a una beca del Colorado Historical Society. El grupo encontró hasta 1.000 dibujos en 200 árboles.
Recientemente los investigadores han advertido de la urgencia por recopilar estas marcas. Una plaga se está extendiendo por los bosques de álamos del sur de Colorado, matando las raíces y más tarde al propio árbol. Los incendios también han dañado varias zonas. Pero el principal problema es simplemente el ritmo de la naturaleza: con una media de vida de 80 a 120 años, la mayoría de los álamos está cayendo de puro viejo. Mallea-Olaetxe estima que el 75% de los grabados dejado durante el último siglo y medio por los pastores vascos a lo largo de todo el Oeste ya han desaparecido.