Río Cuarto, Argentina. Es una costumbre bastante difundida entre los vascos de la Diáspora la de realizar encuentros de familia. Esto es, hijos, nietos, bisnietos, tataranietos… que comparten un tronco familiar común, y por lo tanto alguno de sus apellidos, fijan un día para reunirse, para volver a verse y a veces incluso para conocerse. Las reuniones suelen ser emotivas, sobre todo si al encuentro se suman detalles sobre cómo recuperar la historia, si se les cuenta a los protagonistas algo sobre la cultura vasca y si hay una buena mesa en torno a la que compartir.
De todo esto sabe mucho el Centro Gure Ametza de Río Cuarto, que ha comenzado a ofrecer el servicio de organizar los encuentros a las familias interesadas. El servicio incluye el salón, el asesoramiento sobre cómo presentar la historia de los antepasados –reunir fotos, armar un árbol genealógico…–, información sobre Euskal Herria, y la preparación de una típica paella preparada por los cocineros de la Euskal Etxea.
Familia Eciolaza-Aristimuño
La primera familia que ‘probó’ este servicio fue la familia Eciolaza-Aristimuño, oriunda de Idiazabal, Gipuzkoa. En palabras de Sergio Eguiazu, promotor del proyecto y organizador experimentado de reuniones familiares, “Asistieron unas cincuenta personas, y todas quedaron muy contentas, no faltó nada; hasta hubo música de txalaparta. Para la Euskal Etxea es además una oportunidad de hacerse conocer. De hecho, hubo gente que vino al encuentro, que no había estado nunca en el Centro”, explica Eguiazu. Más fotos del Encuentro, aquí.
Contacto con la Euskal Etxea, Euskal Etxea Gure Ametza