Donostia-San Sebastián. La semana empieza con nueva entrega del blog de José Félix Azurmendi. Sin lugar a dudas, Caracas y Venezuela fueron durante el franquismo un anclaje y un potente motor que sostuvo, financió y cultivó lo vasco en Euskadi y la Diáspora en sus todas sus vertientes. De aquella pequeña Euskadi caribeña, de su asentada y pujante realidad vasca y de una situación cómoda en lo económico y en lo personal --dicho de otro modo, de eso que hoy llaman zona de confort-- partió Martin Ugalde a fines de los 60 para incorporarse al interrogante de una Euskadi en la que aún vivía el dictador, en plena ebullición.
Se cumple este año el centenario del nacimiento de Martin Ugalde. José Félix Azurmendi le trató ya en Venezuela y menciona en el blog lo primero que le evoca su figura, la imagen-resumen que le viene al recordar al escritor y euskaltzale andoaindarra y su compromiso euskaltzale y patrio. Quizás esté ligada o comparta sentimiento con aquellas líneas de oro de nuestra bertsolaritza que nos legó desde la Diáspora el gran Pedro Mari Otaño dedicadas a Ama Euskera.
El post de José Félix Azurmendi: La lección de Martín Ugalde