Donostia-San Sebastián. Porta Arantzazu Ametzaga Iribarren la Diáspora y esa vasquidad que muchos vivieron y viven con intensidad --algunos a pesar de no haber pisado nunca Amalur, el solar vasco europeo-- en la sangre, como hija que es, esposa, madre y abuela, de vascos nacidos allá donde les llevó la vida, fuera por avatares ligados a una dictadura y la persecución política, como es su caso, o a motivos que fuere. Vasca por herencia, refrendada por su decisión y compromiso de seguirlo siendo, en su caso retornó a Euskal Herria y desde su txoko en Errikotxiki, en el navarro Valle de Egues, continúa escribiendo, libros y artículos.
Arantzazu llega ahora con un artículo que enlaza recuerdos del pasado con la más rabiosa actualidad, la de la actual pandemia, que no la primera en su memoria.
Puedes leerlo en su blog de EuskalKultura, aquí. On egin!