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El 22 de junio dará inicio el curso de verano de la Ikastola de Boise. Pero no será, como en los últimos 17-18 años, en el edificio del St. Paul’s Catholic Student Center, sino en la nueva sede que adquirieron el 2 de marzo. La nueva Ikastola encuentra en la concurrida calle Broadway de la capital idahoense, frente a una escuela pública. “El cambio nos aporta una mayor visibilidad y supone en general una importante mejora”, explica a EuskalKultura.com la profesora Oihana Andion.

Boise, EEUU. La Ikastola de Boise, creada en 1998, cambia de ubicación y a partir del 22 de junio desarrollará sus actividades desde el número 1955 de la calle Broadway. “Es un lugar diferente, mucho más luminoso y alegre que el actual”, indica Oihana Andion, quien no oculta su satisfacción por este nuevo hito en la historia del centro: “Tiene más ventanas, es más alegre que las instalaciones actuales. Además, el hecho de no tener que compartir el edifico con nadie nos proporciona una mayor independencia a la hora de organizarnos”. Y es que, hasta ahora, la Ikastola ha compartido el lugar con los miembros de St. Paul’s, en una fructífera colaboración que ha posibilitado poder dar ahora este nuevo paso de consolidación del centro.

Las mejoras llegan también a otro aspecto importante como es el de la seguridad. “El nuevo edificio es más pequeño, con la ventaja de que al disponer de ventanas podemos ver en todo momento desde cualquier lugar dónde están los niños, aunque estén fuera", explica a este boletín la profesora navarra. De la misma manera, han derribado una pared interior, creando un espacio más diáfano, sin una separación tan estricta entre las clases. El parking también ha sido adecuadamente separado de la zona de los niños, por lo que padres y profesores contemplan con satisfacción el desarrollo de las mejoras.

Las obras han dado pie pie a incluir accesos y servicios para personas con movilidad reducida y los nuevos muebles y la cocina renovada estarán igualmente adecuados a la altura de los pequeños.

Lo que queda por hacer

Han pasado varios meses desde que las empleadas de la Ikastola y un grupo de voluntarios de la comunidad vasca comenzaron las labores de adecuación del nuevo lugar. Este trabajo en auzolan (comunitario) de los padres, pero en  general de amigos e integrantes de la comunidad vasca es fundamental en esta y en otras muchas de las actividades y la marcha diaria que impulsa el centro. Indica Oihana que “lo más complicado ha sido conseguir todos los permisos de construcción”. Ya contaban con los formularios necesarios para rehabilitar la zona, pero ha habido que tramitar otros para construir los baños, la cocina y la zona de recreo.

Un centro basado en centros

La nueva Ikastola estará organizada en centros, para que los estudiantes puedan aprender utilizando todos los sentidos. Así las cosas, se encontrarán con un área de tierra y arena, una campa, una pequeña huerta, varios bloques de madera para que puedan practicar sus capacidades de construcción, un lugar con cascadas, una zona de ciencia y un centro musical. Además, contarán con un espacio para marionetas y disfraces. “Será más dinámico y divertido y creo que eso atraerá a más gente”, concluye Andion.

* El plazo de inscripción para el programa de verano está abierto a lo largo de todo el año
* El nuevo centro podrá acoger a 30 niños, cuatro más que el actual
* La jornada de puertas abiertas de la nueva Ikastola será el 23 de junio