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Colpisa/Madrid. La película de Montxo Armendáriz Obaba ha sido seleccionada por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas para representar a España en la 78 edición de los Oscar, dentro de la categoría de mejor filme de habla no inglesa. Ahora será la Academia de Holliwood quien decidirá si la cinta española concursa entre las cinco finalistas. Obaba competía con Princesas de Fernando León, y Ninette, de José Luis Garci. pero se impuso la película de Armendáriz.

El acto de lectura de los resultados de la votación se celebró en la Sociedad General de Autores y Editores y estuvo presidido por Alejandro Amenábar, que ganó la codiciada estatuilla el año pasado con la célebre Mar adentro. También Montxo Armendáriz estuvo en la carrera de los Oscar en 1998 con su intimista obra Secretos del corazón, que cruzó la primera barrera y se quedó como finalista. Ahora tiene una segunda oportunidad para llegar al 5 de marzo, fecha de celebración de la gala en Los Ángeles.

«Hollywood no me interesa nada. Cuando estuve allí con Secretos del corazón vi un poco su maquinaria cinematográfica, y lo que sí me gustó es conocer a una serie de personas de la industria con las que tengo relación», explicó Montxo Armendáriz horas después de conocer la noticia.

Obaba inauguró la 53 edición del Festival de San Sebastián, donde esta historia pasó sin pena ni gloria. «Uno ve un filme que le entusiasma y a otro le horroriza, y un jurado no es distinto en su comportamiento. Ahora, la Academia ha elegido este filme porque, en su opinión, es el que mejor le representa. Y el jurado de San Sebastián escogió el trabajo que, según sus criterios, mejor respondía a unos valores cinematográficos», explicó Armendáriz, que, pase lo que pase, no tendrá que cambiar el título de la cinta en EE.UU. «Muchos me preguntan qué es Obaba, si es un nombre, una persona, un símbolo», recordó.

La película, que está protagonizada por Pilar López de Ayala, Juan Diego Botto, Mercedes Sampietro, Bárbara Lenni y Eduard Fernández, está basada en la novela de Bernardo Atxaga Obabakoak. La obra original, que ganó el Premio de la Crítica en 1989, está compuesta por 28 relatos de los que Armendáriz ha escogido tres para centrar la trama. La narración se sitúa en tres tiempos diferentes --la actualidad, los años 60 y la posguerra-- y cuenta la vida que discurre en un pequeño pueblo llamado Obaba y en las historias de sus habitantes, que parecen anclados en el pasado.

De lo local a lo universal

El hilo conductor es una joven veinteañera, estudiante de cine, que viaja al lugar con una pequeña cámara digital para realizar un trabajo sobre el lugar y sus gentes, objetivo que le llevará a conocer el pasado en esta localidad. El relato cuenta la historia de una joven maestra del pueblo que, perdida en la soledad, acabará iniciando una relación con el más mayor de sus alumno. Se introduce también en la vida de un hombre que, tras la muerte de su hermana, terminará en un psiquiátrico; y en la un muchacho, hijo de un ingeniero alemán, que tras un desmayo comienza a recibir cartas de una chica de Hamburgo.

Un historia sobre «como enfrentarnos a la soledad, la violencia y la identidad personal y ética», en palabras del cineasta, autor también de Tasio y Silencio roto. «Habla de la condición humana en el silencio universal y, aunque en los cuentos hay muchos temas, escogí la soledad, la venganza, el amor, la violencia y el desarraigo social y cultural, asuntos que tienen una lectura general», dijo al estrenar la película.

Acerca el localismo que pudiera existir en esta cinta, el director asegura que siempre ha defendido lo local y particular. «Me da igual que las historias ocurran en Manhattan o en un pequeño pueblo de Euskadi, otra cosa es trascender. No hay nada más localista que un western y ha traspasado fronteras. La película narra los comportamientos de una serie de personajes a lo largo de 50 años porque me interesa el paso del tiempo y cómo éste influye en el ser humano», dijo Armendáriz.

(publicado el 30-09-2005 en El Diario Vasco)

VASCOS UNIVERSALES

Ricardo Aldarondo. No vamos a empezar a hacer cábalas y absurdos cálculos estadísticos para intentar averiguar la capacidad de los estadounidenses para conectar con el sentir general de la pequeña Obaba. Ni imaginaremos si hubiera tenido más posibilidades de alcanzar el Oscar enarbolar la bandera de Miguel Mihura lanzando a Ninette a las Américas con el poster de lo posterior de la Pataky en primer plano. O si hubieran convencido allí las putillas de cuento de hadas de Princesas. Simplemente nos alegramos mucho de que Obaba haya sido la elegida, y no sólo por cuestiones de afecto geográfico, sino porque es la más sólida de las tres. Garci es Garci, ya le conocen allí y en estos años nada ha cambiado en su radical apuesta por la nostalgia y lo demodé. León de Aranoa no está en su mejor momento, repitiendo fórmulas que empiezan a no surtir efecto. En cambio en Obaba, los americanos pueden descubrir sensibilidades muy diferentes a lo que tienen catalogado como cine español, o sea, Almodóvar y Amenábar. Vaya, Armendariz también empieza por A, también tiene cuatro sílabas: si le ponemos acento, puede convertirse en un conjuro extravagante para lograr un nuevo triunfo y máscolorido para el cine español.

Precisamente lo bueno de Obaba es ese saber hablar de algo muy localista con un lenguaje universal. Son Armendariz y Atxaga vascos universales que hacen de su paisaje, el geográfico y el anímico, un catálogo de pequeñas cosas importantes para cualquiera, más que bandera que ondee al viento. Así que puede que a los de la Academia de Hollywood les sorprenda más esa magia de lo inexplicable y lo inaprensible, que una grandeza y una potencia que ahora tienen en entredicho.

(publicado el 30-09-2005 en El Diario Vasco)

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Montxo Armendáriz regresa a la carrera de los Oscar con su película 'Obaba'; «Hollywood no me interesa nada», afirma el director navarro tras conocer la nominación (en El Diario Vasco)

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