Donostia-San Sebastián. Las personas conectadas con la diáspora vasca en Estados Unidos y especialmente con la comunidad de San Francisco tenían esta semana doble cita en Euskal Herria, en recuerdo a dos 'amerikanuak' fallecidos. El pasado martes se celebraba en Ortzaize-Ossès la misa por Jean-Leon Oçafrain, fallecido el 10 de noviembre, con función religiosa organizada acá participando su mujer y sus dos hijos, llegados ex profeso desde California, para compartir su adios y sus memorias con los amigos y familia a este lado del océano. Con una iglesia repleta, oficiaron junto al cura local, dos curas también 'Amerikanuak', aita Cachenaut y aita Eliçagaray, ambos años atrás capellanes de la comunidad vasca de EEUU.
Jean-Leon Oçafrain nació en Banka (Baja Narra) y, como buena parte de sus hermanos y familia, emigró a Estados Unidos, asentándose en San Francisco, donde él y su mujer Mayte fundarían la suya propia, que creció con el euskera como idioma de la casa, viviendo en Millbrae. Hace 20 años adquirieron en Ortzaize la casa a la que acudían a pasar temporadas. Jean Leon era un apasionado de la pelota y del mus, cantaba en el Coro Elgarrekin de San Francisco y era un notorio y activo miembro de la colectividad, directivo que fue tanto del Basque Club (BC) como del Basque Cultural Center (BCC) de la ciudad, siempre txapela buruan. Ha fallecido a los 81 años.
Johnny, misa mañana en Ezterenzubi
Johnny Curutchet era bertsolari. Mantuvo viva durante décadas la llama del bertsolarismo en San Francisco, cantando en cada fiesta y reunión vasca, en funciones religiosas, y actos de todo tipo. Como muchos a su alrededor, era muslari, cantor del coro, dantzari, miembro de la Klika y un gran euskaltzale que cantaba en sus bertsoak al amor que profesaba a su lengua, su cultura y a Euskadi. Nacido en San Francisco, su familia retornó al País Vasco cuando él contaba sólo dos años y se crió en Ezterenzubi, para más tarde, con 20 años, volver a San Francisco.
'Agurra' de Jonny Curutchet en el tributo de NABO a los bertsolaris de EEUU, San Francisco, marzo 2022
Siempre con la txapela calada y tanto improvisando como escribiendo bertsos, recibió en 2003 en Washington capital el importante galardón "National Endowment for the Arts", por su contribución a preservar el bertsolarismo en EEUU. Sin duda se echará de menos su aporte, en cada encuentro en la Euskal Etxea. Fallecía a los 78 años el pasado 26 de noviembre. Será recordado por sus amigos de este lado del charco mañana sábado en una misa a las 11 de la mañana en la iglesia de Ezterenzubi.