diáspora y cultura vasca
07/02/2011
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Rosario, Argentina. Invitada por los responsables del programa “Palabra de Vasco”, producido por el centro Zazpirak Bat, María Luisa Jauregui de Garmendia se acercó a las instalaciones de la emisora para compartir con Luis María Barrandeguy, sus colaboradores y la audiencia pasajes de su vida, una vida difícil, pero vivida con coraje y optimismo.
“Yo recuerdo todo. Mi padre había fallecido; mi hermano mayor, José Luis, estaba en el ejército vasco y para ese entonces, cuando Franco llegó a Gipuzkoa, mi madre, mi hermano menor Martxel y yo nos evacuamos a Bilbo. Martxel tenía terror a los bombardeos, mi madre lo higienizaba todas las noches y él se metía en el refugio; era el primero en entrar y él último en salir. Estaba tan mal que mi madre lo llevó a ver a un doctor y éste le dijo que en unos días saldría una expedición a Inglaterra y le aconsejó que lo enviara. Mi madre lo aceptó porque la salud de Martxel estaba alterada, tanto que aún de grande le costó superar el trauma de los bombardeos”. Con un ritmo tranquilo y conservando aún el acento peninsular, María Luisa fue hilando los momentos más importantes de su vida.
10 años en Inglaterra
Muchos fueron los países que se solidarizaron con los niños euskaldunes en la época de la Guerra Civil: México, Rusia y Francia, entre otros. A María Luisa, sin embargo, le tocó tomar el barco que la llevó a Inglaterra.
“Martxel tenía 7 años y yo 12 cuando subimos al barco Habana, junto a otros cuatro mil niños vascos, aquel 20 de mayo de 1937. Yo no quería hacer ese viaje pero mi madre no quería mandar a mi hermano solo. Al llegar a Inglaterra nos llevaron a un campamento en cuarentena, en prevención por las enfermedades que podíamos tener”.
“Luego se fueron formando en distintas ciudad de Inglaterra comités de ayuda a los niños vascos”, continúa su relato María Luisa. “Por eso tengo un gran afecto por Inglaterra, viví diez años allí y pasé muchas cosas; el pueblo inglés, más allá de los gobernantes, fue una maravilla. Había comités que nos mantenían, la gente de los pueblos alquilaba mansiones para grupos de 50 niños, y allí vivíamos con las personas que nos habían acompañado y maestros”.
Con el tiempo, los padres de algunos pequeños fueron pidiendo que los enviaran de regreso a casa, pero no fue ese el caso de María Luisa. Para cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, María Luisa y Martxel no tenían ningún contacto con su madre, su hermano mayor José Luis estaba herido y preso en Asturias, y el segundo hermano había escapado a Francia.
Una nueva vida en Argentina
“Por eso nosotros tuvimos que quedarnos en Inglaterra”, explica Jauregui. “El comité de ayuda pagó una beca para que yo me quedara con una familia inglesa con la que siempre estaré muy agradecida. Me recibieron como si fuera de la familia y me cuidaron mucho. Sin embargo, en una carta, mi hermano José Luis me contó que teníamos familiares en Argentina que estaban averiguando por nosotros. Entonces les escribí y me dijeron que viniera. Aun así no era una decisión fácil, pero mi padre inglés me dijo que en ese momento Europa estaba devastada y que quizás en Argentina tuviera más posibilidades. Que viniera a probar y que si no estaba bien, siempre tenía la posibilidad de volver con ellos. Y en realidad, yo me adapto enseguida; me sentí muy bien acá, y enseguida conocí a mi esposo”.
En Argentina la esperaba su bisabuela, Josefa Garmendia. María Luisa llegó en el año 47 y al año siguiente se casó con Carlos Garmendia. “Llegué y me enamoré de mi primo, pero era como si no fuera mi primo porque nos conocimos de grandes. Igualmente le pagamos 90 pesos de aquella época al obispo de Rosario para tener un certificado de que no éramos parientes y así poder casarnos”, cuenta María Luisa entre sonrisas y recuerdos. “Tuvimos dos hijos, seis nietos y ahora un bisnieto. Y soy una mujer muy feliz”, reconoce hoy la 'niña de la guerra', con sus 85 años.
La vida de aquellos pequeños no fue para nada fácil; sin embargo, María Luisa nunca se desanimó. Sí se vio obligada a tomar un camino que de haber podido, quizás no hubiera elegido, siempre supo encontrar el verdadero valor de las cosas. “Fui muy afortunada, si bien de pequeña no tuve a mi familia conmigo, luego tuve muchas familias en mi vida. Mi hermano José Luis falleció pero estoy en contacto con mi cuñada y sobrinos en Donostia, lo mismo con la familia de mi segundo hermano, Carlos, y con la de Martxel, en Inglaterra. También tengo sobrinos en Inglaterra por parte de la familia que me adoptó, que aunque no tenemos lazos sanguíneos, la relación que mantenemos es muy estrecha. Y como he dicho, tengo también mi familia en Rosario”, explica María Luisa.
“Yo creo que las cosas que te pasan en la vida te convierten en alguien mejor o en un cretino. Porque el resentimiento o la rabia te pueden transformar; pero de las cosas feas que me pasaron a mí yo siempre traté de rescatar lo bueno y olvidar lo malo. Yo tuve mucha gente que me ayudó, no he hecho todo sola, he pasado muchas cosas pero siempre he tenido la suerte de tener mucho afecto. Y eso me ha traído innumerables momentos buenos”, concluye esta mujer que por su valor y entereza se ha convertido en un modelo para los vascos de Rosario y que igualmente puede serlo para los vascos de todo el mundo.
Un orgullo y un ejemplo para todos, disfruto cada momento que paso con mary! Un beso grande!
Juani, 11/02/2011 23:43
En este poco tiempo que llevo de conocerla, pude apreciar el temple que posee Mary y puedo asegurar que el pueblo vasco, tiene en ella, a la mejor de sus representantes en nuestro país.
Marcela Torassa, 11/02/2011 03:26
Lei el articulo porque me comento mu hermana, amiga de Cristina y me emociono. La felicito ¡¡¡ y tambien a toda su familia
Ricardo Martin, 10/02/2011 20:11
FELICITACIONES GRANDE ABUELA MARI !!!! OJALA TODOS PODAMOS TENER LA SABIDURIA Y EL TEMPLE NECESARIOS PARA RESCATAR DE LO VIVIDO LO MEJOR UN ABRAZO FUERTE
MARIEL GIORDANENGO de GALANTE, 10/02/2011 14:12
Siempre fue un ejemplo para todos los que la rodeamos, de amor, dedicacion, comprension, ayuda... La quiero
Cristina R de Garmendia, 10/02/2011 13:32
Simplemente abue un orgullo ser tu nieta y Sin dudas que sos un ejemplo de persona! Te quiero infinitamente!! Ini
Ini - monito, 10/02/2011 04:39
En el poco tiempo que llevo de conocer a Mary, pude apreciar el temple especial que posee y le aseguro al pueblo vasco, que tienen en ella a la mejor de sus representantes en Argentina.
Marcela Torassa, 10/02/2011 03:21
Mary buena entrevista!! Besos mios y de Juancito!
Memo, 10/02/2011 02:36
Que orgullo que seas mi abuela y mi referente en la vida! TE AMAMOS! Cos & Juantxi
Constanza Garmendia, 10/02/2011 00:39
Estoy muy orgullosa de vos Abue ! Gracias por compartir tu historia.
Victoria Garmendia, 09/02/2011 21:18
Hermosa historia de vida de María Luisa, de las dificultades se sale con la fuerza del Espíritu y la ayuda de Dios Felicitaciones a Luis María Barrandeguy y a todos los Miembros del Centro Vasco Zaspirak Bat por esta nota. Un saludo cordial Carlos Eusko Etxea Corpus Christi Misiones Argentina
Carlos Alberto GalarzA, 08/02/2011 20:53
Si todos los hombres del mundo pensáramos como María Luisa, qué sociedad maravillosa tendríamos. Felicitaciones. Qué suerte tienen los rosarinos de tener esta "joya" en casa.
Olga Leiciaga, 07/02/2011 13:59
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