Félix Ibargutxi/Donostia-San Sebastián. Tendrá que hacer frente a opiniones como que no importa mucho que veinte universitarios de Polonia aprendan euskera.
-Que unos jóvenes de Varsovia o Poznan aprendan euskera tiene una trascendencia absoluta. Puede que entre esos estudiantes tengamos a un futuro traductor de literatura vasca, o a un investigador de renombre que incluya el euskera y la cultura vasca en su ámbito de investigación. Difundir y promocionar el euskera y la cultura vasca en universidades extranjeras nos permite establecer redes e intercambios con núcleos de investigación y docencia prestigiosos. Y eso es bueno también para los universitarios vascos.
El Instituto Etxepare lleva ya varios años abriendo lectorados de euskera y cultura vasca en muchas ciudades del mundo.
-Llevamos ya cuatro años. En total, en la red de lectorados en la actualidad hay dos mil alumnos matriculados. Tenemos 34 convenios con universidades de todo el mundo. Un total de 28 lectores y 5 cátedras de Estudios Vascos.
En estos cuatro años en activo hemos firmado 24 convenios, el crecimiento es grande
En cuatro años se han hecho bastantes cosas.
-En realidad, el programa de lectorados se inició en 2005, y lo inició Política Lingüística. En el año 2010, el Instituto Etxepare asume esas atribuciones y acogemos 25 lectorados. En estos cuatro años hemos firmado 24 convenios nuevos con universidades, el crecimiento ha sido importante. Al comienzo de Etxepare había 1.000 alumnos, ahora son 2.000. Por otro lado, hemos tenido que cerrar ocho lectorados, porque hemos priorizado las universidades de prestigio que garantizaban una presencia curricular importante de los estudios vascos, no queríamos que las clases de lengua y cultura vasca fueran una actividad meramente extracurricular.
Los lectorados que se han cerrado han sido porque esas materias vascas no estaban en el currículo.
-Y porque había pocos alumnos y las propias universidades no mostraban interés. Hay que invertir bien, en especial, cuando los recursos son limitados como en la actualidad. Por eso, para optimizar recursos, hay universidades que comparten lector. Es el caso, por ejemplo, de las universidades de Barcelona, Madrid e Italia (Bolonia & Venecia).
Aún estamos en la prehistoria si nos comparamos con Cataluña, por ejemplo
¿Y esa gente que ha recibido las clases en estos años ha comenzado a aportar, a hacer sus pequeños trabajos en torno a lo vasco?
-Ya hay trabajos de fin de máster y tesis en camino: una, por ejemplo, sobre violencia y representación literaria. Hay incluso gente que se ha euskaldunizado, como en el caso de Polonia, donde hay traductores actuales que en su día fueron alumnos de esos lectorados. Es una inversión maravillosa.
Parece que el euskera y la cultura vasca generan curiosidad en el mundo.
-Sin duda. La prueba es que gran parte de los últimos convenios no han sido buscados por nosotros, sino que la iniciativa ha partido de las propias universidades. Nuestra labor se va haciendo más visible y de mayor alcance. Para el curso que viene, por ejemplo, acabamos de anunciar que iniciaremos la docencia de lengua y cultura vasca en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaigne, Universidad de Edimburgo, en la Universidad de La Habana y en La Sorbona (Paris IV). Ésta última, además, asumirá el costo de las clases de lengua vasca. Por su parte, la Universidad de California en los Ángeles, UCLA, impartirá clases de lengua y cultura vasca en el curso 2016-2017. Son cinco, por tanto, los convenios que acabamos de anunciar.
El ideal es que los lectorados se conviertan en puestos permanentes de estudios vascos
Vamos a hablar de los lectores . Hay algunos muy veteranos, como Jon Elordi, en Barcelona.
-Elordi es veterano, sí, pero no es nuestro lector. El nuestro en la Autónoma y en la Central de Barcelona es Aritz Galarraga, que es también un buen crítico literario. Por Etxepare han pasado lectores como Xabi Paya -que no necesita presentación-, y acaba de terminar su cuarto año en Chicago Amaia Gabantxo, traductora de literatura vasca. En Poznan estuvo Amaia Donés, excelente lectora, que ha euskaldunizado a mucha gente y ha sembrado un gran interés en la cultura vasca. En Leipzig está Unai Lauzirika, que también es miembro de la Euskal Etxea de Berlín, y que es un activista nato. Miren Ibarluzea está La Sorbona 3. En Liverpool está Gorka Mercero, y en esa universidad tuvimos la fortuna de convertir un puesto de lectorado en un puesto permanente, el primero en Inglaterra de perfil de Basque Studies. Ese es nuestro ideal: que las universidades vayan convirtiendo los lectorados en puestos permanentes de estudios vascos. Sé que es una meta muy difícil, pero hay que seguir trabajando para que así sea paulatinamente.
Cuando hablamos de Centros de Estudios Vascos, a la gente enseguida le viene a la cabeza el de Reno.
-Es el único centro fuera de Euskal Herria. Pero déjame acabar con lo anterior: esta red de lectorados, en estos tres años y medio, ha organizado más de 250 actividades culturales y académicas en sus universidades. No son solo focos de enseñanza e investigación, sino de dinamización. Consolidar una red universitaria internacional es estratégico para el futuro de los estudios vascos. Miro, por ejemplo, el número de departamentos en los que están presentes los estudios catalanes, unos 157 en todo el mundo, y siento envidia. La pregunta es: ¿en cuántos departamentos hay especialistas de cualquier ámbito relacionado con los estudios vascos?
¿En cuántos?
-La respuesta es: no lo sabemos. Hoy por hoy, no tenemos una base de datos actualizada de profesores en universidades extranjeras que impartan, aunque sea parcialmente, alguna docencia relacionada con los Estudios Vascos. Estamos en la prehistoria, comparando con Cataluña. Hubo cátedras de estudios vascos impartidas por exiliados vascos en Sudamérica tras la guerra del 36. ¿Dónde está el legado de toda esta gente?
Si una cátedra se llama Jon Bilbao y otra Manuel Irujo, es porque el exilio es un espejo
Le repito la pregunta.
-Si una de nuestras cátedras se llama Jon Bilbao, y la otra Manuel Irujo, es porque en el exilio tenemos un espejo donde mirarnos. Esa gente tenía, además de un nivel intelectual incuestionable, una agenda diplomática y cultural impresionante. Etxepare debería recoger ese testigo con la creación de cátedras y centros de estudios vascos, no de ladrillo, sino mediante secciones en universidades ya existentes. En este momento, por ejemplo, estamos negociando la creación de un programa de estudios vascos en una universidad de prestigio de Asia.
¿Qué actividades se realizan en las cátedras de Etxepare?
-Además de ofrecer docencia a nivel de posgrado, nuestras cátedras son plataformas de investigación y dinamización. Creo que es un dinero muy bien invertido, porque nuestra cátedra más cara cuesta 14.000 euros al año, lo que incluye docencia por parte de un profesor visitante, conferencias, etc. No se puede hacer más por menos. Además, nuestra filosofía es impregnar, difundir el conocimiento de especialistas vascos.
Hablemos más de las cátedras.
-Tenemos, por ejemplo, la Cátedra Manuel Irujo, en Liverpool, para estudiar el exilio vasco. Este año se ha inaugurado y el profesor visitante ha sido Xabier Irujo.
Del mismo linaje.
-Hijo de Pello. Otro buen ejemplo de cátedra que funciona bien es la Cátedra Eduardo Chillida, en Goethe Universitat de Frankfurt. La Cátedra Atxaga, en Nueva York, todos los años es una gran plataforma para organizar una programación académica y cultural muy amplia y con impacto. La Cátedra Mitxelena, en Chicago, idem de idem. No hablamos de centros universitarios de segunda, es lo que quiero decir. Y está también la Cátedra Jon Bilbao, en la Universidad de Nevada, donde se decidió financiar, junto a la Secretaría de Acción Exterior, la Universidad de Deusto y NABO, el proyecto 'Memoria Bizia', que es un proyecto para recoger el testimonio de las generaciones más veteranas de la diáspora norteamericana. Está coordinado por Pedro Oyarzabal.
(publicado el 21-06-2015 en El Diario Vasco)
«BIOLENTZIARI BURUZ LITERATURA AUSARTA EGIN DA HEMEN»
Asko hitz egiten da baketzeaz. Zu literatur kritikaria zara. Zer eman dezake literaturak alde horretatik?
-Euskal literatura aportazio handia egiten ari da. Handia benetan. Fernando Aranburuk harako hura esan zuen, euskarazko idazleak ez direla libreak eta ez diotela aurre egin arazo honi. Bada juxtu alderantziz da. Pentsa, 1976an, 'Ehun metro'-n, Saizarbitoriak, heldu zion biolentziaren gaiari, eta nola gainera! Oro har, euskal literatura gehiago zentratu da terroristaren figuran, haren pentsakeran edo haren inguruko jendearengan.
Gehiago idatzi da pistola duenaz, biktimaz baino.
-Baina literaturak ñabardurak eskaintzen ditu beti, eta kasu egin behar zaie egia horiei. Badira obrak isiltasunaz mintzo direnak, edo lekukoez... Hor dago Lertxundiren 'Zorion perfektua'...
Eta Jokin Muñoz.
-'Antzararen bidea' eleberri bikaina da. Hor dago aktibistaren ama, bere semea ezagutzen ez duela ohartzen da bat-batean. Hor daude burua moztuta ere ibilian jarraitzen duten antzarak, nora joan ez dakien gizarte baten metafora ere izan litezke.
Eta 'Twist'.
-Oso gustukoa dut, oraintxe ari naiz nobela honetaz idazten. Iragana mamu itxura hartuta bueltatzen da, literatura fantastikoaren testu estrategiak erabiliz. Soto izeneko pertsonaia altxatu eta ibiltzen hasten da. Antzeko estrategia literarioak ageri da Argentinako literaturan, diktaduretako desagertuei buruz ari diren liburu batzuetan: desagertutako horiek presentzia espektralak dira.
'Martutene' ere hor dago.
-Nola ez! Izaro Arroitak egin duen doktore-tesi bikainean, ideia nagusietako bat hauxe da: Saizarbitoriaren narratiban Gerra Zibileko gudarien herentzia transmititzeko ahalegin literarioa nabarmentzen da, galtzaileen duintasuna transmititzeko ahalegina, alegia. Baina ez da ETAko militanteen herentzia transmititu nahi; militante guztiek hilda bukatzen dute bere lanetan.
Eta Atxaga.
-Dudarik gabe! 'Soinujolearen semea'-n, ETAko militanteak utzi egiten du erakundea eta autoexiliora doa. Iban Zaldua dugu baita ere: 'Gerra Zibilak' izenburuko narrazioan, mendian galduta dagoen Gerra Zibileko talde batek borrokan segitzen du urtetan bere kasa. Eider Rodriguezen "Politika albisteak" ipuinean, berriz, generoaren ikuspuntutik aztertzen da borroka armatuaren eragin soziala. Arantxa Urretabizkaiak, ordea, amatasuna eta militantzia izan zituen hizpide 'Koaderno Gorria'-n... eta abar. Literatura ausarta egin da hemen, eta esaten duena euskal nobelek ez dutela baketzearen aldeko lanik egin, ez dutela memoriari buruzko diskurtsoa eraikitzen lagundu, liburu horiek irakurri ez dituen seinale. Min gehien ematen diguten arazoetan jartzen dute arreta: gure isiluneetan, gure ekidistantzietan, alde guztietako sufrimenduan, torturan...
(2015-06-21ean El Diario Vascon argitara emana)