Joseba Etxarri. Hay veces en las que el papel y las palabras no hacen justicia a la emoción y a los sentimientos profundos que el periodista o el observador perciben en el contertulio. Luis Obieta es un achense de 58 años que viaja estos días por Euskal Herria con los ojos bien abiertos, entre asombrado e incrédulo, haciendo realidad un sueño, suyo, sin duda, pero que entronca con el interés, el cariño y el amor por sus raíces que heredó de su padre Francisco, quien creció en General Acha escuchando historias, intercambiando y leyendo con avidez libros y recopilando cuanta información podía sobre la cultura y el país de los vascos.
58 años y visitas por primera vez el país que, a 10.000 de distancia, ha marcado de alguna manera tu vida como argentino.
-Mi vida, en diferentes tramos, está ligada al centro Euzko Txokoa de mi localidad natal de General Acha. Mi padre fue vicepresidente de la entidad cuando se fundó, en 1965, y yo mismo lo viví desde muy chico y formé parte del primer grupo de dantzaris. Tenía devoción por mi padre y me gustaba seguirle. El tenía un gran amor por lo vasco, si bien no tuvo ningún contacto con el País Vasco. Solo sabía que su abuelo, de nombre Francisco, como él, había llegado a una majada a Las Flores, en la provincia de Buenos Aires.
¿Qué sabes del antepasado que emigró?
-Su nombre era Francisco Obieta Zabala y llegó a la Argentina alrededor de 1880. Sabemos que se casó en 1884 en Las Flores y luego aparecen ya los hijos nacidos en General Acha y mi abuelo, que hace ya su vida en General Acha al casarse con mi abuela, por lo que a partir de ahí somos achenses, aunque posteriormente algunos hayan pasado a vivir a otros lugares.
¿Cómo te ha está yendo este su primer viaje por Euskadi?
-Venía con la intención de encontrar a alguien de mi familia o con mi apellido. En Argentina, salvo mi familia directa no conozco otros Obietas. Por Internet y Facebook pude contactarme con algunos en México, sé que hay también en EEUU, muchos en Filipinas, pero no localicé a ninguno en Euskal Herria. Un amigo genealogista por afición me ayudó en la busca. Parece que mi bisabuealo figura como nacido en Forua, pero bautizado en otro lugar, algo que parece inusual. He ido a Forua y pregunté a los vecinos y me indicaron que no conocían a ningún Obieta allí, pero sí en Gernika y me dieron el teléfono de una señora Obieta que tiene familiares en Argentina. A todo esto, no tengo sino palabras de agradecimiento para la amabilidad del vasco, que se ha manifestado en todo el viaje. Lo cierto es que hablé por teléfono con esa señora y quedamos en encontrarnos. De modo que el día en que en el viaje en el que estoy tocaba ir a Gernika, quedé con ella. No parece que seamos familiares directos, pero teniendo ambos el mismo apellido, en algún momento en la pirámide vendremos de la misma rama... Ese encuentro [lo cuenta con serenidad, pero se percibe su emoción] me llegó mucho, fue muy emotivo, en tierra vasca, en el lugar del que hace no tanto tiempo salimos [a través de las gafas se vislumbra humedad en sus ojos].
Vienes con hambre y sed de conocer y sentir.
-Este país me tiene asombrado, pPasear por tierra vasca, el lugar de mis ancestros. Me siento muy a gusto, complacido por lo que veo, por la belleza del país, la limpieza y el respeto y la amabilidad de la gente. San Sebastián me ha parecido una ciudad maravillosa, más cosmopolita que otros lugares, más mezclada, seguramente porque he visto mucho turismo. Pero me gustó más Bilbao, quizás porque me toca más de cerca familiarmente; y me entusiasmó Gernika. Aún nos quedan por ver Vitoria-Gasteiz, Navarra e Iparralde, pero estoy muy feliz de disfrutar de esta oportunidad. Estoy cumpliendo uno de los sueños de mi vida.
¿Qué tal funciona la euskal etxea achense?
-Euzko Txokoa dispone de unas buenas instalaciones deportivas y lo cierto es que hace demasiado tiempo que está funcionando casi como un club deportivo, sin prestar demasiada atención a su origen y función como centro vasco. Hace bien poco cubrimos la piscina, que presta un buen servicio, pero nuestro reto consiste en recuperar el espíritu y los objetivos que se fijaron quienes hace 50 años fundaron la entidad: euskera, grupo de baile, intercambios con otras euskal etxeas...
Creo que, como dicen algunos, llegarás ahora a la Argentina con las pilas ciertamente cargadas.
-Vuelvo con muchas ganas, de llevar y trasmitir lo que he visto y lo que sentido y vivido. Hace mes y medio vino a Macachín, no lejos de General Acha, y el lugar en el que este próximo octubre tendrá lugar la Semana Nacional Vasca 2015, una dantzari de Bahía Blanca, que es una euskal etxea potente, en la costa, para dar un curso. Me gustaría disponer de jóvenes, quizás de Euskal Herria, que quisieran compartir con nosotros sus conocimientos. De cara a la Semana Nacional, quiero conseguir que un grupo de jóvenes achenses participe y lograr que convivan con sus pares de otros centros vascos. En nuestro verano [invierno en Euskadi], organizamos en Acha un campamento para jóvenes en general, y me gustaría que pudiéramos impregnarlo de un mayor contenido vasco. Como club deportivo funcionamos bien; ahora queremos avanzar y cumplir con nuestra labor de euskal etxea. Estamos en Facebook bajo Centro Vasco Euzko Txokoa y precisamos compartir ideas e iniciativas que nos ayuden a ello.